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La Audiencia Nacional abre la mano con la izquierda abertzale
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LAS VÍCTIMAS DENUNCIAN LA TOLERANCIA DE JUECES Y FISCALES CON EL ENTORNO ETARRA

La Audiencia Nacional abre la mano con la izquierda abertzale

El final de ETA parece cercano. Los cambios en la sociedad vasca se aceleran. El terrorismo preocupa cada vez menos a los españoles. Y el Estado

Foto: La Audiencia Nacional abre la mano con la izquierda abertzale
La Audiencia Nacional abre la mano con la izquierda abertzale

El final de ETA parece cercano. Los cambios en la sociedad vasca se aceleran. El terrorismo preocupa cada vez menos a los españoles. Y el Estado de Derecho altera el paso para adentrarse en una nueva etapa sin muertes ni violencia. Pero el proceso está dejando por el camino disonancias.

Las más llamativas afectan a la Audiencia Nacional, que ha comenzado a edificar la jurisprudencia del contexto que ahora se abre. Las resoluciones de sus magistrados se están distanciando progresivamente de las que emitían antes de que ETA declarara su alto el fuego definitivo, sobre todo en lo que respecta a las manifestaciones y proclamas de la izquierda abertzale. Las víctimas del terrorismo denuncian que sus peticiones para que se prohíban actos del entorno proetarra están siendo rechazadas de forma sistemática.

La última petición de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) desatendida por la Audiencia Nacional reclamaba la prohibición de la marcha convocada hoy en Bilbao por el entorno abertzale para recordar a Xabier López Peña, alias Thierry, exnúmero uno de ETA, fallecido el pasado domingo en un hospital de París tras sufrir un derrame cerebral cuando cumplía pena de prisión en territorio francés. La asociación convocante, Herrira, también pide la libertad para los “presos políticos vascos”.

La marcha es la última de las numerosas concentraciones con las que la izquierda radical ha reaccionado a la muerte de Thierry, que pasará a la historia por haber terminado con las negociaciones de la banda con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al ordenar la colocación de la bomba en la T4 de Barajas que acabó con la vida de dos personas. Al menos en una de esas marchas, en Galdácano (Vizcaya), localidad natal del exdirigente terrorista, los participantes llegaron a proferir gritos de “Gora ETA” en plena vía pública. La manifestación de Bilbao de hoy llega con estos antecedentes, pero eso no ha impedido que los organizadores puedan celebrar el homenaje al etarra.

“Nos parece insultante lo que está ocurriendo”

En otro tiempo, esos actos habrían sido perseguidos. Pero las víctimas aseguran que los jueces y los fiscales abrazan otra fase. “Desde el pasado verano no nos han concedido la prohibición de ninguna de las marchas que ha realizado la izquierda abertzale, a pesar de que luego, en todas ellas, se ha hecho apología del terrorismo, como nosotros habíamos advertido”, denuncia Ángeles Pedraza, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. “La última vez que nos concedieron la razón fue el pasado mes de octubre, con motivo de una marcha de bienvenida a [Josu Uribetxeberria] Bolinaga. Pero cuando se dictó la resolución, la marcha ya se había producido. Nos parece insultante lo que está ocurriendo, pero no vamos a rendirnos”, remacha Pedraza. 

Al menos desde el pasado verano, la Audiencia Nacional ha autorizado un partido de fútbol en beneficio de los presos de ETA, una manifestación que recorrió el pasado mes de enero las calles de Bilbao para reclamar el acercamiento al País Vasco de los reclusos etarras y numerosos actos de homenaje a miembros de la banda. En enero, sin embargo, prohibió una fiesta de recibimiento en Llodio (Álava) al expreso etarra Aitor Kortazar. No obstante, un año antes, en enero de 2012, permitió un homenaje en San Sebastián a José Luis Álvarez Enparantza, alias Txillardegui, uno de los fundadores de ETA.

Para Pedraza, “los jueces y los fiscales de la Audiencia Nacional se están comportando como si ETA ya hubiera desaparecido y como si todas estas manifestaciones fueran meras marchas políticas”. El Gobierno ha pedido a la Fiscalía que investigue las declaraciones de dos dirigentes de la izquierda abertzale por si fueran constitutivas de un delito de enaltecimiento del terrorismo. Se trata de Pernando Barrena, que aseguró que la muerte de Thierry es fruto de la "la actitud de los Estados que niegan cualquier tipo de solución al conflicto político vasco"; y de Patxi Zabaleta, que defendió el carácter libertario y patriótico de los miembros de ETA.

Disparidad de criterios

Con todo, las víctimas del terrorismo desconfían de que las diligencias de la Fiscalía desencadenen la imputación de Barrena y Zabaleta. Daniel Portero, presidente de la Asociación Dignidad y Justicia y autor de algunos de los procesos que han permitido desmontar el organigrama legal de ETA, no considera que exista una consigna política para autorizar estos eventos. “Es cierto que en los últimos meses se ha tumbado la mayoría de las peticiones. Pero probablemente sea porque los casos han caído en manos de los jueces menos proclives a prohibir estos actos”, resume Portero.

Los magistrados responden con sus resoluciones. Y en ellas se aprecia una variación respecto a los criterios que se imponían antes. Javier Gómez Bermúdez autorizó la marcha del pasado mes de enero en Bilbao con el argumento de que en democracia sólo es posible "la persecución y castigo de los hechos ilícitos penales una vez que estos se han producido", un razonamiento que invalidaría todas las prohibiciones fundamentadas en derecho que ya han tenido lugar. "No es posible la limitación de derechos que se pretende por los denunciantes, so pena de incurrir en la aplicación de lo que se ha dado por denominar derecho penal de autor frente al derecho penal de hecho, propio de la sociedad democrática", completó Gómez Bermúdez en esa ocasión. 

Fernando Andreu ha recurrido a la misma tesis que su colega para permitir la marcha de hoy en Bilbao en recuerdo de Thierry. El magistrado resuelve la petición de la AVT, que advierte de que el acto se utilizará para justificar la acción de ETA, asegurando que “no puede actuarse con carácter preventivo”. En su opinión, “no basta con que alguien piense en cometer un delito, pues lo interno, lo que el hombre piensa, es inescrutable, sino que para que intervenga el Derecho Penal es necesario que, de algún modo, trascienda ese pensamiento criminal al exterior”.

Pero en muchas otras ocasiones, la sospecha de que las marchas convocadas iban a ser utilizadas para enaltecer el terrorismo ha sido suficiente para prohibir su celebración. El choque entre ambas interpretaciones está decantándose ahora hacia las posiciones más tolerantes.

La asociación Voces contra el Terrorismo culpa de estas resoluciones “a la Fiscalía, que depende directamente del Gobierno del Partido Popular y que tiene órdenes claras para no actuar contra este tipo de actos”, señala Mamen Sánchez, portavoz de este otro colectivo de víctimas. “La sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la legalidad de Bildu prohibía a los miembros del partido hacer apología del terrorismo, pero estamos viendo que esto se incumple todos los días y que no se hace nada para impedirlo”, denuncia Sánchez. Todo indica que el futuro deparará nuevos cambios. Por si acaso, las víctimas advierten de que no las soportarán en silencio. 

El final de ETA parece cercano. Los cambios en la sociedad vasca se aceleran. El terrorismo preocupa cada vez menos a los españoles. Y el Estado de Derecho altera el paso para adentrarse en una nueva etapa sin muertes ni violencia. Pero el proceso está dejando por el camino disonancias.