El PP da carpetazo en tres días a la comisión del Arena blindando otra vez a Botella

Ana Botella finalmente no comparecerá en la comisión de investigación creada en el Ayuntamiento de Madrid a raíz del trágico suceso ocurrido la noche de Halloween en un recinto de propiedad municipal, pese a la insistencia de los grupos de la oposición en pedir la comparecencia de la alcaldesa de Madrid. La alcaldesa de Madrid prometió ante los medios la máxima transparencia para depurar todas las responsabilidades que se deriven del caso, pero el PP municipal la volvió a vetar por segunda vez en la Junta de Portavoces, que se celebró a última hora de este lunes, al terminar la última comparecencia de la comisión de investigación. Gracias a la mayoría absoluta de la que disfrutan, los populares tampoco han consentido las intervenciones de Concepción Dancausa, la encargada de diseñar el informe municipal sobre la noche de Halloween, de ningún funcionario ni de cualquier persona ajena al ámbito municipal. 

Ninguno de los comparecientes asumió este lunes ninguna culpa en la fiesta que se llevó por delante la vida de cinco jóvenes, que fallecieron por ser aplastadas en una avalancha humana. Los grupos de la oposición centraron su discurso en una falta de prevención en el recinto, ya que era "evidente y visible" que había muchísimas más personas de las que deberían haber podido entrar sin que se viera afectada la seguridad. “Aquí ha valido todo. Desde primera hora de la noche, se veía que había gran cantidad de jóvenes, y permitieron sin la mínima garantía previa que se celebrase el evento”, criticaba a primera hora de la mañana el concejal de UpyD, Jaime Berenguer. 

La formación magenta juzgó al área municipal de Seguridad de no pedir, “como era obligatorio”, un plan de autoprotección específico de la fiesta que evaluara los posibles riesgos e indicara los servicios de seguridad privados contratados para reaccionar “en caso de emergencia”. Enrique Núñez, el portavoz de los populares en la comisión, utilizó su tiempo en la comisión más que para depurar responsabilidades para criticar, tanto a Berenguer como al portavoz socialista Jaime Lissavetzky de “hacer una caza de brujas”.  

Hábil como ninguno, el vicealcalde de la capital, Miguel Ángel Villanueva, el más expuesto a la opinión pública por ser “conocido” de los Flores, los promotores de la fiesta, se exculpó de todas las contratas realizadas por Madrid Espacios y Congresos, empresa pública de la que directamente dependía el Madrid Arena y que presidió hasta enero. “Nunca tuve funciones ejecutivas, ni siquiera como presidente”, zanjó. A preguntas de David Ortega, el portavoz de UPyD, el número dos del ayuntamiento negó tener conocimiento de los excesos de aforo en macrofiestas organizadas por el mismo promotor en anteriores eventos al del 1 de noviembre, y se hizo el loco cuando se le preguntó por el contrato municipal que incluía a Diviertt como una de las doce empresas con trato preferente. “No conozco esos contratos”, matizó.  

No faltaron los agradecimientos entre unos y otros. Mientras Pedro Calvo, el primer peón político que Ana Botella sacrificó en el caso, arropaba la “intachable” carrera del vicealcalde, este aplaudía horas antes desde el mismo micrófono la actuación de la alcaldesa en la gestión de esta crisis, en la que desde el minuto uno ha buscado “la verdad” y la “transparencia”. Como ejemplo de esta intachable gestión de la sucesora de Alberto Ruiz Gallardón, el vicealcalde citó en varias ocasiones los documentos que el ayuntamiento ha colgado en su web sobre el caso. Villanueva se olvidó de mencionar el veto que su propio partido ha puesto a la alcaldesa en dos ocasiones para evitar su exposición a la comisión. El vicealcalde debió de olvidar también que Botella entregó el informe municipal sobre el Madrid Arena en una rueda de prensa en la que no se admitía ninguna pregunta a los periodistas, y que el jueves pasado anuló la habitual rueda de prensa que ofrece tras la Juntas de Gobierno para así evitar responder sobre el caso Madrid Arena.  

El delegado de Economía, Antonio de Guindos, tampoco se movió ni un ápice de la declaración ofrecida anteriormente en la misma sala por sus subalternos: Fátima Núñez, la coordinadora de Seguridad, y Emilio Monteagudo, el inspector jefe de la Policía Municipal. El hermano del ministro de Economía, que prometió ante los demás grupos de la oposición que dejará el cargo si se lo pide la alcaldesa o es imputado por el juez, insiste en que el tan cuestionado despliegue de seguridad y de emergencias puesto en marcha la noche de Halloween en el recinto de Casa de Campo fue el adecuado. “Hay que distinguir entre eventos públicos y eventos privados”, insistió el delegado, apoyando los argumentos que antes defendió Núñez: que el promotor del evento ya había contratado su propio servicio de seguridad y sanitario, y que son ellos los que deberían haber dado la voz de alarma cuando ya se mascaba la tragedia, teniendo en cuenta que el juez ha recontado casi 17.000 entradas, casi el 60% más del aforo máximo permitido.  

Las conclusiones, al pleno de diciembre 

Respecto a si la actuación de la Policía Municipal fue la correcta o no, Núñez explicó que fue el día 31 a las dos de la tarde cuando verbalmente se elevó el riesgo de la fiesta de medio a alto no por las particularidades de la fiesta, sino por “el impacto general” de las celebraciones de Halloween en la ciudad. Ese mismo criterio, sin embargo, no sirvió para el Samur, cuyo máximo responsable, Alfonso del Álamo, aseguró el jueves que no pudieron preparar un dispositivo preventivo porque no fueron avisados con tiempo. Núñez salió del paso utilizando otra vez más la teoría de que la fiesta era privada, y, por lo tanto, era Flores y no el Samur quien tenía la obligación de prestar ese servicio en el interior del Madrid Arena.

Todas las dudas que un mes después todavía sobrevuelan sobre el caso las tendrá que resolver el juez, ya que este lunes el PP volvió a rechazar las últimas comparecencias que los grupos de la oposición habían vuelto a pedir para intentar verter luz en tantas sombras. El miércoles, los miembros de la comisión de investigación debaten sus conclusiones, que llevarán a pleno en diciembre. Todavía no se sabe si entonces le tocará el turno de hablar a la alcaldesa de Madrid.