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Apple decepciona con su nuevo iPhone
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Apple decepciona con su nuevo iPhone

Aunque tratándose de Apple no suele haber consenso a la hora de calificar el grado de satisfacción de los productos presentados, una buena parte del mercado

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Apple decepciona con su nuevo iPhone

Aunque tratándose de Apple no suele haber consenso a la hora de calificar el grado de satisfacción de los productos presentados, una buena parte del mercado no ha podido ocultar cierta decepción al conocer los entresijos del nuevo y tan cacareado iPhone 3G S (algunos hasta critican la poca creatividad a la hora de denominar al terminal). Apple una vez más ha desperdiciado una ocasión para innovar y sobre todo, ir más lejos que su más inmediata y pujante competencia. De hecho, las grandes novedades en torno a esta tercera generación del iPhone radican en la incorporación de una brújula y en vitaminar al equipo con más memoria y velocidad de procesador, algo que en su día ya avanzamos. En cualquier caso, los de Cupertino son unos expertos a la hora de vender imagen y sólo a Apple se le podría ocurrir presentar la grabación de vídeo (función presente en la mayoría de los móviles de su gama hace una eternidad), como una mejora de postín por la que merece la pena el cambio o también los comandos de voz, función que muchos móviles de gama inferior llevan tiempo ya ofreciendo de serie.

'One more thing' descafeinado

Tal y como afirmó el gurú de la tecnología y redactor de Wired, Steven Levy, Apple nos ha acostumbrado a que detrás de su célebre 'One more thing' ('una cosa más') esperemos algún producto que cambie el mundo y nuestras vidas. Históricamente ha sido así, pero cuando lo que se presenta es un poco más de lo mismo es inevitable sentir una cierta decepción. Esta decepción se multiplica al observar cómo su competencia avanza a buen ritmo innovando e incorporando nuevas ideas como es el caso de la Palm Pre y del Nokia N97 (¿se imaginan a Apple presentando la exhibición de avances tecnológicos del N97 como propia?). Lo cierto es que Apple sigue viviendo de la espectacular carrerilla obtenida al inventar una nueva generación de móviles y posiblemente esté manejando los tiempos con calma y cabeza fría, con la certeza de que para el 99% de sus usuarios estas mejoras tecnológicas sean más que suficientes en su día a día.

El iPhone 3G S incorpora sin embargo una importante mejora a nivel de rendimiento y es que a 'S' de speed (velocidad) no es simplemente una marca decorativa. La nueva generación de iPhones 'vuela' literalmente en su conexión a Internet por HSDPA a unos espectaculares 7,2 Mbps tratándose de un móvil, con lo cual duplica el acceso por 3G de su modelo predecesor haciendo que la navegación por la red sea endiabladamente rápida. Posiblemente sea el argumento de la velocidad junto con una batería ligeramente mejor (la anterior era simplemente inaceptable) los argumentos de cierto peso para que los usuarios del iPhone 3G hagan su correspondiente upgrade al último modelo. En el apartado de la cámara de fotos no crea que hay grandes mejoras puesto que los californianos siguen empeñados en afirmar que 3 megapíxels son más que suficientes para cualquier mortal y renuncian a subir a los 5 mpx, cantidad en la que se mueve buena parte de los últimos modelos de gama alta de la competencia.

Éxito de ventas seguro

Pero Apple no da puntada sin hilo y tampoco quiere derrochar esfuerzos cuando sabe que cuenta con el móvil del momento en su cartera de productos y el que cuenta con un índice de satisfacción entre usuarios más elevado de todo el mercado. Los poseedores de un iPhone es posible que refunfuñen pero en términos generales están muy contentos con su compra y el 3G S no viene sino a confirmar esa línea que tantos éxitos le ha dado a Apple. Los californianos llevan ya varios años con el producto en el mercado y están en disposición de bajar los precios, algo que a Palm (en plena cuesta arriba en los costos por el lanzamiento del producto) a Nokia (azuzada por la crisis) no les va a sentar muy bien. El 3G S costará en su versión más económica, unos 200 dólares dejando el 3G convencional a precio de un gama baja. En España no queda claro cuál será la política de Movistar al respecto, pero a buen seguro que habrá incrementar ese importe notablemente si nos atenemos a lo ocurrido con el iPhone 3G.

Tampoco queda claro si a este lado del Atlántico podremos disfrutar del tethering o poder usar el iPhone como módem y conectarnos a Internet con el portátil desde cualquier sito, algo que el operador norteamericano AT&T pondrá a disposición de sus clientes. Con todo, la pregunta más importante que cabe hacerse es: ¿merece la pena comprárselo? Sin conocer los precios, realmente no hay argumentos de peso para que un usuario del iPhone 3G dé un salto al nuevo modelo y posiblemente sea esta la gran decepción de Apple ante los suyos. Por otro lado, si no tiene ya un iPhone, no intente comparar técnicamente el 3G S con cualquier terminal de gama alta y última generación ya que posiblemente salga mal parado. Las compras en la casa de Cupertino se hacen con el corazón y bajo el embrujo cool, y es ahí donde Apple reina en solitario.

Aunque tratándose de Apple no suele haber consenso a la hora de calificar el grado de satisfacción de los productos presentados, una buena parte del mercado no ha podido ocultar cierta decepción al conocer los entresijos del nuevo y tan cacareado iPhone 3G S (algunos hasta critican la poca creatividad a la hora de denominar al terminal). Apple una vez más ha desperdiciado una ocasión para innovar y sobre todo, ir más lejos que su más inmediata y pujante competencia. De hecho, las grandes novedades en torno a esta tercera generación del iPhone radican en la incorporación de una brújula y en vitaminar al equipo con más memoria y velocidad de procesador, algo que en su día ya avanzamos. En cualquier caso, los de Cupertino son unos expertos a la hora de vender imagen y sólo a Apple se le podría ocurrir presentar la grabación de vídeo (función presente en la mayoría de los móviles de su gama hace una eternidad), como una mejora de postín por la que merece la pena el cambio o también los comandos de voz, función que muchos móviles de gama inferior llevan tiempo ya ofreciendo de serie.

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