El Club de Campo invita a 59 copas en una sola noche para captar a patrocinadores

Joaquín Castillo, exgerente del Club de Campo, pagó 59 copas a la cuenta del Club, cuyo máximo accionista es el Ayuntamiento de Madrid. La factura, cuyo coste total asciende a 286 euros, recoge detalladamente cómo el grupo hostelero Arturo Cantoblanco, concesionario de los servicios de bar y restaurante de las instalaciones, cargó el importe a la cuenta de la empresa mixta. Fechada el viernes 30 de septiembre de 2011 a una hora no determinada, la nota desglosa el consumo de los comensales a costa del contribuyente: 22 cervezas, 34 whiskies de las marcas Cutty Shark y JB, un vodka y dos rones Barceló, además de una botella de agua, ocho Coca-Colas y nueve sándwiches.

Jaime Berenguer, concejal de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid, elevó ayer en el pleno del Consistorio el desembolso en almuerzos y gastos de representación que los directivos de la empresa mixta abonan a la cuenta del Club. Su actual presidente, José Manuel Berzal, disfrazó este dispendio como una “estrategia de representación” y “relaciones públicas” con el fin de “conseguir patrocinios”. Berzal definió como “adecuados” y “normales” los gastos de representación de la entidad cuando el portavoz de UPyD, David Ortega, puso en duda que sean “ejemplo de austeridad”, ya que en años de crisis como 2011 y 2012 se registraron también comidas “para más de 60 personas con ostras, carabineros y jamón de bellota”. 

La formación magenta también criticó que los miembros del consejo de administración se felicitasen las fiestas con 16 cajas de Navidad, un detalle que “fue suprimido” en diciembre de 2012, según matizó el concejal del PP. UPyD no perdió la oportunidad y sacó a relucir que se recorte el servicio de teleasistencia cuando “hay cinco directivos” que ganan “más de 90.000 euros al año”. “Eso es una doble moral”, reprochó Ortega. Lo único que contestó Berzal es que la doble moral es la que practica UPyD, con “preguntas reiteradas” sobre los mismos asuntos y con un uso “torticero” de la información facilitada. El edil del PP confirmó que fueron 73.957 euros los gastados por gastos de representación del Club de Campo en los dos últimos años.

Alquiler gratuito, tarifas disparadas

Si el Club de Campo entra en pérdidas, serán los accionistas los que paguen la parte proporcional a su accionariado, y más del 75% pertenece a las Administraciones municipal y estatal (el 51% al Ayuntamiento; el 24,5% a Patrimonio del Estado y un 24,5% a la antigua Red sociedad Hípica Española Club de Campo). Al ser una empresa participada por el Consistorio que dirige Ana Botella, sus cuentas también se aprueban en los presupuestos generales del Ayuntamiento de Madrid. El Club de Campo no paga ni un solo euro de alquiler por la explotación de un suelo –unas 250 hectáreas- que es de titularidad municipal. A cambio, el Consistorio tiene potestad para reparto discrecionalmente carnés VIP a políticos, empresarios, periodistas 'amigos', familiares...

Según el cuadro de precios de este año, la tarifa para la nueva inscripción es de 2.230 euros y 1.350 por la admisión de la pareja. La cuota anual de un abonado adulto es de 704 euros. El acceso a las carpas de eventos, para una persona que no tiene carné, es de 5.000 euros al año. Si un ciudadano que no es abonado quiere bañarse en la piscina cubierta, por ejemplo un sábado o festivo, tiene que pagar 81 euros (36 de la entrada al recinto y 45 por el servicio); entre semana, el precio son 23 euros (18 y cinco). Lo único que ha adelantado el área de las Artes es que se harán nuevos socios y que se ha reducido considerablemente la entrega de carnés VIP. Ayer UPyD pidió suprimirlos y el PP votó en contra porque son unas tarjetas "de cortesía". IU y PSOE prefirieron abstenerse.