Accidente de autobús en Fuenlabrada: ¿En qué consiste un test de drogas en carretera?

Este miércoles, una noticia -aunque por fortuna con final feliz- estremecía a media España: un autobús escolar, en el que viajaban 44 niños de entre 11 y 13 años, volcaba en una rotonda de la madrileña M-506, a la altura de Fuenlabrada. El accidente, en principio sin explicación al tratarse de un punto no demasiado conflictivo, provocó heridas leves en 17 menores. Poco después, saltaban las alarmas: el conductor daba positivo en el test de drogas.

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Pero, ¿en qué consiste este tipo de prueba? Muchos conductores conocen las pruebas de alcoholemia, muy comunes en nuestro país. Sin embargo, los test de drogas no son tan habituales y, por ello, el desconocimiento es mayor. No es menos cierto que, en los últimos años, cada vez son más comunes, lo que le permite a las autoridades conocer si se han consumido estupefacientes al volante, como ha sido en el caso del conductor de Fuenlabrada.

Habitualmente, este tipo de pruebas viene acompañada de un control de alcoholemia. Así, una vez realizado este primer paso, si las autoridades lo consideran oportuno, proceden a tomar una muestra de saliva. Los dispositivos con los que se realiza este análisis captan una toma que se denomina 'indiciaria', con la que se procederá a comprobar si la persona ha consumido drogas, detectadas hasta cinco horas después de haberlas tomado.

Si la prueba diera positivo, se procede a tomar una segunda muestra, también a través de la saliva. Igual que ocurre con un positivo en alcohol, el conductor no podrá volver a mosntarse en su vehículo, aunque si así lo considera oportuno, puede esperar el tiempo que consideren las autoridades -algunos minutos- para realizar una segunda prueba. Incluso si volviera a dar positivo, el conductor puede solicitar un análisis de sangre como contraste.

Además de las pruebas realizadas por las autoridades, los agentes proceden a realizar una observación de los síntomas que presenta el conductor. Así, a través de un custionario previamente fijado, se analizan diversos comportamientos como sudoración, habla dificultosa, nerviosismo o temblores, entre muchos otros, que sirvan para confirmar, al menos visualmente, que la ingesta de sustancias prohibidas se ha podido llevar a cabo.

El laboratorio informa de las sustancias

Será la muestra del segundo análisis la que se envíe en dirección al laboratorio. Una vez realizada la segunda toma, se inicia una cadena de custodia, para que las autoridades no pierdan en ningún momento de vista la prueba para evitar que exista una manipulación indebida o que se contamine la muestra. Esa prueba pasa a llamarse 'evidencial', lo que permite que el laboratorio determine exactamente qué sustancias han sido las consumidas y en qué cantidades.

Una vez sacadas las conclusiones en el laboratorio, se realiza un informe con los resultados toxicológicos que se añaden al escrito que realicen las autoridades, lo que sirve para iniciar un expediente por la vía administrativa o por la vía judicial. En el caso del conductor del autobús de Fuenlabrada, serán estos los pasos que se sigan para analizar si el consumo de drogas a formado parte de las causas que han provocado el accidente.

En los datos presentados en su último informe, la DGT confirmaba que 12 de cada 100 conductores dieron positivo por consumo de alcohol o drogas, tanto solas como combinadas, según el último Estudio de Prevalencia del Consumo de Alcohol y Drogas 2015 (EDAP'15). Las sustancias más consumidas son el cannabis (porros) y la cocaína. Son los hombres los que más consumen; y lo hacen durante la noche y los fines se semana, mayoritariamente.