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José Luis Ulibarri, de arar en Castilla y León a pescar en el Mediterráneo
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José Luis Ulibarri, de arar en Castilla y León a pescar en el Mediterráneo

En la lista de imputados por el juez Garzón figura José Luis Ulibarri Comerzana. He ahí un hombre con mucho poder en la Comunidad Autónoma de

Foto: José Luis Ulibarri, de arar en Castilla y León a pescar en el Mediterráneo
José Luis Ulibarri, de arar en Castilla y León a pescar en el Mediterráneo

En la lista de imputados por el juez Garzón figura José Luis Ulibarri Comerzana. He ahí un hombre con mucho poder en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, siempre a la sombra del Partido Popular y de los distintos presidentes autonómicos del PP. Una especie de Randolph Hearst en versión local. Un experto en Comunicación sobrevenida. Su status solo es discutido por el burgalés Méndez Pozo, dueño del Grupo Promecal. No es casualidad, por eso, que ambos, Ulibarri y Méndez Pozo, hayan resultados beneficiados con la adjudicación a pachas del nuevo canal de televisión autonómica de Castilla y León.

Nuestro hombre dio sus primeros pasos como profesional en Ponferrada, León, al lado del constructor José Martínez Núñez, dueño del grupo TECONSA, para quien trabajó como aparejador y al que dejó tirado en el año 1981 para montar su propio negocio, la constructora Begar SA, al principio como vicepresidente y consejero delegado, pero a partir de 1995 como presidente y amo indiscutido. De Martínez Núñez (su gran enemigo, propietario de La Crónica de León) había aprendido las triquiñuelas del negocio constructor, pero, sobre todo, la manera de tratar con los políticos de la Junta. Un paseo triunfal. Porque, siguiendo ese universal catón español tan conocido por todo constructor que se precie, Ulibarri y Begar entraron en el complicado negocio de los medios de comunicación simplemente por su condición de arma de disuasión masiva para políticos con remilgos a la hora de otorgar proyectos, recalificar terrenos y, en definitiva, hacer crecer el negocio constructor. Real como la vida misma.

Propietario del 20% de Punto Radio en Castilla y León (socio por ende del Grupo Vocento), además de dos cabeceras (en Soria y Burgos, asociado en ambos casos con Unedisa, editora de El Mundo), y dueño de una rumbosa red de televisiones locales en Castilla y León, Ulibarri dio el golpe en marzo de 2007 al hacerse con la propiedad del Diario de León, el periódico líder en la provincia, tanto en ingresos como en difusión, que era propiedad de Santiago Rey y por el que pagó la friolera de 36 millones de euros, 6.000 millones de las antiguas pesetas.

Todo un golpe de mano de un tipo ambicioso, convencido de que la alianza burbuja inmobiliaria-medios de comunicación iba a durar hasta el fin de los tiempos, por encima de las coyunturas económicas. Porque nuestro hombre había ya asentado sus reales en Madrid, con la propiedad de un portal en Internet (elsemanaldigital.com), particularmente versado en asuntos internos de la calle Génova, diario en la red que dirige Antonio Martín Beaumont, ex secretario general que fue de Nuevas Generaciones del PP.

Con amigos tan notorios como el ex concejal de Vivienda del PP del Ayuntamiento de Madrid Sigfrido Herráez, el grupo Begar se hizo muy presente en obras diversas en la capital y alrededores, desde el ensanche de Vallecas hasta Boadilla del Monte (escándalo al canto con UFC, su promotora inmobiliaria). En realidad, estamos ante un empresario en el que es prácticamente imposible deslindar lo que hay de genuino esfuerzo personal y de favor-componenda política (Juan Vicente Herrera, Javier León de la Riva, Caja España y un larguísimo etcétera). Un conseguidor por domo sua, prototipo de empresario de la España de la burbuja. 

Si la tentación vive arriba, como el título de la famosa película, la tentación de José Luis Ulibarri consistió en dar el salto desde su Burgos natal para asomarse al Mediterráneo. Castilla y León se le había quedado pequeña. Y ello de la mano, según la información que maneja el juez, de los supuestos cabecillas de la trama de corrupción desmantelada por Garzón, con Francisco Correa a la cabeza. Tan fructífera amistad terminó, con el visto bueno de Francisco Camps, en la concesión a su grupo de hasta con 13 concesiones de TDT en la Comunidad valenciana (Tele 7), además de la construcción del hospital de Lliria, entre otras cosas. En una reciente entrevista aparecida en el Diario de Valladolid, el gran Ulibarri se mostraba confiado: “Podemos mirar al futuro con una base sólida”. Magistral.

En la lista de imputados por el juez Garzón figura José Luis Ulibarri Comerzana. He ahí un hombre con mucho poder en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, siempre a la sombra del Partido Popular y de los distintos presidentes autonómicos del PP. Una especie de Randolph Hearst en versión local. Un experto en Comunicación sobrevenida. Su status solo es discutido por el burgalés Méndez Pozo, dueño del Grupo Promecal. No es casualidad, por eso, que ambos, Ulibarri y Méndez Pozo, hayan resultados beneficiados con la adjudicación a pachas del nuevo canal de televisión autonómica de Castilla y León.