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150.000 firmas en tres semanas para no cerrar el colegio de discapacitados de Pozuelo
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LOS PADRES GRABAN UN VÍDEO CON LOS CHAVALES

150.000 firmas en tres semanas para no cerrar el colegio de discapacitados de Pozuelo

“Porque mi hija tiene discapacidad psíquica y física”. “Porque hay cosas ante las que no podemos cruzarnos de brazos”. “Porque nadie sabe lo duro que es

Foto: 150.000 firmas en tres semanas para no cerrar el colegio de discapacitados de Pozuelo
150.000 firmas en tres semanas para no cerrar el colegio de discapacitados de Pozuelo

“Porque mi hija tiene discapacidad psíquica y física”. “Porque hay cosas ante las que no podemos cruzarnos de brazos”. “Porque nadie sabe lo duro que es hacerte fuerte ante la discapacidad, como padres y como personas”. “Porque este tipo de proyectos tienen que ser prioritarios en cualquier sociedad desarrollada, sin esperar que haya un retorno de la inversión”. Con frases tan lapidarias como estas, 160.000 personas anónimas han firmado la petición que los padres de los 41 alumnos del Colegio de Educación Especial Adarve, en la madrileña localidad de Pozuelo de Alarcón, lanzaron en la plataforma Change.org. Su lucha pasa por evitar que los dueños de las instalaciones cierren el centro, el paso previo para que sus hijos, todos ellos con un altísimo grado de discapacidad, se queden tirados, a 30 kilómetros del centro educativo acondicionado para ellos más cercano.

“No entendemos que la discapacidad de nuestros hijos tenga que ser rentable, sobre todo si esta asociación tiene como fin ayudar a niños especiales como nosotros. No tenemos alternativa. Nos van a dejar sin centro. Lo sabemos, pero no cuál es el futuro que les espera a nuestros hijos”. El Confidencial recogió la angustia de estos padres el 25 de mayo, cuando apenas habían recogido 5.000 firmas para respaldar su petición. Hasta ayer, tres semanas después de contar su historia, la avalancha de cariño recibida se multiplicó hasta tal punto que han decidido grabar este vídeo para poner cara a sus protagonistas, que desgranan parte de su vida: “Porque somos los más débiles. Porque no tenemos dónde ir. Porque las dificultades que tenemos no sean una barrera”.

Los padres confirmaron sus temores cuando se prorrogó el concierto con la Comunidad de Madrid hasta el próximo curso 2013-2014, porque normalmente la ampliación se hace por períodos de cuatro años. Adarve está gestionado por la sociedad Servicios Sociales Habilitadores (SSH), una gestora de la que son titulares al 50% la Asociación Telefónica para Asistencia a Minusválidos (ATAM) y Grupo 5, que insisten en que “no hay nada decidido”. Fuentes de la compañía reconocieron a este diario que la última decisión tomada hasta el momento es prorrogar el convenio, e insisten en que, del cierre, “todavía no hay nada hablado”.

La compañía tranquiliza: "No hay nada decidido"

Dejar sin escolarizar a algunos de estos niños, con plurideficiencia motora y graves problemas de salud añadidos, tanto cardiológicos como pulmonares, supondría para sus progenitores “un auténtico drama”. Desde la compañía sostienen que están buscando nuevas fórmulas de gestión para un futuro y alegan que el número de alumnos ha disminuido en los últimos años, con un importante sobrecoste. Para las familias, el centro es viable porque se sostiene casi por completo con las aportaciones que la Comunidad de Madrid ofrece desde 1991, cuando se convirtió en un colegio concertado.

Los padres consideran que los dueños del centro lo están dejando morir. “Las plazas de los alumnos que se han ido al cumplir los 21 años no se han cubierto, y las instalaciones se están abandonando”. Al mismo tiempo que desde la compañía intentan tranquilizar a los padres asegurando que, a lo largo de este año, intentarán firmar algún convenio con otras organizaciones, los padres no bajan la guardia. “Nuestra última hoja en el calendario está en junio de 2014”.    

“Porque mi hija tiene discapacidad psíquica y física”. “Porque hay cosas ante las que no podemos cruzarnos de brazos”. “Porque nadie sabe lo duro que es hacerte fuerte ante la discapacidad, como padres y como personas”. “Porque este tipo de proyectos tienen que ser prioritarios en cualquier sociedad desarrollada, sin esperar que haya un retorno de la inversión”. Con frases tan lapidarias como estas, 160.000 personas anónimas han firmado la petición que los padres de los 41 alumnos del Colegio de Educación Especial Adarve, en la madrileña localidad de Pozuelo de Alarcón, lanzaron en la plataforma Change.org. Su lucha pasa por evitar que los dueños de las instalaciones cierren el centro, el paso previo para que sus hijos, todos ellos con un altísimo grado de discapacidad, se queden tirados, a 30 kilómetros del centro educativo acondicionado para ellos más cercano.

Pozuelo de Alarcón