Ramón Blanco, ex CEO de Repsol, implicado en las tramas de Boadilla y Liechtenstein

“Hasta ahora hemos pensado que era una muestra de incompetencia y despilfarro, pero ahora, con la aparición del administrador de Rusticas MBS implicado, quizás hayamos encontrado la auténtica razón de este absurdo contrato”. El portavoz del PSOE en Boadilla, Pablo Nieto, empieza a ver la luz. El administrador al que se refiere es José Ramón Blanco Balín, ex consejero delegado de Repsol en tiempos de Alfonso Cortina, asiduo de consejos de administración de campanillas y al que Francisco Correa, organizador de eventos para el PP en época de José María Aznar y presunto jefe de la trama de corrupción política que investiga el juez Baltasar Garzón, implica en el escándalo.

El contrato al que alude el portavoz socialista es el derecho de superficie sobre 30 locales que Blanco obtuvo de la empresa municipal de suelo de Boadilla tras abonarle 320.000 euros. Para el portavoz socialista, ahora se explica que el Ayuntamiento arrendara tan sólo uno de esos 30 locales para la nueva comisaría por un precio de 104.000 euros al año, una tercera parte del canon que recibe el consistorio del empresario. “Era muy inferior a lo que se podría conseguir si el Ayuntamiento alquilara directamente los locales comerciales”, explicaba. En la grabación transcrita por El País, Correa dice tener entre manos un gran negocio urbanístico y asegura que “de mi 50% yo reparto con Ramón Blanco…”.

Y es que, últimamente, Ramón Blanco está en todas las salsas. No en vano su nombre también salió a relucir hace escasamente dos meses como uno de los tres asesores fiscales que presuntamente habría colaborado en operaciones de lavado de dinero dentro de la investigación que dirige el que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz contra entre 150 y 200 particulares, empresas y sociedades por un posible delito de evasión de capitales a través del paraíso fiscal de Liechtenstein. La lista negra, que publicó Interviú en diciembre citando fuentes de Anticorrupción, incluía a nombres como Alejandro Sanz o Artur Mas. La Hacienda Pública estima que dejó de ingresar 73 millones de euros entre 2002 y 2006.