Mitsubishi PHEV, una solución genial

La marca japonesa sigue adelante con su política de electrificación de sus coches. Primero fue el i-Miev, un coche urbano 100% eléctrico comercializado también con las marcas Peugeot y Citroën, y ahora ya está disponible en el mercado un interesante híbrido enchufable basado en el Outlander. Se trata del PHEV, un todocamino con siete plazas que ofrece hasta 50 kilómetros en modo solo eléctrico. La marca ya trabaja en un ASX, todocamino compacto, con esta tecnología híbrida enchufable.

Con todo ello, Mitsubishi se está posicionando como un actor importante de cara a la movilidad sostenible en el futuro a corto y medio plazo porque esta tecnología híbrida enchufable supone la posibilidad de usar a diario un coche en modo 100% eléctrico. Y cuando se acaban las baterías seguir usando normalmente el coche con su motor de gasolina. Lo mejor es que su consumo homologado es de 1.9 litros cada 100 kilómetros.

Un aspecto destacable de este Outlander es que cuando la marca desarrolló el modelo lo hizo contando con esta versión híbrida, por lo que no se trata de un parche o de una adaptación de un modelo normal, diesel o de gasolina, al que se ha añadido un sistema híbrido. Este coche ha sido pensado así desde el principio.

Mecánicamente, el Outlabnder PHEV tiene una configuración distinta al resto de los híbridos del mercado. En este caso tiene un pequeño motor de combustión interna de 121 caballos que puede trabajar conjuntamente o por separado con dos motores eléctricos de 82 CV cada uno. Estos últimos están situados uno en cada eje y son los que en principio mueven el vehículo. Además, permiten ofrecer la tracción 4x4 cuando se funciona en combinación con el motor térmico.

En la parte delantera encontramos también la caja de transmisión, que sustituye a una caja de cambios automática convencional, y el generador. La batería de ion litio de 12 kWh con 80 celdas de 300 V, está ubicada en el centro del coche, bajo el suelo y protegida contra cualquier tipo de impacto. Esta posición mejora el posicionamiento de su centro de gravedad y mejora el reparto de pesos del mismo.

En el Outlander PHEV tiene prioridad la energía eléctrica, por lo que el coche se mueve impulsado por los dos motores eléctricos siempre que sea posible. Estos están comandados por una centralita y en combinación con las ayudas electrónicas a la conducción, en función de las condiciones de motricidad, varían el par que aplica cada uno de ellos, como lo haría cualquier sistema de tracción integral convencional.

En este Mitsubishi el motor de gasolina es complementario y puede entrar en acción para producir electricidad pero también funciona para mover el coche cuando se agotan las baterías o cuando se demanda una aceleración extra, moviendo entonces las ruedas en combinación con los dos motores eléctricos.

El Outlander PHEV permite tres modos de conducción: EV, híbrido serie e híbrido paralelo, de los que el conductor no tiene que preocuparse en seleccionar uno de ellos, porque el sistema se encarga, en función de las necesidades de cada momento, de pasar de uno a otro de forma totalmente automática. Por ello, el manejo de este SUV tan particular no difiere del de cualquier otro todocamino convencional. Es muy sencillo y también placentero porque funciona sin ruido la mayor parte del tiempo.

El conductor sabe siempre en qué modo funciona el coche gracias a la información que proporciona la pantalla multifunción que preside el salpicadero. La principal ventaja de este híbrido enchufable es que la batería se puede recargar en un enchufe doméstico de 230 V en unas cinco horas y con ello se consigue una autonomía de 52 km. También es posible recargarla en un poste de carga rápida, consiguiendo en 30 minutos el 80% de la carga. Para ello, en la tapa de los enchufes hay dos diferentes en función del tipo de recarga elegido.

En el modo EV, el coche se mueve impulsado por la energía eléctrica acumulada en la batería y se puede conducir hasta una velocidad de 120 km/h. Una vez agotada la batería o si se supera esa velocidad, el sistema pasa de forma automática a uno de los otros modos de conducción.

En el modo híbrido en serie, los que mueven el coche son los motores eléctricos, mientras que el motor de gasolina entra en acción para que funcione el generador y así recargar la batería. En el denominado híbrido paralelo, el motor térmico de 121 caballos es el que toma las riendas. Y es el encargado de proporcionar el mayor empuje cuando se demanda una fuerte aceleración o circulamos a velocidades elevadas. En este caso los motores eléctricos sirven solo de apoyo.

El Mitsubishi Outlander PHEV es muy sencillo de conducir, algo que hemos podido comprobar en una toma de contacto de más de 200 kilómetros que hemos podido hacer en la zona sur de la provincia de Madrid. Pero también en un amplio recorrido por la ciudad, donde el PHEV muestra todo su potencial e incluso en una zona de pistas. Y es que este Mitsubishi es un todocamino de verdad, que funciona bien en todo tipo de trazados, y que tiene un sistema mecánico con tres motores que se adaptan perfectamente a todas las necesidades.

En un tramo urbano es muy sencillo conseguir ese consumo de 1,9 litros, pero haciendo una conducción suave y controlando mucho el acelerador se puede lograr una cifra como esa en un recorrido grande por carreteras de tipo de tipo e incluso por pistas, una cifra que es realmente espectacular en un coche tan grande como éste.

Sorprende, por supuesto, su cifra de consumo, pero también la agilidad con la que se desenvuelve este vehículo en las diferentes circunstancias del tráfico. Unas magníficas sensaciones que se repiten en conducción por carreteras del extrarradio, tipo autovías, y por trazados sinuosos de montaña, en las que demuestra un sensacional rendimiento.

El coche tiene dos teclas especiales situadas por detrás de la palanca de cambios, que no tienen el resto de vehículos. Con una de ellas, la de “charge”, es posible recargar la batería con el vehículo en marcha, recargando el 80% de ésta en unos 40 minutos. La otra tecla “especial” se denomina Save y permite conservar la carga de las baterías y utilizar el coche en el modo de utilización con gasolina. Un modo ideal cuando estamos acercándonos a una zona en la que hay restricciones al tráfico contaminante.

El Mitsubishi Outlander PHEV es una muy buena alternativa que va a permitir empezar a introducir en el uso diario la conducción eléctrica. Enchufando cada noche el coche en casa podremos tener hasta 50 kilómetros en modo solo eléctrico, con una notable reducción del coste de utilización. Permite rodar hasta 120 km/h en modo solo eléctrico.

El coche ya está a la venta en España y en principio la filial española prevé unas ventas de 500 unidades. Aunque inicialmente se dijo que su precio sería de 50.000 euros, este se ha ajustado y para España hay dos versiones, el Motion cuyo precio es de 42.500 euros y por encima el Kaiteki, con el máximo equipamiento, en cuyo caso el precio sube hasta los 47.000 euros. A esta cantidad hay que descontar la campaña de lanzamiento, de 3.000 euros, y las ayudas oficiales, recién aprobadas por el Gobierno, que en este caso concreto son de 3.500 euros al situarse su autonomía entre 40 y 90 kilómetros. Es decir un precio de partida de 36.000 euros para un coche realmente interesante e innovador.

Por otra parte, la gama del Outlander se ha visto también ampliada por su parte más baja con una nueva versión de acceso, el 220 DI-D Motion 2WD. El coche ofrece solo tracción delantera y un interesante motor turbodiésel de 150 caballos. E incluye elementos de equipamiento como la tercera fila de asientos, el sistema de apertura y arranque sin llave, los faros de Xenón, la pantalla táctil con cámara de visón trasera, llantas de aleación de 18” o un sistema de audio Premium Rockford Fosgate.