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Jaguar, por la puerta grande
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PRUEBA Jaguar F-Type S Coupé

Jaguar, por la puerta grande

El nuevo representante de la deportividad de la marca, el F-Type, supone un importante paso adelante en todos los sentidos. Se refiere a todos los aspectos del coche: estética, mecánica y comportamiento

La marca británica Jaguar ha sido durante años un referente en el mundo de los vehículos coupé y descapotables. Primero fueron los ya legendarios XK 140 o 150, más tarde con el E-Type o con el XJS y posteriormente con los últimos XK y XKR. Pero el nuevo representante de la deportividad de la marca, el F-Type, supone un importante paso adelante en todos los sentidos.

Este paso adelante se refiere a todos los aspectos del coche, porque estéticamente es especialmente bonito, porque en su aspecto mecánico es realmente innovador y bueno y también porque su comportamiento en carretera es como el de los mejores deportivos del momento. Es una maravilla de la industria automovilística con la que la marca Jaguar se posiciona en lo más alto entre los coches aspiracionales.

Con pocos coches se llama tanto la atención como con este F-Type coupé, porque tiene un estilo muy bonito pero también muy rompedor. Su frontal afilado y muy vistoso su lateral bien proporcionado, bajo pero sin excesos y con un acceso al interior del vehículo razonablemente bueno para el tipo de coche que es. Pero sobre todo su parte trasera, sin duda la más espectacular, en la que los dos tubos de escape (nuestra unidad de pruebas corresponde a la variante S con motor V6 de 380 caballos) situados en posición central le proporcionan un gran empaque.

Su interior es igualmente espectacular. Se trata de un dos plazas, lo que le sitúa como un hermano pequeño, pero también más moderno del XK, que ofrece una configuración 2+2. En este caso es un dos plazas. Eso sí, los asientos son muy buenos, auténticos bacquet de competición con una perfecta sujeción del cuerpo.

Las calidades que se encuentran en el interior del F-Type son las mejores disponibles en el mercado pero lo que más sorprende es que no se trata de un habitáculo recargado, lleno de cosas lujosas. No, al contrario, es un interior bueno, pero bastante ligero.

La gama del F-Type coupé esta formada por dos variantes “pequeñas” con motor V6 sobrealimentado por compresor con 340 y 380 caballos y por encima un V8 de 550 caballos. La prueba de esta semana la hemos hecho con la versión intermedia asociada con el cambio automático de ocho marchas y con la tracción trasera. Creo que es la más racional, porque aunque el básico ya tiene potencia suficiente para ir muy deprisa, esta supone un plus razonable, mientras que el de 550 caballos es exagerado para un uso normal en carretera.

La primera vez que se pone en marcha el coche supone un verdadero susto para la persona que se sienta al volante y también para las personas que van por la calle. Es un coche muy poco discreto. La sonoridad de este propulsor es realmente llamativa y muy agradable cuando se trata de rodar por una carretera pero quizá exagerada cuando se trata de rodar por las calles de una ciudad. Entonces, ante el más mínimo acelerón, tendremos a todas las personas que van por la calle mirándonos. Además, cuenta con una tecla para amplificar aún más este sonido, ya de por sí muy llamativo.

Sorprende que un coche como este, de solo dos plazas, sea bastante amplio. Tiene una buena sensación de espacio en cuanto a la altura disponible y también el acceso sorprende por ser mucho más fácil de lo esperado, con una forma del techo que no obliga a doblar mucho el cuello para entrar.

Su maletero es espectacularmente amplio. No conozco ningún coupé de dos plazas que tenga más de 300 litros, como tiene este F-Type. Además resulta muy cómodo de cargar, porque se abre de manera automática el portón con el mando a distancia y se puede cargar con facilidad. Y debajo del suelo del maletero tiene unhueco para dejar algún objeto más.

El conjunto motor/cambio de este modelo de Jaguar ofrece un magnífico funcionamiento. Por lo que respecta al motor, y gracias al compresor que lleva incorporado, ofrece un funcionamiento bastante elástico. Funciona bien desde pocas vueltas aunque cuando queremos “estrujar” más el motor hay que subirle de vueltas con lo que se consigue un funcionamiento y también un sonido espectacular. Pero ese sonido tan llamativo hace que pocas veces se pueda usar así el coche sin llamar la atención de la policía.

El motor se muestra muy vigoroso y sube muy rápido de vueltas, lo que hace que siempre haya que estar muy pendiente de la conducción y de no pisar muy fuerte el acelerador. De lo contrario, si lo hacemos a la salida de una curva el control de tracción ralentizará nuestra salida.

El cambio ofrece un magnifico funcionamiento, Se trata de una caja automática de ocho marchas, de la marca alemana ZF, un gran especialista en este tipo de cambios, que ofrece prestaciones de infarto cuando se buscan o un uso más confortable si no se quieren excesos. Las levas en el volante son bastante buenas. Tienen un tamaño adecuado y están fabricadas en un material ligero y con una sensación de agarre muy buena en su parte trasera, la que se utiliza para accionarlas con los dedos.

En el lado negativo comentar que estas levas son solidarias con el volante, por lo que en una utilización muy deportiva a veces se puede llegar a perder el control de dónde está la leva de subir o de bajar marchas, lo que puede tener alguna mala consecuencia.

En cuanto a la palanca de cambios y contrariamente al resto de modelos de la marca británica, en este caso no tiene forma redonda sino que es una palanca más vertical, más parecida a la de otros vehículos del mercado.

El vehículo cuenta con un botón selector del modo de conducción, que cuenta con tres posiciones. El modo normal es el que se usa por defecto siempre. Con él el coche muestra un comportamiento nervioso, sobre todo si pisamos con cierta contundencia el pedal del acelerador. Hay un modo aún más deportivo, que en la propia marca denominan como dinámico, que se debe usar para una conducción en circuito o en algúncaso un poco especial, pero no para el día a día.

Y por el otro lado tenemos un modo algo más suave, que es el que se aplica cuando hay lluvia o terreno deslizante. En este caso es la forma perfecta de conducir tranquilo de verdad, sin que se produzcan esos ruidos de motor en el momento que se acelera y que en esta posición de lluvia se ven algo limitados.

La posición de conducción, con el asiento muy pegado al suelo hace que las sensaciones al volante sean como las del mejor deportivo del mercado. En estas circunstancias, Hacer un recorrido por una carretera de montaña con curvas es con este coche un auténtico placer. Y hace recordar que el automóvil, que en su uso diario es un medio de transporte más, también guarda en algunos casos como el de este Jaguar, una componente de coche para disfrutar, de capricho.

Sus consumos se disparan lógicamente cuando se trata de rodar deprisa y podemos estar por encima de los 15 litros sin mucho problema en un uso normal.Eso sí, si queremos rodar tranquilos por la carreta, sin acelerones, podemos estar circulando con una media de 9 litros o algo más. Pero este coche va siempre pidiendo a gritos acelerar, disfrutar del placer de conducir y del sonido de un motor brillante.

En cuanto a su precio, y centrándonos en las versiones con cambio automático de 8 marchas, el F-Type de acceso con motor de 340 caballos cuesta 75.000 euros. Si optamos por la variante S, entonces el precio sube hasta los 91.000 euros. Y el capricho definitivo para este modelo tan espectacular de Jaguar es el F-Type R Coupé, que cuesta unos 122.000 euros.

Tampoco se puede olvidar, si se piensa en el F-Type, la variante descapotable, que permite disfrutar aún más de la conducción y del sonido del coche, pero que tiene algo menos de rigidez. Son, en cualquier caso, dos alternativas para disfrutar al volante de un automóvil.

La marca británica Jaguar ha sido durante años un referente en el mundo de los vehículos coupé y descapotables. Primero fueron los ya legendarios XK 140 o 150, más tarde con el E-Type o con el XJS y posteriormente con los últimos XK y XKR. Pero el nuevo representante de la deportividad de la marca, el F-Type, supone un importante paso adelante en todos los sentidos.

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