La crisis arrasa con todo: la vivienda de protección oficial comienza a sufrir sus efectos

Nadie se libra ya de los efectos devastadores de la crisis. Hasta ahora, la vivienda de protección oficial había resistido sus embates, pero como era previsible ha terminado resintiéndose. De hecho, el saldo vivo del crédito solicitado para construir VPO cayó en marzo por primera vez desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y descendió un 0,71% respecto al mismo mes de 2011, hasta los 35.194 millones de euros.

Hasta ahora, el saldo vivo había experimentado desaceleraciones continuas desde el crecimiento máximo del 13% que registró a finales de 2008. Sin embargo, hasta el momento no había entrado en terreno negativo, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española.

La mayor parte del saldo vivo para vivienda protegida ha sido concedido por bancos y cajas de ahorros, que han financiado 33.366 millones de euros, el 94,8% del total, mientras que los 1.828 millones restantes corresponden a cooperativas.

El descenso del saldo vivo no es de extrañar si se tiene en cuenta que también se ha reducido la promoción de VPO debido a los problemas económicos que sufren ayuntamientos y comunidades autónomas.  No en vano, en el primer trimestre solo se habían ofertado 9.259 unidades, lo que supone un retroceso del 14%.

Y también han caído las compraventas de estos inmuebles por la dificultad de las familias para acceder a un crédito hipotecario. Entre enero y marzo, las operaciones bajaron un 19,4%, hasta las 6.185 unidades.

Sin embargo, los precios no están descendiendo, al contrario que la vivienda libre y prácticamente se están igualando. A cierre de junio, el importe de la VPO se situaba en 1.157 euros el metro cuadrado, tras descender un 0,4% en el último año, mientras que la vivienda libre se sitúa en 1.606 euros, tras el retroceso del 8,3% que acumula.