El atestado policial contradice a MAR: “Andar deambulante, habla pastosa, pupilas dilatadas”

El exportavoz del Gobierno de José María Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, negó ayer que cuadruplicara la tasa de alcohol permitida la madrugada del 3 de mayo cuando fue detenido después de provocar un choque con tres vehículos que estaban estacionados en el distrito de Retiro. Sin embargo, la versión de los agentes que acudieron al lugar del accidente choca frontalmente con la sostenida por MAR ante el juez titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid, Ángel José Lera. Según el atestado de los policías municipales que acudieron al lugar del accidente, los síntomas que presentaba Miguel Ángel Rodríguez evidenciaban claramente que conducía bajo los efectos del alcohol: “Andar deambulante, habla pastosa, olor a alcohol en el aliento, pupilas dilatadas y vestimenta desaliñada”.

Al lugar de los hechos acudió una patrulla de la Policía Municipal. Al comprobar el posible estado de embriaguez de Rodríguez, le hicieron la prueba de alcoholemia. La primera, efectuada a las 02:14 horas, arrojó un resultado de 0,99 gramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando la tasa máxima legal permitida es de 0,25. La segunda, dos minutos después, fue mayor: 1,02 gramos, según el acta de aportación de justificantes que la Policía Municipal presentó en el juzgado.

Los agentes esperaron quince minutos más para someterle a una tercera prueba, que no rebajó ni un gramo el alcohol por litro de aire espirado. A las 2:30 horas, el resultado marcaba 1,02 gramos. Acto seguido, el conductor fue trasladado a la Unidad de Tráfico de la Policía de Madrid, acusado de un delito contra la seguridad vial.

Prestó declaración y quedó en libertad con cargos, pendientes de la celebración de un juicio rápido que se celebró ayer. Tras ser puesto en libertad, el propio Rodríguez pidió perdón públicamente a través de una red social por su "mal ejemplo" al volante, pero no ha sido suficiente. Tras el juicio, celebrado a puerta cerrada, Rodríguez reconoció que, a partir de ahora, “hará todo lo posible” por “dar ejemplo” y no volver a conducir después de haber bebido.

Un revuelo en el juzgado