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Usar dos móviles: una pesadilla (o salvación) cada vez más frecuente
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separa el uso personal y profesional

Usar dos móviles: una pesadilla (o salvación) cada vez más frecuente

A falta de uno, llevar dos móviles encima se está convirtiendo en algo cada vez más frecuentes. Parece de locos, pero a algunos les ayuda a desconectar

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El ritual se repite todas las noches: pijama, lavarse los dientes y a la cama. Pero hay un paso previo antes de caer en los brazos de Morfeo: poner a cargar el móvil. Como para olvidarse... Los smartphones actuales parecen diseñados para alcanzar la jornada a duras penas, y la carga nocturna es ya algo obligado. Sin embargo, esta disciplina diaria algunos laviven por duplicado, y seguro que tiene algún conocido que no lleva uno, sino dos móviles encima. Sí, puede parecer una locura pero para un creciente número de usuarios esta costumbre se está convirtiendo en algo terapéutico que merece un detenido análisis.

¿Se trata de un fenómeno aislado o de algo más habitual de lo que pensamos? El Wall Street Journal se apunta a la tesis de lo segundo y por una razón que va a sorprender a más de uno. Hasta la fecha, uno podía pensar que el uso de dos móviles era motivado por una restricción de la empresa con el objeto de evitar gastos en llamadas personales, o también para evitar incómodas interrupciones en horario de trabajo.

La creciente presencia de la tecnología en nuestro día a día ha motivado que la fina frontera entre el trabajo y el ocio haya sido prácticamente fulminada... y para perjuicio del trabajador en la mayoría de las ocasiones

Sin embargo, la creciente presencia de la tecnología en nuestro día a día ha motivado que la fina frontera entre el trabajo y el ocio haya sido prácticamente fulminada... y para perjuicio del trabajador en la mayoría de las ocasiones. Que a uno le suene el móvil a las 9 de la noche o reciba un correo el domingo, ambos del trabajo, es una realidad de la que es difícil escapar. Pero no imposible.

Adiós al estrés

Este resurgir del doble móvil es más habitual en Estados Unidos en cargos directivos que, agobiados al ver invadido su tiempo libre, han optado por llevar dos smartphones encima con líneas independientes: una para el trabajo, y otra para los amigos. ¿Un tostón? Pues sí. Cargar dos móviles por la noche y peor que eso, llevarlos encima, pero nadie se arrepiente. Luke Cocalis se ha apuntado a esta tendencia y afirma "sentirse más sano", ya que en su anterior trabajo como abogado era desgraciadamente frecuente recibir correos a última hora "que te arruinaban la noche".

Ahora, muerto el perro, se acabó la rabia. Y lo mejor del asunto es que no parece que haya críticas ni quejas ante esta nueva moda: el fin de semana se apaga el móvil del trabajo hasta el lunes a primera hora sin pagar un peaje social. ¿Los jefes también? Parece que sí: el propio jefe de Cocalis lleva dos móviles "y nos ha dado el número personal para emergencias", reconoce.

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¿Y por qué no móviles con doble SIM? En el mercado hay alternativas para los que no quieran llevar los bolsillos ocupados con dos terminales, en los que se pueden introducir dos tarjetas SIM independientes y activar una u otra en función de la hora y las circunstancias.

Esta alternativa es interesante para solucionar el engorro de llevar y cargar dos móviles, pero pierde puntos a la hora de diferenciar el contenido entre el trabajo y el ocio, algo también muy valorado por los usuarios de dos móviles

Esta alternativa es interesante para solucionar el engorro de llevar y cargar dos móviles, pero pierde puntos a la hora de diferenciar el contenido entre el trabajo y el ocio, algo también muy valorado por los usuarios de dos móviles. Compartir en la misma memoria los récords en Candy Crush con documentación confidencial del trabajo es algo incómodo para muchos que prefieren delimitar con claridad ambos ámbitos. El personal con sus redes sociales, juegos y las fotos que uno saque en vacaciones, y el del trabajo con temas restringidos exclusivamente al horario de oficina.

El ritual se repite todas las noches: pijama, lavarse los dientes y a la cama. Pero hay un paso previo antes de caer en los brazos de Morfeo: poner a cargar el móvil. Como para olvidarse... Los smartphones actuales parecen diseñados para alcanzar la jornada a duras penas, y la carga nocturna es ya algo obligado. Sin embargo, esta disciplina diaria algunos laviven por duplicado, y seguro que tiene algún conocido que no lleva uno, sino dos móviles encima. Sí, puede parecer una locura pero para un creciente número de usuarios esta costumbre se está convirtiendo en algo terapéutico que merece un detenido análisis.

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