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El militante 'gonzo' que incendió el PSdeG
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IMPIDEN A ÁNGEL BURGOS PRESENTAR SU CANDIDATURA; PATXI VÁZQUEZ, REELEGIDO

El militante 'gonzo' que incendió el PSdeG

Angel Burgos es un melómano irredento. Está tan enamorado del heavy metal como del romanticismo clásico. Y lo demuestra. Este sábado se disponía a pegar un

Foto: El militante 'gonzo' que incendió el PSdeG
El militante 'gonzo' que incendió el PSdeG

Angel Burgos es un melómano irredento. Está tan enamorado del heavy metal como del romanticismo clásico. Y lo demuestra. Este sábado se disponía a pegar un guitarrazo salvaje en el escenario del comité nacional de los socialistas gallegos, pero va a explicar su guitarrazo con palabras cadenciosas y mistéricas de sonata para piano de Schubert.

Hoy presentaba su candidatura para ser él, y no el oficialista Pachi Vázquez, el candidato de los socialistas a la presidencia de la Xunta de Galicia en las elecciones del próximo 21 de octubre. Pero no se ha votado. El secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, ha sido  ratificado por el Comité Nacional de su partido candidato a la Presidencia de la Xunta por "aclamación", algo a lo que se opuso públicamente el exalcalde de Cedeira (A Coruña) José Luis Vergara, que reclamó que quedase constancia de su "voto en contra" a este procedimiento.

Sin embargo, la alcaldesa de Silleda (Pontevedra), Paula Fernández Pena, ejerciendo como presidenta de la mesa del máximo órgano del PSdeG entre congresos, aprovechó la ovación que los asistentes dedicaron a Vázquez tras su intervención para pedir que fuese "aclamado" y evitar así una votación.

En cualquier caso, el susto ya está dado. Angel Burgos Veiga es un desconocido de 30 años, militante socialista desde los 18, técnico superior de Producción Audiovisual y de Gestión Administrativa, estado incivil: parado, coruñés de El Ventorrillo, barrio obrero, y enemigo de la socialdemocracia.

Pero no es un espontáneo inexperto que se lanza al ruedo sin saber. Su padre, Pepe Burgos, fue secretario de Organización de los socialistas coruñeses a principios de los 80 -José Blanco lo era en Lugo, mientras-, y ha crecido entre mítines, banderas rojas, rosas y puños, engaños y desengaños políticos, y lecturas de Marx y Sun Tzu, aquel chino que vindicaba al "líder sereno e inscrutable" en El arte de la guerra.

Tras conversar con Ángel Burgos uno se da cuenta enseguida de que está ante uno de políticos gonzo que están floreciendo en estos tiempos de hambre e indignación, algo que se verifica en su currículum cuando se le encuentra como productor del vitriólico programa de la TVG Caixa Negra, que presentaba precisamente el periodista Fernando González Gonzo y que desapareció de la parrilla en cuanto Alberto Núñez Feijóo llegó al poder.

Angel Burgos confiesa que no quiere ganar ni perder. Se conforma con jugar. Y eso es lo que jugar no le permite Pachi Vázquez, abortando las prometidas primarias so pretexto de que el adelanto electoral no deja margen de tiempo. Esta entrevista se celebró el viernes, horas antes del congreso de este sábado. 

Pachi Vázquez ha dado a entender que el adelanto electoral impide que haya tiempo para convocar primarias. Parece un argumento un poco pueril. En prácticamente todos los círculos políticos y periodísticos se barajaba la posibilidad.

El adelanto electoral era la crónica de una muerte anunciada. Eso no es ningún secreto. Quien más quien menos sabía o intuía que se iban a adelantar estas elecciones. Se sabía en el partido y en la calle. La respuesta del "no da tiempo", a estas alturas, no me vale. Han pasado casi seis meses desde el Congreso del PSdeG en el que se comprometieron a realizar estas primarias.

Otra cosa es que haya falta de voluntad, organización y ganas de hacerlas. Evidentemente no criticamos algo de vacío. Nosotros hicimos una propuesta alternativa. Consistiría en tres días de presentación de candidaturas, seis días de campaña y un día de votación de los militantes en sus respectivas agrupaciones. Diez días en total. Si se pone empeño y ganas, se podría realizar. Las normas no están talladas en diamante. A situaciones excepcionales, medidas excepcionales.

¿Te presentas con alguna posibilidad de éxito o tu iniciativa es únicamente simbólica, de denuncia del, quizá, despotismo de Pachi Vázquez al autoproclamarse candidato sin primarias? ¿Qué perfil de militante socialista crees que puedes atraer a tu candidatura?

Presentamos la para intentar forzar un proceso en el que se le dé al militante la opción de decidir. Evidentemente, las posibilidades de que se realicen primarias son mayores si se presenta otro candidato. Y como tuve la desgracia de ver que los otros dos contrincantes (los ex ministros José Blanco y Faancisco Caamaño) se retiraban, decidí dar el paso.

Posibilidades de éxito siempre las hay, mayores o menores. El éxito de este movimiento sería que el partido decidiese no arrebatar a la militancia su derecho. Es decir, si hubiese primarias, nos presentásemos Pachi y yo, y ganase Pachi, nuestra inciativa y habría tenido éxito. Cualquier militante socialista podría ser atraído por una candidatura que reclama un derecho básico y democrático.

Pachi Vázquez, para muchos, salió muy quemado del bipartito PSdeG-BNG que gobernó Galicia entre 2005 y 2009. Incluso dentro del partido. ¿Al margen de su maniobra, lo ves como candidato ideal?

Me encanta esta pregunta. Vamos a ver. Ningún candidato gusta al cien por cien de la militancia. Por eso es necesario confiar en el criterio de una mayoría del partido. Y ese criterio será más acertado y estará mejor reflejado si se le pregunta a toda la militancia (alrededor de 12.000 personas en Galicia) en lugar de si se le pregunta a las 400 personas que pueden formar el Comité Nacional Galego. Si a la mayoría de los militantes les parece ideal Pachi Vázquez, pues a mí también me parece ideal Pachi Vázquez.

Al margen de eso, y sinceramente, yo creo que en mi partido cualquiera con iniciativa podría ganarle la Xunta a Feijóo.

¿Hubieran sido mejores candidatos Blanco o Caamaño, o crees que todo lo que huele a Zapatero debe ser apartado de primera línea tras el desgaste sufrido?

El problema no es Zapatero. El problema son las últimas generaciones políticas... Existe una indudable fatiga de materiales. En esta época de crisis e indignación, la gente en la calle nos reclama un ERE sobre los políticos y sobre una forma de hacer políticas que beneficia más al capital que a las personas. No existe el humanismo. Y el poco que hay casi está comprado.

En clave interna socialista, tras las últimas elecciones generales tenemos cuatro millones y medio de razones, de votos perdidos, para psicoanalizarnos. Y aún no hemos empezado ni por la primera.

Hace tiempo que viene hablándose mucho de la necesidad de reformular la política socialista en Galicia y en España. Me refiero al manido debate ideológico. En la calle, se oye demasiado el mantra de que PP y PSOE son prácticamente lo mismo. ¿Qué debate ideológico propone Angel Burgos al militante socialista desencantado?

Esta pregunta me resulta curiosa ya que me hace recordar un momento de estupor que viví. Antes de las últimas generales, creo que en plena campaña, un periódico mostró en portada a Zapatero y a Rajoy dando ruedas de prensa en sus respectivas sedes. La imagen era en color, y al verla pensé que habían hecho una rueda de prensa conjunta en el mismo sitio, ya que el diorama del fondo de la sede el PSOE era casi tan azul como el diorama del PP. La imagen corporativa, aunque parezca una tontería, es un símbolo. Nadie verá al Celta de Vigo jugar vestido de blaquiazul, por lo que significa, ni al Deportivo jugar de azul celeste. Entonces, ¿por qué vemos al PSOE de azul? Nuestro color, nuestro simbólico color de toda la vida, fue el rojo. Fíjese cómo sería la deriva ideológica que llegó a tener nuestro partido al final del segundo mandato de Zapatero, que llegamos hasta a perder nuestra imagen simbólica...

Este partido nació para cambiar el sistema y ha sido el sistema quien poco a poco lo ha estado cambiando a él. Y no es un partido débil, no hay más que ver lo que históricamente resistió. Pero la dureza y la presión del capitalismo y del sistema económico han llegado a golpear con tanta fuerza el ámbito ideológico, que ha pasado esto. Afortunadamente, estamos en una época de cambios. En una época de inicio de la restitución del humanismo. Y creo y tengo la esperanza de que la infección neoliberal que afecta a este partido, con el tiempo, vaya remitiendo. Nosotros, la militancia, somos los anticuerpos capaces de eliminar por completo ese virus. El PP es la derecha. Y evidentemente la derecha está donde le corresponde. Está sentada, cómoda, ya que un mundo injusto como el actual es el paraíso ideal para un partido de derechas.

El debate ideológico que yo propongo es volver al socialismo democrático, oponerse de frente a todas las medidas que impliquen beneficio a un sistema capitalista y considerar a este como el enemigo, defender a ultranza el humanismo frente al materialismo, defender los derechos de la clase trabajadora, apoyar lo público frente a lo privado, y, en resumen, los principios que constituyeron la base ideológica de este partido.

Con el PP muy desgastado por las políticas antisociales de Rajoy, hay posibilidad de que el PSdG recupere la presidencia de la Xunta. Al menos, en coalición. A usted, sin duda, le van a acusar de minar esta posibilidad dividiendo al partido.

Vamos a ver, la expresión "malo para el partido" es muy subjetiva. Del mismo modo que otros opinan que lo que nosotros estamos haciendo es malo para el partido, yo también puedo opinar que quienes están haciendo algo malo para el partido son ellos. La transparencia que la ciudadanía nos reclama que nuestras críticas sean públicas. Para que la gente vea que no somos ninguna secta.

El concepto es el cuándo criticar. Es molesto para algunos escuchar críticas en proximidad de una cita electoral, lo sé. Pero, evidentemente, las críticas hay que hacerlas cuando las cosas ocurren. Es ridículo esperar dos, seis u ocho meses para criticar algo que ha ocurrido el lunes pasado. Es más, las críticas hay que hacerlas cuando aún existe la posibilidad de corregir algo. Cuando aún pueden ser de utilidad. Si yo tiro algo al suelo en la calle, y usted me dice en el mismo momento que lo recoja, evidentemente será más útil que si usted me dice lo mismo cinco horas más tarde...

Culparme a mí o a la militancia crítica de una hipotética derrota es tan ridículo como decir que la culpa de haber perdido cuatro millones y medio de votos fue exclusivamente de la crisis.

De todas formas, esto viene porque el Partido Popular tiene la santa costumbre de hacer política con las discrepancias internas de los otros... Yo lo entiendo porque, desafortunadamente, el PP padece tal vacío de ideas y de propuestas que sus cerebros están únicamente ocupados en esto. Bien, yo les recomendaría que se preocupasen más por su partido, que está tirando a este país por un precipicio y sin paracaídas, y ocupar su tiempo en pensar por qué un exbanquero y exconvicto (Mario Conde) les va a robar muchos votos el próximo 21 de octubre aquí en Galicia.

¿Ha recibido alguna llamada desde Madrid, en cualquier sentido? ¿Han intentado disuadirle o le han mostrado algún apoyo?

No he recibido ninguna llamada desde Madrid, ni tendría por qué recibirla. He visto muchísimo apoyo. De hecho, nos hemos sentido abrumados por el apoyo de compañeros del partido e incluso de personas que no están dentro. Este apoyo, como casi todo últimamente, lo vemos notablemente en las redes sociales.

La división de los nacionalistas gallegos en dos frentes, con la escisión de los capitaneados por Xosé Manuel Beiras, quizá también abra más expectativas al PSdeG. Por mucho que planteen candidatura común...

Es un voto diferente, yo creo... Es cierto que en mi partido también tenemos una base muy galeguista, pero el perfil es distinto. Mientras la base histórica principal de nuestro partido es la defensa de las clases trabajadoras y sociales más débiles, la prioridad de los partidos nacionalistas es la defensa de la autodeterminación, e incluso independencia, de Galicia. Son prioridades totalmente distintas. Podemos coincidir en muchas cosas, efectivamente, como el bienestar social o la defensa de lo público. Es posible que pueda haber cierto trasvase de votos en algún momento concreto, pero insisto en que creo que los perfiles son totalmente distintos. En lo que sí estamos de acuerdo es en que ambos queremos ver a Feijóo fuera de la Xunta.

En todo caso, ¿sería posible otro gobierno de coalición con los nacionalistas si abren esa puerta las matemáticas electorales?

Yo soy partidario de una Syriza gallega, y creo que claro que podría ser posible. Es prioritario, necesario e incluso, tal como se están poniendo las cosas, vital echar al PP y a la derecha de las administraciones públicas de este país. Y, particularmente, si me viese en la tesitura de hacerlo, si de mí dependiese, lo haría sin condiciones, es decir, no iba a entrar en guerras de liderazgos ni de partidos más votados. Daría carta blanca con tal de ver al PP lo más lejos posible de la Xunta de Galicia.

Angel Burgos es un melómano irredento. Está tan enamorado del heavy metal como del romanticismo clásico. Y lo demuestra. Este sábado se disponía a pegar un guitarrazo salvaje en el escenario del comité nacional de los socialistas gallegos, pero va a explicar su guitarrazo con palabras cadenciosas y mistéricas de sonata para piano de Schubert.