Un buque israelí ataca a un barco con ayuda humanitaria para Gaza

Un buque de la Armada israelí atacó este martes a un pequeño barco que llevaba a bordo activistas internacionales con ayuda destinada a la Franja de Gaza, según informó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor. Se desonoce si hay víctimas tras el enfrentamiento producido entre la embarcación israelí y el yate a motor 'SS Dignity', que partió ayer del puerto chipriota de Larnaca, en Chipre, y donde viajaban 16 activistas con más de tres toneladas de suministros médicos donados por los chipriotas.

Israel declaró el territorio costero como 'zona militar cerrada' y anunció que el barco perteneciente al Movimiento de Gaza Libre no podría atracar en sus costas. Según declaraciones de Palmor, la tripulación del cargo se negó a responder a los llamamientos que le hizo Israel por radio, y entonces un buque israelí "se enfrentró contra éste".

Pero el Movimiento de Gaza Libre informó a Reuters de que el barco, que llevaba casi cuatro toneladas de asistencia médica, fue embestido y atacado en aguas internacionales a unas 75 millas de Gaza por un barco israelí. Palmor negó los disparos contra el buque que contenía ayuda humanitaria, aunque reconoció que ambas embarcaciones tuvieron "contacto físico".

Cientos de tanques cercan la Franja

Israel prepara una posible invasión terrestre de Gaza. Cientos de tanques del Ejercito hebreo cercan la Franja a la espera de la orden para invadir el superpoblado y paupérrimo territorio palestino. Tras tres días de ataques aéreos, que han provocado el caos y llevado los hospitales de Gaza al colapso, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, afirmó ayer ante el Parlamento que la ofensiva militar contra la Franja será "tan amplia e intensa como sea necesario". "Tenemos una guerra total contra Hamás y los de su clase", afirmó, para añadir que el objetivo de los ataques -los más mortíferos desde la Guerra de los Seis Días, en 1967- no es la población civil, sino los dirigentes del movimiento extremista islámico.

A pesar de la ofensiva aérea, la rama militar de Hamás está intacta y aún es capaz de llevar a cabo operaciones significativas en un futuro cercano, según fuentes militares citadas por el diario israelí Haaretz. Un gran número de efectivos y carros de combate se encuentran ya estacionados a las puertas de Gaza, donde esperan enfrentarse "cara a cara" con Hamás, según dichas fuentes. Algunos medios internacionales sostienen que el Ejército hebreo pretende dividir Gaza en tres zonas, para facilitar así su control. El Gobierno israelí declaró ayer "zona militar cerrada" las áreas colindantes a la Franja, ordenando la salida de periodistas e impidiendo el acceso a civiles, lo que podría ayudarle a ocultar sus preparativos para la incursión.         

"Los próximos días serán decisivos para comprobar si desde la Franja paran sus ataques. Nos fuimos de Gaza hace tres años -en alusión a la evacuación israelí de la zona-, y no queremos volver", dijo ayer a Efe el portavoz del Ejecutivo hebreo, Daniel Seaman. Sin embargo, reconoció que una incursión terrestre -para la que Tel Aviv ya ha movilizado a 6.500 reservistas y que según expertos militares conllevará de manera inexorable bajas en las filas de su ejército-, "es una operación complicada".

Mientras, la cifra de víctimas de los bombardeos israelíes contra Gaza aumentó ayer a 350 muertos y alrededor de 1.700 heridos, según precisó el jefe de los servicios de emergencias del Ministerio de Sanidad, Moawya Hassanin, a la agencia de noticias oficial palestina, WAFA. La ONU afirma que, al menos, 57 de ellos son civiles. Al otro lado, los 50 cohetes artesanales lanzados por Hamás y la Yihad Islámica mataron a tres israelíes, dos de ellos en menos de una hora, lo que incrementa la presión sobre el Gobierno de Tel Aviv.  

La ONU condena los bombardeos y EEUU responsabiliza a Hamás 

Las reaciones a la ofensiva se sucedieron ayer por todo el globo. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, condenó ayer las acciones de Israel. "Reconozco el derecho a la existencia de Israel, pero condeno su exceso de fuerza en la Franja", señaló Ban a los periodistas, e instó a Tel Aviv y a Hamás a que declaren el cese inmediato de las hostilidades para evitar la muerte de más civiles. Asimismo, consideró que, si bien Israel tiene derecho a defenderse, también debe mantener abiertos los pasos fronterizos para que pueda llegar ayuda humanitaria a Gaza.

También criticó a los actores regionales e internacionales, que, a su juicio, no están haciendo lo suficiente. Por ello, urgió a los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Liga Árabe, que se reunirán en las próximas horas, a actuar de forma "decisiva y rápida" para lograr el fin de la violencia.

Por su parte, Estados Unidos, que ha asumido el papel de impulsor del proceso de paz en Oriente Próximo, no ha pedido el fin de los bombardeos israelíes. El portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, emplazó a Hamás a detener el lanzamiento de cohetes hacia Israel y a "acceder a respetar un alto el fuego sostenible y duradero".