Santamaría replica a Mas que el Gobierno y el PP nunca negociarán sobre la secesión

El Gobierno, a través de Soraya Sáenz de Santamaría, ha emitido la primera réplica de fondo al renovado empeño de Artur Mas en exigir vez una consulta independentista en Cataluña. "Con este partido y este Gobierno no cabe negociar sobre la soberanía de los españoles; para buscar un acuerdo de secesión no cuente con nosotros", ha proclamado en el Senado la número dos del Ejecutivo ante una pregunta del portavoz de CiU José Luis Cleríes.

La vicepresidenta del Gobierno ha arremetido contra el presidente de la Generalitat, su gabinete y el bloque de partidos independentistas al acusarlos de "saltarse la ley con la excusa de la política" y olvidar su obligación de gobernar "para todos los ciudadanos".

Sáenz de Santamaría también ha destacado "el fracaso" del ejecutivo nacionalista y su partido el 9-N, ya que dos tercios de los catalanes convocados al simulacro de consulta, según sus propios datos, "les ignoraron". Para la vicepresidenta del Gobierno, lo que ha conseguido Mas en sus "dos medias legislaturas" es dividir a los catalanes y olvidarse de los intereses de la mayoría.

Sobre el balance del "proceso participativo" encabezado por Mas, Santamaría ha resaltado que se atenía a la confesión de parte, "si vuelve a pedir una consulta legal" es que lo del domingo no lo fue. Y como el líder nacionalista insiste en volver a la casilla de inicio, un referéndum pactado para la independencia de Cataluña, la vicepresidenta recordó que el derecho de autodeterminación no cabe en la Constitución española ni en ninguna otra de los países de la UE. Por ello, ha remachado que el Gobierno y el PP no tienen nada que negociar sobre la soberanía de los españoles, ni los nacionalistas pueden aspirar a diálogo alguno con los populares para la secesión de Cataluña del resto de España.

Cleríes había aprovechado su pregunta en el pleno del Senado para acusar al Gobierno de faltar al respeto a los catalanes, ser "intolerante", practicar el "ordeno y mando", "oprimir" a Cataluña, considerar "súbditos" a los ciudadanos. Pero, sobre todo, el portavoz nacionalista se ha mostrado indignado con la pretensión del Ejecutivo "del Estado" de que se cumpla la ley cuando, a su juicio, ha llegado la hora de dejar a un lado la legalidad para hacer política: acceder a las exigencias independentistas.