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XJ, premio a la elegancia
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PRUEBA/JAGUAR XJ 3.0 V6 DIESEL

XJ, premio a la elegancia

Jaguar ha sido durante años la marca más clásica del mercado. Su modelo XJ ha permanecido más de 20 años casi sin cambios en su aspecto

Jaguar ha sido durante años la marca más clásica del mercado. Su modelo XJ ha permanecido más de 20 años casi sin cambios en su aspecto exterior, pero en 2010 la marca británica decidió hacer su revolución y lanzar una nueva berlina con un aspecto totalmente distinto, mucho más moderno y rompedor. Este es el XJ que ahora probamos.

El Jaguar XJ es la berlina de lujo grande, un modelo de más de cinco metros, con un potente motor y un vehículo ideal como coche de representación y para hacer grandes viajes. Es decir, el rival británico de las berlinas de lujo alemanas que son las claras dominadoras casi en exclusiva de este segmento de mercado.

Tanto el Audi A8 como el Mercedes Clase S o el BMW Serie 7 son típicos modelos con tres volúmenes bien diferenciados y con un maletero separado. Como era hasta el año 2010 el Jaguar XJ. Sin embargo, esta nueva generación es distinta. Su silueta recuerda más a la del Mercedes CLS o a la del recién lanzado Serie 6 Gran Coupé. Pero el modelo británico tiene una gran diferencia con respecto a estos últimos y es que es más grande que aquellos. La versión de carrocería corta mide 5,12 metros, mientras que el largo alcanza los 5,25.

Para esta prueba, hemos elegido la variante básica del Jaguar XJ, es decir la versión de carrocería corta y con el motor diesel V6 de 275 caballos. Es un coche perfecto, amplio, con una buena distancia entre ejes, que va muy bien asentado sobre el asfalto y con un motor más que suficiente para ‘volar’ por la carretera. Pero es que dentro de este segmento se lleva mucho la exageración en cuanto a potencia.

Al entrar por primera vez en el habitáculo de este Jaguar llama la atención la atmósfera cálida que acoge a su conductor incluyendo la bienvenida que nos da al levantar la palanca giratoria. Por supuesto, dentro encontramos la mejor calidad de piel, una terminación muy cuidadosa y los mejores materiales. Pero, también vemos un detalle que, al menos a mí, me parece muy elegante que es el reloj analógico en color azul situado entre los dos aireadores redondos centrales del salpicadero.

Otro detalle que llama la atención desde el primer momento es su cuadro de instrumentos digital. Aunque en realidad no es digital, sino que se trata de una pantalla TFT en la que en condiciones normales aparecen los tres relojes habituales con la información de todos los cuadros de instrumentos, velocidad, cuentavueltas, temperatura, depósito de combustible y demás. Sin embargo, en función de las circunstancias se puede sustituir uno de estos relojes por otras informaciones del vehículo.

La habitabilidad es razonablemente buena. Y digo esto porque las plazas delanteras son realmente confortables, muy amplias y con todo lo que conductor y acompañante pueden necesitar al alcance de su mano. Sin embargo, en las plazas traseras la situación es algo diferente, los tres ocupantes van bien situados en lo que a anchura se refiere y también la cota de altura es buena pese a la caída de la carrocería hacia atrás.

Donde las cosas no van tan bien es en la distancia para las piernas. Un coche de 5,12 metros debería tener más sitio en este sentido que el que tiene este XJ. Pero sí sale bien parado en el maletero, con sus 520 litros.

Hemos probado la versión menos potente, un diesel V6 de 275 caballos con doble turbo. Es un motor brillante que ofrece mucho empuje desde las 2.000 vueltas, aunque se muestra algo perezoso cuando le hacemos subir desde muy abajo.

Quizá lo que más sorprende de este motor es que resulta muy silencioso, hasta el punto de que si uno coge el coche de nuevas no sabrá si es un diesel o un gasolina. En este sentido es realmente un propulsor ejemplar.

Gracias a esta mecánica, el Jaguar XJ corre mucho, es un coche muy ágil capaz de cubrir el 0 a 100 en menos de siete segundos. Y en cuanto a sus consumos, la cifra homologada es de 8,9 litros con unas emisiones de 189 gramos de CO2 por kilómetro.

Asociada a este propulsor encontramos una caja de cambios de 6 marchas que se acciona mediante un botón giratorio. Al poner en marcha el coche automáticamente este botón giratorio se levanta para permitir al conductor elegir la posición deseada.

Esta palanca, muy atractiva en su diseño, es muy útil y diferente pero tiene un aspecto negativo frente a la que ofrecen sus rivales y es que mientras que en los modelos alemanes se pueden seleccionar marchas con la propia palanca, en el caso del Jaguar, la única posibilidad es utilizar las levas situadas en el volante.

Pese a sus generosas dimensiones, el Jaguar XJ ofrece un tacto muy deportivo, algo que caracteriza a los últimos modelos de la marca británica. Aunque es un coche que tiene su lógica para ser utilizado con chofer se presta a que la persona que va en el asiento posterior se siente a los mandos.

Si activamos el modo ‘sport’ de la palanca de cambios, veremos cómo las marchas se estiran hacia arriba y permite una conducción mucho más deportiva. Pero si además pulsamos el botón Dynamic, con el que aparece en el cuadro de instrumentos una bandera ajedrezada, entonces todo cambia y se hace mucho más deportivo.

La dirección se endurece, la entrada en acción del ESP se retarda, la amortiguación se hace más firme. En esas condiciones es en las que su conductor se ve ‘forzado’ a empezar a utilizar las levas para ir cambiando de marcha y aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece una berlina lujosa y elegante pero que en su interior esconde una gran deportividad.

El equipamiento es completísimo en aspectos de confort y elegancia. Por ejemplo, cuenta de serie con suspensión neumática adaptable, capó desplegable para proteger a los peatones en caso de atropello, navegador, control por voz, lector de DVD o Bluetooth…

 Sin embargo, tiene pequeñas lagunas con respecto a sus rivales alemanes más avanzados en aspectos como la visión nocturna o el Head Up Display. Pero, por el contrario, ofrece un confort de marcha y una elegancia que yo creo que es superior a la de sus rivales alemanes más centrados en la tecnología más avanzada.

A modo de resumen, yo les diría que el Jaguar XJ es una berlina de lujo para aquellas personas que buscan una alternativa a los modelos alemanes que año tras años ofrecen la misma estética, las mismas mecánicas y los últimos avances tecnológicos.  

El precio de 85.680 euros corresponde a la versión básica de acceso a la gama del XJ, la que equipa el motor diesel de 275 caballos con el acabado Luxury. Para los que buscan más, hay una terminación Premium Luxury y la más completa Portfolio. En la gama de gasolina, un motor V8 de 385 caballos y por encima el Supercharged de 510 caballos, cuyo precio es de 157.430 euros.

Jaguar ha sido durante años la marca más clásica del mercado. Su modelo XJ ha permanecido más de 20 años casi sin cambios en su aspecto exterior, pero en 2010 la marca británica decidió hacer su revolución y lanzar una nueva berlina con un aspecto totalmente distinto, mucho más moderno y rompedor. Este es el XJ que ahora probamos.