Rubalcaba logra su foto de hombre de Estado y Rajoy aprovecha para proponer pactos

Alfredo Pérez Rubalcaba consiguió su foto en la Moncloa con pose hombre de Estado que respalda la posición del Gobierno ante Bruselas, y Mariano Rajoy le correspondió con declaraciones posteriores sobre su entrevista, como cuando recibe a un mandatario europeo. La entrevista entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición ha confirmado un acercamiento de posiciones políticas y una buena relación personal entre ambos muy disimulada en los últimos tiempos por el afán del dirigente socialista en hacer una oposición dura y sin matices para contentar a la parroquia. El giro de Rubalcaba abre ahora hasta la posibilidad de que los dos grandes partidos negocien la reforma de la Administración.

Casi dos horas y media dedicaron Rajoy y el secretario general del PSOE a conversar sobre el asunto en el que ya estaban de acuerdo y tienen un texto firmado: que España pida más ayudas en la Unión Europea para la reactivación económica y la creación de empleo, más avances en la unión bancaria. "Es muy positivo para todos que los dos grandes partidos nacionales se pongan de acuerdo", dijo anoche el jefe del Ejecutivo para referirse al respaldo de Rubalcaba para que pueda presentarse en el Consejo Europeo del próximo día 27 con una posición "de Estado".

El presidente del Gobierno estaba tan encantado como Rubalcaba y se expresó en los mismos términos que el jefe de la oposición. Parecía que lo habían pactado. "Hay asuntos en que es muy bueno el acuerdo, nos hace más previsibles y más fiables ante el exterior. Gana España y ganan los españoles", sentenció Rajoy.

Era la tercera entrevista pública entre el jefe del Ejecutivo y el jefe de la oposición desde el arranque de la legislatura y, hasta ahora, no había acuerdo alguno registrado. La posición común ante la Unión Europea es un tanto obvia pero, como destacó Rubalcaba, en los países y en las instituciones de la UE quienes mandan son los populares y los socialistas. Siempre viene bien tratar entre las familias políticas que se relevan en el poder.

Después de la reunión, el dirigente socialista dio toda una conferencia de prensa en el edificio del portavoz del Gobierno, con preguntas de todo tipo, incluidas las que se referían a las diferencias internas en su partido. Rajoy le siguió después en el mismo lugar y formato para dar el mayor relieve a la entrevista.

El jefe del Ejecutivo aprovechó para proponer al dirigente socialista que también apoye su plan de reforma de la Administración. El jefe de la oposición se mostró abierto a la idea y lo consideró más que conveniente porque es un cambio general en el funcionamiento del Estado, "que no lo gobierna un partido solo". Rubalcaba recordó que el acuerdo no fue posible en la reforma de la Administración local. En ese proyecto del Gobierno sí que hubo unas largas negociaciones, pero el PSOE acabó por romper ante la oposición interna que encontró la dirección socialista: sus alcaldes, sobre todo los andaluces, se niegan en redondo a perder poder, cargos y sueldos.

El presidente del Gobierno reconoció que también le gustaría que Rubalcaba se aviniera a pactar el futuro cambio en el sistema de pensiones, pero en ese punto el dirigente socialista se mostró muy esquivo. "Ya hicimos una reforma cuando estábamos en el poder y ahora toca aplicarla", comentó el jefe de la oposición sobre la reforma impulsada por el último Gabinete de Zapatero pararetrasar la edad de jubilación, que ahora a Bruselas y Berlín les parece tan insuficiente como antes.