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La reducción del gasto de personal obliga a duros recortes en las plantillas de empleados públicos
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EN PRINCIPIO, SÓLO AFECTARÁ A CONTRATADOS, EVENTUALES E INTERINOS

La reducción del gasto de personal obliga a duros recortes en las plantillas de empleados públicos

El Gobierno ha logrado en las últimas semanas y en la presentación del proyecto de presupuestos del Estado que la atención se fijara en el futuro

Foto: La reducción del gasto de personal obliga a duros recortes en las plantillas de empleados públicos
La reducción del gasto de personal obliga a duros recortes en las plantillas de empleados públicos

El Gobierno ha logrado en las últimas semanas y en la presentación del proyecto de presupuestos del Estado que la atención se fijara en el futuro de las pensiones que iba a subir y en el sueldo de los funcionarios que estaba decidido a congelar. Es la parte más positiva de las cuentas públicas para el próximo año; en el negativo y de más difícil ‘venta’ a la opinión pública, están los recortes de plantillas de empleados públicos y, de nuevo, la drástica reducción de las inversiones. Se salva el llamado ‘gasto social’, pero a costa de los presupuestos de los ministerios de inversión.

El pasado año todavía subieron los gastos de personal en las Administraciones en un 1,3%, casi cuatrocientos millones de euros. Era la cifra de partida del proyecto, pero después el Gobierno tuvo que recurrir a la supresión de la paga de Navidad de los funcionarios como medida imprescindible para contener el déficit. Con esa medida ahorrará este ejercicio casi 4.000 millones de euros. El próximo año, sin suprimir paga alguna y con los salarios congelados, reducirá en un 3,9% esos gastos de personal. La cifra inicial para 2012 era de 27.339 millones de euros.

El Ejecutivo aspira a lograr ese decisivo recorte por la vía de mantener, y en algunos ministerios aumentar, las medidas de limitar la oferta de empleo público, “salvo en sectores sensibles como personal de hospitales, docentes de educación, seguridad, lucha contra el fraude y extinción de incendios”. Para esos casos Hacienda prevé una “tasa de reposición” del 10%. En el resto de los ámbitos de la administración el recorte de gasto en personal obligará a reducir las plantillas de empleados públicos, en principio interinos y eventuales, no funcionarios de carrera.

Al contrario de lo que ocurre en las comunidades autónomas, la inmensa mayoría del personal que trabaja en la Administración central es funcionario de carrera (por oposición y/o con plaza consolidada) y sólo una pequeña parte es contratado o eventual. El Gobierno tiene poco margen de recorte pero está decidido a reducir plantillas.

El Gobierno se reserva para mañana la información sobre ese tipo de detalles, pero con ministerios como es el de Defensa, que ya dedica tres cuartas partes de su presupuesto a pagar nóminas, el recorte de 8,9% anunciado como media para el conjunto de los departamentos supone prescindir de miles de funcionarios, en su caso soldados y marineros. El único departamento que suma ya tres ejercicios con recortes efectivos de personal y ya se encuentra en 81.000 soldados y marineros, al borde del límite del mínimo de tropa fijado por ley.

El Estado Mayor de la Defensa prepara ya un plan a largo plazo para reducir aún más las Fuerzas Armadas con la vista puesta en 2025 que, con los datos de estos Presupuestos, tendrá que empezar a aplicar el próximo año.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es el que sufre un ajuste mayor: un 25,4%. Le sigue un departamento fundamental en las inversiones, el segundo después de Fomento, como es Industria, Energía y Turismo, con un recorte del 21,3&. Educación, Cultura y Deporte, un departamento menor en términos presupuestarios, también sufre una reducción del 17,2%.

Por el contrario, suben los presupuestos de Sanidad en un 28,6% y los de Empleo y Seguridad Social en otro 13,7%.

El Gobierno ha logrado en las últimas semanas y en la presentación del proyecto de presupuestos del Estado que la atención se fijara en el futuro de las pensiones que iba a subir y en el sueldo de los funcionarios que estaba decidido a congelar. Es la parte más positiva de las cuentas públicas para el próximo año; en el negativo y de más difícil ‘venta’ a la opinión pública, están los recortes de plantillas de empleados públicos y, de nuevo, la drástica reducción de las inversiones. Se salva el llamado ‘gasto social’, pero a costa de los presupuestos de los ministerios de inversión.