El pelotazo del conde Rúspoli en Boadilla: 25 millones tras vender el suelo de su palacio

Enrique Jaime Rúspoli Morenés, conde de Bañares, Maestrante de Granada y Guarda Noble de su Santidad el Papa, ha culminado el pelotazo que inició en 1998 cuando decidió traspasar el palacio del Infante Don Luis al ayuntamiento de Boadilla del Monte. Casi dos décadas después, el conde acaba de vender a una promotora de reciente creación, participada al 100% por una firma holandesa, los terrenos que le quedaban como pago que le hizo el consistorio por su palacio, declarado Bien de Interés Cultural en 1974. El conde Rúspoli, descendiente del matrimonio celebrado entre Manuel Godoy, valido del monarca Carlos IV, y la condesa de Chinchón, ha obtenido 25,5 millones por la venta de dos parcelas de 93.600 metros cuadrados.

El comprador es la empresa Lambda Beta Investments, constituida en junio de 2016. Como administrador aparece Joaquín Ros Felis, un exdirectivo del Grupo Pinar. El único accionista de esta promotora es la firma holandesa BP-O First Homes IBV. La operación se cerró en noviembre del año pasado, según la documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial. Los terrenos se encuentran en El Olivar tercera fase, uno de los nuevos desarrollos de este municipio afectado por el nuevo plan urbanístico de Boadilla, que acaba de ser tumbado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por un olvido administrativo. El proyecto de reparcelación permite la construcción de 226 viviendas en esas dos fincas, de las que 114 serán chalés de dos plantas.

Según Foro Consultores, el metro cuadrado en Boadilla del Monte oscila entre los 1.700 y los 2.200 euros, en función de que la vivienda sea unifamiliar o en altura. Aunque Lambda no ha empezado a construir, si hoy pudiera vender las 226 casas (con una superficie media de 120 metros cuadrados) el precio total se iría por encima de los 55 millones de euros. Pero es una estimación a la baja, ya que una operación de este tipo seguramente se vaya por encima de los 80 millones de ingresos con todos los inmuebles vendidos, según otros expertos consultados. Los nuevos propietarios no han tenido que ceder el 10% del suelo al Ayuntamiento para servicios municipales, tal y como marca la ley, ya que el convenio que se firmó en 1998 con el conde le reconocía la totalidad del aprovechamiento urbanístico.

Ese año, el Gobierno local (gobernado por el PP) y Enrique Rúspoli firmaron un convenio para que el municipio recuperara el palacio del Infante Don Luis, una edificación construida en 1763 bajo el encargo del infante Don Luis, hermano de Carlos III. El hermano del conde es el actual marqués de Boadilla. El convenio fijó un primer pago de 1,2 millones de euros en efectivo y suelo público para construir 338 viviendas, terrenos entonces valorados en 10,8 millones de euros. Es decir, un total 12 millones de euros, un sobreprecio de 4,2 millones sobre la tasación que había hecho el Ministerio de Cultura, que valoró el palacio en 7,8 millones de euros. Para ejecutar el convenio y pagar el palacio con terrenos municipales fue necesaria una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El PGOU (y por ende el convenio) acabó en los tribunales tras la denuncia de una inmobiliaria, Fincas Boadilla. En octubre de 2002 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbaba el plan urbanístico. Un año después hubo cambios en el Gobierno local, y Arturo González Panero, alias 'El Albondiguilla', imputado en la Gürtel, se hizo con la alcaldía. Panero no tuvo más remedio que acatar la sentencia y declaró nulo el convenio con el conde en mayo de 2003. El Ayuntamiento decidió entonces corregir el plan declarado nulo y aprobó un nuevo convenio, exactamente igual que el primero. El problema es que en 2003 Boadilla ya había abonado al conde el pago en efectivo, 1,2 millones de euros, y le había transferido cuatro parcelas municipales para construir las primeras 112 viviendas.

El noble descendiente de Manuel Godoy no había perdido el tiempo y ya había vendido esas cuatro parcelas que sumaban 13.440 metros cuadrados en diciembre de 1999. El comprador fue la promotora Valle del Duero, que pagó 7,2 millones de euros. Valle del Duero pertenecía a la constructora burgalesa Aragón Izquierdo. El Ayuntamiento, no obstante, ha tardado años en abonar el pago que quedaba pendiente del convenio, el suelo restante donde levantar las 226 viviendas que faltaban hasta completar las 338. Sumando efectivo y las dos operaciones inmobiliarias, el conde ha ingresado en estos años 34,1 millones de euros.

Mini Versalles

El palacio, que ha sido reacondicionado tras una fuerte inversión, parece un pequeño Versalles. Los jardines también han sido restaurados y se pueden visitar. Es, sin duda, el emblema más importante del municipio. Pero la verdad es que nunca tuvo el uso para lo que fue expropiado. Si en 1996 el objetivo era que fuera sede del Instituto Europeo de Medio Ambiente, en 1998, cuando se firmó el convenio, el destino ya había cambiado. Iba a ser la sede del Centro de Formación de Funcionarios Europeos, pero el litigio judicial paralizó todo. A finales de 2002 el Ayuntamiento de Boadilla firmó con el Ministerio de Defensa un acuerdo para que el palacio se convirtiera en la sede de la Escuela de Equitación y Cría Caballar del Ejército. Tampoco fructificó.

El siguiente proyecto fue convertir el palacio en la sede de la Sociedad General de Autores (la SGAE), pero en septiembre de 2010 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló esta concesión. Una auditoría municipal valoró en 511.000 euros los daños que la SGAE dejó en el palacio.