Aumentan los casos de cáncer de mama en jóvenes

Los oncólogos han detectado un aumento de casos de cáncer de mama entre las jóvenes españolas sin que sepan discernir las causas exactas. Esta es una de las conclusiones del sexto Simposio Internacional del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), que se celebra en Sevilla. El presidente del GEICAM, el doctor Miguel Martín, cree posible que existan factores genéticos que expliquen este hecho, aunque remarcó que "sin duda influye el estilo de vida americanizado, rico en grasas animales".

Otra de las explicaciones es el retraso en la edad de concepción, ya que tener hijos siendo joven reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama, explicó un comunicado de GEICAM. Por ello se diagnostican cada vez más tumores mamarios en mujeres embarazadas y se registra un caso de cáncer entre cada tres mil gestantes, según la doctora Amparo Ruiz, del Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), participante en este simposio.

"El embarazo precoz, dejará de ser un factor protector del cáncer de mama por el retraso en la edad de la gestación", añadió. El aumento de la edad del primer embarazo lo aproxima a edades en las que es más frecuente este tumor, ya que el 6,5% de los cánceres de mama se diagnostican en mujeres menores de 40 años. La incidencia de cáncer de mama durante el embarazo oscila entre el 0,2 y el 3,8%, pero en mujeres menores de 45 años esta frecuencia alcanza entre el 7 y el 14%.

Las autoridades sanitarias centran los programas de detección precoz del cáncer en mujeres de entre 50 y 69 años, "aunque lo ideal es que se amplíen y empiecen a hacerse a partir de los cuarenta y cinco años", según María Antonia Gimón, presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA). En casos con antecedente familiar, se recomienda una primera mamografía incluso mucho antes. Un problema añadido en casos de cáncer de mama en el embarazo es el retraso del diagnóstico, que se realiza a los once meses, frente a la media de cuatro meses en las demás embarazadas, lo que implica peores posibilidades de curación.

Se calcula que un retraso en el diagnóstico de 3 a 6 meses incrementa el riesgo de metástasis de un 5 a un 10%. "Dado que la mama durante la gestación sufre una serie de cambios en su consistencia y tamaño, la mujer no debe asumir que cualquier cambio es normal, sobre todo si aprecia nódulo, endurecimiento en una zona de la mama, o si aparecen signos inflamatorios localizados o difusos en la misma", destacó la doctora Ruiz.

Destacó la "falsa creencia" de que el pronóstico del cáncer de mama en embarazadas es peor que en el resto de mujeres y consideró "demostrado" que la supervivencia de pacientes con cáncer de mama durante el embarazo no se incrementa por interrumpirlo pues ahora se puede tratar sin riesgos para el feto.