El Gobierno 'mete mano' a la Ley de Extranjería para liquidar ladrillo

El mercado inmobiliario español vuelve a ocupar un lugar destacado en la agenda política del Gobierno. A falta de dos meses para la puesta en funcionamiento del ‘banco malo’, que aglutinará casi 90.000 viviendas y 13 millones de metros cuadrados de suelo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha acelerado los trámites para retocar la Ley de Extranjería y permitir a los extranjeros conseguir el permiso de residencia permanente por la compra de inmuebles a partir de 160.000 euros.

El encargado de soltar la liebre ha sido el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, al asegurar ayer que en unas semanas se pondrá en marcha una reforma del Decreto de extranjería para conceder permisos de residencia en España a extranjeros que adquieran una vivienda a partir de un nivel de precio.

El propio Mariano Rajoy se apresuraba poco después a matizar sus palabras pero la noticia ya había calado en los medios de comunicación y redes sociales. Según explican varias fuentes consultadas, no deja de ser llamativo el hecho de que la iniciativa provenga más del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que del de Trabajo e Inmigración, lo que pone en evidencia el principal objetivo de esta medida: atraer capitales y liquidar ladrillo.

El presidente del Gobierno ha admitido que la intención es encontrar salida al ingente stock inmobiliario acumulado por los excesos de la burbuja inmobiliaria. No en vano, el sector se encuentra paralizado sin que el fin de la desgravación por compra de vivienda o la subida del IVA –ambas a partir del 1 de enero de 2013- hayan conseguido impulsar las ventas. Además, el férreo control que la banca está realizando sobre la concesión de crédito para viviendas que no son de su propiedad se ha agudizado en el último año, dificultando o echando para atrás a muchos compradores nacionales.

Para salir de esta parálisis, el Gobierno confía en los compradores extranjeros, especialmente rusos y chinos, dos mercados con mucha liquidez y en los que se detecta "una demanda importante de vivienda en España", dijo García-Legaz. Sin embargo, la inseguridad que genera la posibilidad de que España sea rescatada o los trámites burocráticos en torno a los permisos de residencia, están frenando el cierre de operaciones.

“Tomar este tipo de medidas es algo que desde hace bastante tiempo están demandando los inversores rusos a quienes molestan especialmente todos los trámites burocráticos. No entienden que puedan gastarse un millón de euros en una vivienda en España y no tengan un permiso de residencia permanente”, explica José Parra, director general de Grupo Main.

Dar salida al stock inmobiliario e impulsar el consumo

Precisamente desde la compañía, especializada en la venta de activos inmobiliarios en la costa española, ya se planteó esta opción en el mes de abril, a propósito de la aprobación de la reforma de la Ley de Costas de 1988. "Sería una forma de atraer capital extranjero y reactivar el consumo, ambos aspectos muy necesarios para nuestra maltrecha economía", apuntaba entonces Parra.

"En principio puede ser positivo que venga gente a España, que entre capital", añade Pascual Aguelo, presidente de la subcomisión de extranjería de la Abogacía Española. Aunque en su opinión, no hay que olvidar que este tipo de medidas tendrán que venir acompañadas de controles sobre la entrada de personas y capitales.

"Se reduciría el stock de viviendas fundamentalmente de bancos y promotoras asi como segundas residencias de muchos particulares contribuyendo a sanear los inmuebles de más difícl venta como son las viviendas vacacionales y de costa. Además, este tipo de medidas traerían ciudadanos con un nivel adquisitivo medio-alto que pagarían impuestos en España, además de potenciar el sector servicios y el mercado local", apunta José Parra. Sin olvidar, por ejemplo, el “empujón que daría al turismo".

En la actualidad existen varios tipos de permiso de residencia en España. La duración y características de todas ellas se encuentran detalladas en la página web del Ministerio del Interior. A grandes rasgos existe el permiso de residencia temporal lucrativa o laboral por cuenta ajena. Por ejemplo, alguien que viene a España a trabajar para una empresa. Residencia temporal lucrativa por cuenta propia. Por ejemplo, alguien que quiere montar una empresa o un negocio en España. O la residencia no lucrativa. Por ejemplo, los casos de reagrupación familiar o jubilados y pensionistas que vienen a vivir a España.

"El resto de situaciones no están excesivamente reguladas. Y éste es uno de esos casos. El de personas que vienen a España a realizar una inversión. Ni a trabajar, ni a estudiar. A vivir durante ciertos periodos de tiempo", apunta Aguelo. “A diferencia de países como Portugal, Estados Unidos, Canadá o Australia, en España, las inversiones inmobiliarias o de otra naturaleza están mal o escasamente reguladas lo que provoca una mayor dificultad a la hora de atraer inversores”.

El potente mercado ruso

La referencia del secretario de Comercio a los compradores rusos no es baladí. “Durante los dos últimos años se ha experimentado un aumento importante de este tipo de compradores en España, especialmente en la costa. “Hay una potente y emergente clase media rusa que quiere comprarse una vivienda en España”, explica David Scheffle,r director de Expansión en España de Engel & Völkers, compañía especializada en la venta de inmuebles de lujo.

“Nuestra media de operaciones se mueve entre 500.000 y 1,5 millones de euros lo que da idea de su nivel adquisitivo, lo suficientemente alto como para evitar, por ejemplo, que muchos rusos compren una vivienda sólo para conseguir la residencia. Con este tipo de medidas simplemente se les facilita las cosas”, comenta.

Los rusos no son los únicos interesados en comprar una vivienda en España. Suizos, belgas, austríacos, ingleses o franceses también tienen el punto de mira de nuestro país. "Todos ellos compran una casa en España e intentan pasar el mayor tiempo posible en ella por la calidad de vida. Además, en la actualidad la sociedad es mucho más flexible y permite combinar la residencia en España con el trabajo", explica Scheffler, quien añade que la edad media de los compradores "ha bajado bastante". 

No obstante, España sigue siendo el destino elegido por muchos jubilados extranjeros. "Muchos ciudadanos de la UE fijan su residencia en España, sobre todo cuando llegan a la edad de jubilación, pero las trabas legales representan un freno importante para los ciudadanos extracomunitarios cada vez que tienen que renovar el permiso de residencia", concluye José Parra.