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El núcleo duro de Artur Mas saldrá reforzado en el nuevo Gobierno catalán
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LOS COMPLICADOS EQUILIBRIOS PARA CONTENTAR A DURAN Y A ERC

El núcleo duro de Artur Mas saldrá reforzado en el nuevo Gobierno catalán

El tiempo apremia estas Navidades, especialmente para los políticos catalanes. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, tiene deberes para los días festivos: elaborar su nuevo

Foto: El núcleo duro de Artur Mas saldrá reforzado en el nuevo Gobierno catalán
El núcleo duro de Artur Mas saldrá reforzado en el nuevo Gobierno catalán

El tiempo apremia estas Navidades, especialmente para los políticos catalanes. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, tiene deberes para los días festivos: elaborar su nuevo Gabinete, con el que ha de contentar por igual a sus dos grandes socios de Gobierno: Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y Esquerra Republicana (ERC). Es una tarea ardua, ya que los intereses de ambas formaciones son antagónicos: los democristianos quieren llevar a cabo una política moderada, lejos de excesos verbales e identitarios, mientras que los republicanos pugnan por una línea dura que lleve cuanto antes al nuevo Gobierno a convocar un referéndum independentista.

Mas trabaja contra reloj estas Navidades para acabar el puzle, ya que está previsto que el nuevo Gabinete tome posesión el día 27 de diciembre. ”El día 26 es festivo en Cataluña y el día 28 no es una buena fecha para la toma de posesión, ya que es el Día de los Inocentes”, explican fuentes convergentes a El Confidencial.

UDC no está dispuesta a perder peso en el Gabinete. Josep Antoni Duran Lleida ha hablado con Mas los últimos días para discutir los perfiles de los nuevos hombres del mismo. Y aunque en el aspecto económico parece segura la continuidad del principal peso pesado, Andreu Mas-Colell, quedan todavía algunos flecos por atar. Se da por segura, por ejemplo, la continuidad de la vicepresidenta, la democristiana Joana Ortega, así como la inclusión de otro miembro de Unió, que podría ser Ramon Espadaler.

Eso, en principio, sería suficiente para contentar a Duran, aunque dependiendo de los elegidos para las restantes consejerías querría compensar con moderados la inclusión de miembros más afines a ERC.

Lo que parece claro es que el núcleo duro más cercano a Artur Mas ganará peso. Francesc Homs, hasta ahora secretario general de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, pasaría a ser consejero, aunque habrá que esperar a ver dónde le ubican. El otrora hombre fuerte de Convergència, Felip Puig, que ha oficiado de consejero de Interior desde hace dos años, será una de las incógnitas del nuevo Gobierno. Sectores de CiU presionan desde hace meses para que se le sustituya; es más, después de verano se le daba por amortizado e, incluso, sonaba el propio Homs para ocupar su cargo. Sin embargo, este podría tener también asignada la consejería de Presidencia.

El actual secretario del Gobierno, Germà Gordó, hombre de confianza de Mas, es otro de los probables nuevos consejeros. Aunque siempre ha preferido mantenerse entre bastidores, Gordó aceptó ir en las listas electorales y ahora ha recibido el ofrecimiento de Mas para ocupar una cartera. “No es de su agrado, aunque acatará lo que el president le pida”, dice una fuente cercana. Estas fuentes subrayan que él se siente más cómodo trabajando como secretario del Gobierno, por ejemplo, que como consejero.

Se da por seguro, en cambio, que no repiten el consejero de Empresa y Ocupación, el independiente Francesc Xavier Mena, la de Justicia, Pilar Fernández Bozal (también independiente y nombrada a instancias de UDC), y el de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder.

Fernández Bozal es uno de los nombres que no agradan a Esquerra ya que en su etapa como responsable de los servicios jurídicos de la Delegación del Gobierno en Cataluña interpuso los recursos contra los referendos independentistas que se celebraron en muchas localidades catalanas.

Las luchas internas en CDC

El nombre de Recoder se cae por otras circunstancias. Él mismo declaró este lunes a la emisora pública Catalunya Ràdio que no repetirá como consejero por “motivos estrictamente personales”. Pero en CiU aseguran que “no es que se vaya, es que le echan”. Recoder admitió que tiene ganas de hacer otras cosas, pero que seguirá vinculado a la política como diputado. En algunos sectores se le ha querido presentar como el sucesor de Artur Mas para el día en que este se retire. Sin embargo, en esa tarea tiene varios y poderosos competidores: desde el propio Oriol Pujol (si sale airoso de las polémicas en las que se encuentra por su actuación junto a la trama de las ITV) hasta el alcalde de Figueres, Santi Vila, a quien algunos ven como la gran esperanza de Convergència por su juventud y su peso cada día mayor dentro del partido. Según las fuentes consultadas, Recoder podría retomar su actividad como abogado, restituyendo relaciones con la familia Echevarría, con quien ya había trabajado hace años.

Pero las verdaderas causas de su caída hay que buscarlas en la lucha interna dentro de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). “Lluís fue la única voz crítica que se levantó en el consejo nacional de Convergència en contra de la deriva independentista del partido. En aquel momento, las encuestas daban una importante subida a las formaciones que apostaban por la independencia y, especialmente, a CiU. Aún así, se opuso a la estrategia del núcleo duro convergente y desde aquel momento quedó sentenciado”, explican fuentes cercanas a CDC a El Confidencial.

También hay otro motivo por el que se le quiere apartar de la consejería: la adjudicación, en un tiempo exprés, de la compañía pública Aigües Ter Llobregat (ATLL). Dicha adjudicación se hizo con criterios poco claros, y el asunto ha llegado ya al juzgado, amenazando con un nuevo escándalo político del Gobierno de Mas. Con el primer pago de la venta, la Generalitat esperaba poder liquidar las nóminas del mes de diciembre y cuadrar los presupuestos de este año.

El tiempo apremia estas Navidades, especialmente para los políticos catalanes. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, tiene deberes para los días festivos: elaborar su nuevo Gabinete, con el que ha de contentar por igual a sus dos grandes socios de Gobierno: Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y Esquerra Republicana (ERC). Es una tarea ardua, ya que los intereses de ambas formaciones son antagónicos: los democristianos quieren llevar a cabo una política moderada, lejos de excesos verbales e identitarios, mientras que los republicanos pugnan por una línea dura que lleve cuanto antes al nuevo Gobierno a convocar un referéndum independentista.

Artur Mas