Mas castiga a los socialistas y los excluye de la ‘cocina’ del pacto fiscal

El presidente catalán, Artur Mas, se reúne hoy con Convergència i Unió (CiU), con Iniciativa per Catalunya (ICV) y con Esquerra Republicana (ERC) con el fin de preparar la reunión que tendrá el próximo día 20 de septiembre con el presidente español, Mariano Rajoy, para hablar del pacto fiscal. Se trata de perfilar algunos detalles y de abordar incluso la estrategia a llevar ante el Gobierno central para que el espíritu del pacto pueda salir incólume.

Pero los grandes ausentes de esta cocina del pacto fiscal son los socialistas, que aunque son el principal grupo de la oposición, han quedado excluidos de la reunión. En realidad, tal y como apuntan a El Confidencial fuentes del Gobierno catalán, “en la propia resolución parlamentaria del 25 de julio ya se dice que el grupo de trabajo ha de estar formado por las fuerzas que dan pleno apoyo a la misma, lo que no ocurre en el caso del PSC”. Lo que hicieron los socialistas fue votar a favor de todos los puntos pero se abstuvieron en el apartado que reclama una Hacienda propia para Cataluña. En cambio, otros partidos de la oposición, como el PP, Solidaritat Catalana per la Independència (SI) y Ciutadans votaron en contra.

A pesar de ello, el PSC había expresado al Gobierno catalán su deseo de formar parte del grupo de trabajo. Pero se encontró con una extraña situación: ICV pidió que los socialistas entrasen mientras CiU y ERC (que había sido socio de Gobierno con el PSC) se opusieron.

El líder del PSC, Pere Navarro, envió ayer una carta a Artur Mas quejándose de su exclusión. Le decía que ésta “es un grave error político” y que sólo podía deberse a la particular “visión táctica” de los dirigentes de CiU. Algunas fuentes socialistas consultadas por El Confidencial subrayan que el Gobierno catalán juega sucio en este tema, intentando visualizar “catalanes buenos y malos”.

Estas mismas fuentes añaden que “siempre nos meten en el mismo saco que el PP, cuando saben que los populares y nosotros tenemos posturas radicalmente distintas en el tema del pacto fiscal. En definitiva, lo que pretende Mas es hacer frentismo”. Los socialistas, subrayan, “defenderemos nuestra posición por la vía parlamentaria y por la vía política, pero no entraremos en la estrategia frentista del Gobierno catalán. No entraremos en ese juego, porque no es cierto”. Ello implicará que, en el futuro, el PSC examinará con lupa los acuerdos que se puedan tomar en el marco de las negociaciones con el Gobierno central y tendrá las manos libres para arremeter contra las decisiones si éstas no son de su agrado.

Las quejas de los socialistas

En uno de los puntos de la resolución parlamentaria, se señala que se debe crear un grupo de trabajo “con capacidad decisoria para hacer el seguimiento de la negociación con el Estado, integrado por el Gobierno y por las fuerzas parlamentarias que manifiesten el pleno apoyo a esta resolución. Este grupo ha de fijar un calendario de actuación ligado al tiempo de negociación con el Estado”.

El PSC cree que, con la abstención en uno de los puntos, no incumple esta norma, puesto que no votó en contra de ninguno de los apartados de la resolución. ”No se puede dejar fuera de juego al principal partido de la oposición. Lo que ha habido es una decisión política que tiene que ver más con una postura partidista que con otra cosa. Además, estamos seguros que podríamos aportar mucho tanto aquí como allí si estamos presentes en la negociación”.

Pere Navarro también recuerda en su misiva que “es más lo que nos une que lo que nos separa” y enfatizaba el hecho de que su formación podía aportar una visión más abierta del pacto fiscal, a la vez que visualizar un apoyo político más amplio a la nueva financiación. La suma del principal partido de la oposición, dice el texto, “fortalecería la voz de Cataluña en Madrid a la hora de negociar”.

Otras fuentes consultadas socialistas señalan a este diario que “uno de los puntos de la resolución también dice que el Gobierno catalán ha de conseguir la máxima implicación de todos los sectores políticos, económicos y sociales de Cataluña en torno al pacto fiscal. ¿Cómo explica, pues, Artur Mas, que nos deje fuera del grupo de trabajo si con ello también está incumpliendo el propio mandato del Parlamento? Ahí se demuestra que la decisión de que no estemos en el cónclave es pura táctica política”.

Lo que molesta sobremanera al líder del PSC, sin embargo, es que esta misma semana el secretario general de Convergència Democràtica (CDC) y presidente del grupo parlamentario de CiU, Oriol Pujol, tendiese públicamente la mano a los socialistas ofreciendo una relación bilateral para que no quedasen fuera de la negociación. Horas más tarde, sin embargo, ese ofrecimiento quedó en agua de borrajas y su disponibilidad, maltrecha.