Blackberry sufre ahora un cuello de botella

Si hay algún buen ejemplo de crisis corporativa reciente ese debe ser Blackberry. La compañía canadiense, uno de los éxitos empresariales de los últimos años e impulsores de los smartphones, capea como puede tres días de problemas con sus clientes sin solución. Operadoras y usuarios finales están que echan humo. Pese a la transparencia de Research in Motion (RIM) a la hora de reconocer e informar de los problemas de conexión en su red, la tecnológica ha puesto sobre la mesa la vulnerabilidad de su sistema. Según la explicación  oficial, un interruptor de red -o conmutador-, que se encarga de redirigir el tráfico de datos a través de sus centralitas y centros de datos, dejó de funcionar, proovocando un atasco de dimensiones gigantescas en su red de telecomunicaciones.

RIM, en su primera rueda de prensa para explicar lo sucedido, descartó que se tratase de un sabotaje o ataque sobre su red y dispuso que solo el paso de las horas solucionaría el problema una vez que se entreguen todos los mensajes y paquetes de datos en espera. David Yach, director de Tecnología para Software de RIM, también afirmó que "no hay pruebas" de que el problema original que sufrió la red de BlackBerry el lunes sea consecuencia de 'hackers'. "Tenemos equipos en todo el mundo trabajando sin descanso que están concentrados en contener el problema y minimizar el impacto para nuestros usuarios", dijo, según recoge Efe.

Las operadoras, a pagar

El cuello de botella en su red -muchos usuarios que volvieron a enviar sus mensajes o emails al no funcionar la red- hace que se tarde en volver a la normalidad y los envíos pueden llegar con retraso. RIM se ha comprometido a entregar todos los mensajes pendientes. Sin embargo, el daño ya está hecho. La sensación de vulnerabilidad que han sufrido millones de usuarios por el apagón de las blackberries ha colocado a la empresa en el punto de mira de las demandas de operadoras y usuarios de todo el mundo tras quedarse sin servicio. Las acciones del fabricante de teléfonos cayeron más del 3,4% el miércoles en su tercer día de crisis.

En muchos países, como en el caso español, la ley marca perfectamente las responsabilidades, que corresponden primero a las operadoras, aunque después estas pueden ejercer acciones contra RIM. La red de la compañía canadiense estaba volviendo a la normalidad en su tercer día después de haberse extendido de Europa -el epicentro de la avería- hasta África, India, Latinoamérica y EEUU. Sin embargo, Blackberry todavía no ha asegurado la solución. Eso sí, las operadoras tendrán que pagar a los usuarios por la interrupción en la prestación del servicio, como informó este diario.