Captur, un coche a la moda

El Renault Captur representa una apuesta muy fuerte de la marca del rombo por un tipo de vehículo que está alcanzando una muy buena aceptación en los últimos meses, el de los todocamino  de pequeñas dimensiones. Un coche basado en la plataforma y el estilo moderno y llamativo del Clio, al que le aporta ese toque algo más campero con su mayor altura al suelo y sus pasos de rueda en material plástico.

Pero antes que nada conviene advertir que no se trata de un todocamino de verdad, con posibilidades reales de uso fuera del asfalto, sino más bien de un vehículo con aspecto de coche más aventurero, pero que por sus dimensiones y por la ausencia de tracción 4x4 se enfoca más hacia lo que podríamos definir como la aventura urbana.

Los gustos de los clientes van variando con el paso del tiempo. Hace unos años la moda eran los todocamino de tipo Nissan Qashqai o Ford Kuga, pero ahora, además de mantener el interés por este tipo de coches que siguen teniendo una buena aceptación, el punto de mira de la clientela se ha puesto en coches de este tipo pero aún más pequeños.  

Y las ventas suben ahora, pese a la difícil situación del mercado,  para los modelos como el Nissan Juke, el Opel Mokka, el Mini Countryman, el Peugeot 2008 o este Renault Captur.

Este nuevo modelo de Renault es, para explicarlo con pocas palabras, como un Clio, con su misma estética exterior y su interior moderno y llamativo, pero en un coche un poco más alto en cuanto a distancia al suelo, con un techo también un poco más alto para proporcionar a los ocupantes una mayor sensación de amplitud interior. Y unas protecciones laterales y en el frontal y la parte trasera para que tenga ese aspecto campero diferenciador.

El coche aporta alguna muy buena idea para hacer de él un vehículo realmente cálido y habitable para el uso diario, para proporcionarle utilidad, pero también para salir de excursión los fines de semana. Uno de los que más me ha sorprendido es su guantera delantera, que es un cajón bastante profundo. Con ello, es realmente un hueco muy útil para dejar objetos como, por ejemplo, una cámara de fotos.   

Gracias a todo ello, a su cuadro de instrumentos distinto a lo que hay en el mercado, con su velocímetro digital perfectamente visible en el centro, con su sistema R-link que permite gestionar todos los sistemas del coche, el conductor y sus acompañantes se sienten de verdad muy a gusto en su interior.

Y también su maletero es bastante generoso, cuenta con un volumen homologado que parte de los 377 litros con los asientos en su posición más retrasada y que llega a los 455 litros cuando los asientos se deslizan hacia delante. En este caso, tengo que decir que las plazas traseras quedan muy limitadas en espacio para las piernas.

Cuando se pliegan estas plazas, entonces el volumen de carga es de más de 1.200 litros. Este maletero tiene un doble fondo que en función de las necesidades se puede utilizar para llevar algunas cosas guardadas y separadas de la vista o para utilizar todo el volumen de carga.

Hemos querido probar la versión de acceso de este modelo que ofrece en su gama tres motores distintos. Por un lado un diesel y un gasolina, ambos con 90 caballos, y por encima una variante tope de gama con un propulsor de 120 caballos de gasolina asociada con un cambio de doble embrague que proporciona una utilización muy cómoda y efectiva.

Pero como les decía, nuestra prueba la hemos realizado con la versión de acceso, es decir, un motor de gasolina de 3 cilindros de 900 centímetros cúbicos que rinde 90 caballos. Parece que este motor no podrá mover con suficiente alegría este vehículo más alto y pesado que un Cio, pero la realidad nos vuelve a sorprender muy gratamente.

Se mueve, y muy bien. Eso sí, hay que utilizar un poco más el cambio y sobre todo hay que tener en cuenta que cuando queramos acelerar con decisión tendremos que subir de vueltas, acelerar más a fondo, hacer más ruido… y consumir más.    

Cuando sí se aprecia más ruido es cuando empezamos a forzar el ritmo de uso, cuando superamos esas 2.500 vueltas y pisamos con más fuerza el acelerador. Entonces aparece un sonido ronco, diferente al del resto de los motores, pero que transmite a su conductor la sensación de que hay más potencia disponible.

Donde este coche se mueve con soltura es en un entorno urbano y en los alrededores de la ciudad. No es un coche pensado para hacer grandes viajes aunque acepta con mucha soltura un uso de este tipo, pero entonces el ruido, y también el consumo, se disparan un poco.

Pese a su aspecto más aventurero, este Captur se mueve muy bien por la ciudad, y es que sus dimensiones contenidas combinadas con un sistema Stop/Start bastante eficiente permiten unos consumos muy razonables.

El valor homologado para este coche en el ciclo combinado es de 4,9 litros, una cifra muy buena si tenemos en cuenta todo lo que ofrece el coche, su mayor peso y altura con respecto a un Clio, y sobre todo, que se trata de un vehículo de gasolina, que es algo que no debemos olvidar.

Hemos hecho una parte de nuestra prueba rodando a tope de sus posibilidades, aunque siempre dentro de los límites legales, pero acelerando siempre al máximo, y el consumo que hemos conseguido se ha quedado en poco más de 7,0 litros, que creo que es un muy buen valor en estas circunstancias. Luego, con una utilización más racional hemos estado en torno a los 6,0 litros.

Esto significa que para evitar males mayores conviene no adentrarse en caminos o pistas complicados de las que no se conoce su estado y que nos pueden poner en un aprieto. Tratar de subir una pendiente pronunciada es complicado porque tiene un embrague normal adaptado al motor que lleva. Y este motor es un gasolina de poca cilindrada por lo que su elasticidad es muy limitada y una maniobra un poco forzada nos hará machacar el embrague.

Renault se está planteando la posibilidad de montar en un futuro en el Captur un sistema de tracción similar al empleado en el nuevo Scenic X-mod, que permite mejorar la tracción al poder ajustar mediante una tecla el uso del control de tracción en tres modos diferentes. Pero como les digo, de momento es solo una idea si los clientes lo piden.    

Este nuevo Renault Captur es un coche que se fabrica en exclusiva en España para todo el mundo, y por ello, es importante para Renault España.- Pero también lo es para la producción de vehículos en España que sigue creciendo.

Si estuviera pensando en comprar un Captur, creo que apostaría más o bien por la versión diesel de 90 caballos, con mucho más par y un consumo más ajustado, o bien por el más potente de 120 caballos, que ya es un cuatro cilindros y que cuenta de serie, con el cambio de doble embrague, más cómodo y que da un poco más de posibilidades fuera del asfalto.

El Captur es un magnífico coche español que se integra a la perfección en el nuevo segmento de moda del mercado, el de los todocamino pequeños, los aventureros de la ciudad, con motores poco consumidores y con un precio bastante ajustado.