El guardia civil acusado de la violación en Sanfermines: "Ella disfrutó más que yo"

Continúan filtrándose los testimonios de los presuntos violadores de los Sanfermines, un grupo de cinco andaluces que habrían abusado sexualmente de una joven madrileña de 18 años. El grupo, que se hace llamar 'La Manada', asegura que en ningún momento existieron relaciones sexuales no consentidas, sino que la chica siempre quiso participar. Ahora, se ha dado a conocer la declaración del guardia civil que forma parte del grupo, quien mantiene esta misma versión.

Ha sido 'El programa de Ana Rosa', en Telecinco, el que ha tenido acceso a las palabras del agente. El acusado ofreció su versión a través de videoconferencia, donde explica que la joven en todo momento accedió a mantener relaciones con todo el grupo y cómo se vieron sorprendidos cuando, antes de que comenzara uno de los encierros, un agente les pidió que le acompañaran al encajar en la descripción que había realizado la denunciante.

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En palabras del guardia civil, la situación comenzó de la siguiente manera: "Le di dos besos y me dijo que tenía unos ojos muy bonitos. Un amigo mío le dijo: '¿Te gusta alguno de mis amigos?'. Y ella dijo: 'Pues sí, la verdad es que sois todos muy guapos'". Fue en ese momento en el que ella misma habría asegurado "que podía con los cinco", lo que provocó que, tras ser preguntada, comenzaran a buscar una habitación de hotel.

Ante la imposibilidad de hallar una, decidieron entrar al baño de una discoteca, donde tampoco pudieron consumar la relación por culpa "de la cola tan grande" que había allí. Entonces, buscaron un portal para estar resguardados de los ojos indiscretos: "Ella entró por su propio pie al igual que todos, y en ningún momento la forzamos", confiesa el guardia civil. "Ella se quitó su ropa, nosotros la nuestra y empezó a realizar felaciones", asevera.

"Sí, lo grabé con mi móvil para recordar al día siguiente lo bien que lo habíamos pasado", afirma. El propio guardia civil, defendiendo su versión, asevera que le dijo a uno de los amigos que estuviera "cerca de la luz", para evitar que se apagara y que el móvil recogiera las imágenes. "Lo dije en alto, delante de mis amigos y de ella, y en ningún momento dijo que no quería ser grabada", afirma, para puntualizar que no lo iba a compartir al saber que es "totalmente ilegal".

Después de la relación, el guardia civil aseguró que la chica "disfrutó más que yo, seguro". Al acabar, salieron a la calle, momento en el que fueron conminados a acompañar a las fuerzas del orden: "Estábamos en el encierro y llegó un policía foral de Navarra que me dijo que le acompañara. Me identifiqué como guardia y le pregunté qué pasaba. Entonces nos informó de que tenían un aviso de una agresión sexual de un grupo que coincidía con nuestras características", indicó.