Los sindicatos ingresan 40 millones menos al año por la caída en la afiliación

Desde el inicio de la crisis, los sindicatos españoles han dejado de ingresar cerca de 40 millones anuales por cuotas de afiliados. La razón, el descenso significativo de trabajadores sindicados. En 2007, eran 3.206.000. Hoy son 2.824.000. Han dejado de cotizar 382.000 trabajadores. La mayor parte de los ingresos de los sindicatos provienen de esas cuotas. Un 45%, en el caso concreto de Comisiones Obreras (el dato es de 2011, el último disponible). La cuota mensual de, por ejemplo, los dos sindicatos mayoritarios es de 11,05 euros (UGT) y de 11,10 (CCOO).

Pero no sólo por estas cuotas están perdiendo ingresos. En los Presupuestos Generales del Estado también se ha reducido significativamente la partida destinada a subvenciones sindicales. En 2011 fueron 15,79 millones. En la actualidad rozan los 11. Los sindicatos no ocultan su preocupación por la bajada de afiliados y, consecuentemente, de ingresos. “El impacto de la actual crisis económica sobre el mercado de trabajo y las relaciones laborales ha alcanzando niveles nunca conocidos hasta ahora, tanto en el volumen y duración del paro como en la presión desreguladora sobre el empleo y la reducción de derechos y protección social de los trabajadores. También ha afectado a la base afiliativa de los sindicatos que, en los últimos tres años y según la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo (datos de 2011) han perdido, en su conjunto, el 10% de sus efectivos”, señala un reciente informe de CCOO.

Pere J. Beneyto, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia, es autor de numerosos trabajos y libros sobre sindicalismo en España y en Europa. “Es muy preocupante está caída de ingresos, es verdad. Pero, aunque parezca sorprendente, eso no está afectando en el día a día del trabajo sindical. En momentos así, se suplen muchas carencias con trabajo voluntario de los afiliados. Pero yo no he apreciado en estos años que se presten menos servivios”, señala. Además, matiza que no sólo se ingresa menos porque haya menos afiliados. Según él, los sindicatos no están retirando el carné a los afiliados que no pueden pagar las cuotas al haber perdido el trabajo, por ejemplo.

Entre las tasas más bajas de la OCDE

En una ponencia presentada precisamente esta semana por el profesor Beneyto, en el I Congreso Universitario de Relaciones Laborales celebrado en Valencia, se estudia el paralelismo entre crecimiento económico del país y cifras de afiliación. “En épocas de bonanza, la afiliación ha crecido más que el empleo. De manera significativa. Entre el año 2000 y el 2007, la población asalariada creció un 32,7% y la tasa de afiliación un 40%. Al empezar la crisis, esa tendencia estadística se invierte: entre 2008 y 2011, la población asalariada decreció un 15,9% y la afiliación cayó un 11,6%”, apunta.

Un reciente trabajo del Instituto de Estudios Económicos, basado en datos de la OCDE, situaba a España como uno de los países con tasas de afiliación más bajas de todos los Estados miembros de la organización. El 15,9% de los trabajadores de nuestro país está sindicado. El mismo porcentaje que hace una década. Sólo estamos por encima de Francia, Estonia y Polonia. La media en la OCDE es de 19,9%. Y también en el conjunto de los países que la forman se constata una caída de afiliación armónica con el descenso del empleo.

Respuesta de los sindicatos

Pero los datos referentes a España han sido contestados por los sindicatos, que no los consideran reales. “La fuente más rigurosa para su determinación es la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo” (ECVT), que desde 1999 realizaba el Ministerio de Empleo y cuya última edición, publicada en mayo de 2011, calculaba una afiliación total de 2.824.000 trabajadores, equivalente al 18,9% del total de la población asalariada, siendo este el universo de referencia adecuado y no, como calcula la OCDE y reproduce la CEOE, el de la población ocupada, que incluye también a empresarios y profesionales autónomos no susceptibles, por razones obvias, de adscripción a sindicatos obreros”, reza una nota informativa de la Fundación 1º de Mayo para contestar a esta reciente encuesta. En virtud de esta corrección, España sólo se situaría un punto porcentual por debajo de la media de la OCDE.

La fundación de CCOO cree que estos datos se han interpretado con intenciones torticeras. “La representatividad del sindicalismo en nuestro país (...) viene siendo cuestionada por informaciones parciales, cuando no deliberadamente tendenciosas, procedentes de la derecha económica, política y mediática, como parte de la estrategia de desregulación laboral y desmantelamiento del Estado de Bienestar”, concluye la citada nota.

Para CCOO, no es tanto la afiliación como la cobertura laboral la que mide el peso real de nuestro sindicalismo: “Este modelo [basado en la representatividad de los agentes sociales y no en la afiliación] eleva la representatividad del sindicalismo español hasta el 70%, situándonos por tanto en una franja alta de la Unión Europea”.