Rajoy debuta como presidente en un desfile de bajo coste y con tribunas ‘antiabucheos’

El primer Día de la Fiesta Nacional al que Mariano Rajoy acude como presidente del Gobierno reúne el ingrediente fundamental del arranque de su mandato -austeridad y recortes presupuestarios-, más la tradicional desafección de los nacionalistas ahora lanzados al independentismo. El desfile militar de hoy será el más barato y breve de la historia de estos actos del 12 de Octubre y mantiene el recorrido y la distribución de tribunas 'antiabucheos' heredada de Zapatero, también para ahorrar.

El Ministerio de Defensa ha reducido a 2.600 militares el número de participantes en la parada que, presidida por Su Majestad el Rey, se celebra entre Atocha y la plaza de Colón. Son 500 menos que el pasado año, ocasión en que Carme Chacón, último titular de Defensa con Zapatero, ya recortó en 1.000 la cifra de soldados presentes. Como ya no se podía comprimir mucho más el desfile sin que quedaran bien representados los tres Ejércitos, la Guardia Civil, las Academias y las unidades más señeras, el departamento que ahora dirige Pedro Morenés ha recurrido a un cambio drástico para que saliera aún más económico que el de 2011: no habrá vehículos acorazados, cazas, ni aviones de transporte.

Es la fórmula ideada por el propio Estado Mayor de la Defensa para pasar de los 2,8 millones que costó el desfile de 2011 a 900.000 euros, un 67 por ciento menos. Entonces todavía participaron casi 200 vehículos, incluidos carros pesados y artillería, y 55 aeronaves. Hoy sólo habrá 50 blindados ligeros o vehículos de transporte, y siete aviones, los de la patrulla Águila para que dibujen en el cielo de Madrid los colores de la bandera. Hasta se ha acortado la duración del acto a una hora y diez minutos, veinte menos que el pasado año.

Las cifras del desfile son otra exhibición de la eficacia y la disciplina de las Fuerzas Armadas a la hora de aplicarse el capítulo que les han atribuido el Gobierno anterior y el entrante para combatir el déficit público. Su caso no tiene igual en ámbito alguno de la Administración, y menos aún en las Autonomías, pues Defensa ha visto reducidos sus presupuestos en un 28 por ciento desde 2009.

El lema oficial del Día de la Fiesta Nacional ("Nuestra fuerza somos todos") choca con los desafíos independentistas de los nacionalistas vascos y catalanes metidos en campaña o precampaña electoral y lanzados contra la unidad y el régimen constitucional de España. Como es tradicional, los representantes de CiU y PNV no asistirán al acto por ser precisamente 'Fiesta Nacional' de España y aunque vaya a ser presidido por el Rey. Tampoco a la posterior recepción en el Palacio Real.

El anterior presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, sí acudió en 2010. El lendakari del PSOE Patxi López, estos días de campaña, tampoco se presenta y prefiere enviar a algún consejero de su Gobierno. La mitad de los presidentes autonómicos, los del PP, pero no todos, sí tienen previsto estar hoy en la Plaza de Neptuno. Se estrena el de Madrid, Ignacio González, y también el de Asturias, el socialista Javier Fernández. José Ramón Bauzá (Baleares) e Ignacio Diego (Cantabria) presiden actos de la Fiesta Nacional en sus respectivas Autonomías.

En la tribuna de autoridades faltarán la Infanta Doña Cristina y su marido Iñaki Urdangarín, apartados de los actos oficiales de la Casa Real desde que saltó el 'caso Noos', justo unos días después de la Fiesta Nacional del pasado año, el último acto institucional al que asistieron.

Rajoy se estrena como presidente en un acto que fue un auténtico martirio para José Luis Rodríguez Zapatero en las dos legislaturas en que estuvo al frente del Gobierno. Primero por sus negociaciones con ETA y después por su inacción ante la crisis económica, buena parte del público asistente al acto, más los que iban ex profeso, aprovechaban para abuchearle y pedir su dimisión.