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Rajoy sigue eludiendo un rescate que se llevaría por delante su Gobierno
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HOY VUELVE A COMPARECER EN MONCLOA

Rajoy sigue eludiendo un rescate que se llevaría por delante su Gobierno

Enrocado en su tradicional mutismo, no era de esperar una declaración contundente por parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que despejase las dudas planteadas

Foto: Rajoy sigue eludiendo un rescate que se llevaría por delante su Gobierno
Rajoy sigue eludiendo un rescate que se llevaría por delante su Gobierno

Enrocado en su tradicional mutismo, no era de esperar una declaración contundente por parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que despejase las dudas planteadas por el responsable del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en torno a una posible petición al fondo de rescate por parte del Ejecutivo español. Rajoy y su colega italiano, Mario Monti, hicieron ayer, en su comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, de la necesidad virtud para destacar los “aspectos positivos” de las palabras de Dragui en defensa del euro y de posibles intervenciones en el mercado secundario. Pero en el caso del líder español, su reticencia a pedir la compra de deuda por parte del BCE volvió a hundir el Ibex y a disparar la prima.

Rajoy no quiere oir hablar de rescate, por mucho que éste sea 'light'. Durante la rueda de prensa en Moncloa, los periodistas italianos le preguntaron a su primer ministro si una posible petición de ayuda al fondo de rescate supondría el punto final para su gobierno, formado íntegramente por tecnócratas. Monti, como era de esperar, esquivó la respuesta argumentando que no veía “el nexo de unión” entre una cosa y la otra, mientras que Rajoy, que seguía el intercambio de respuestas impasible a través del pinganillo de la traducción, no pudo evitar un gesto de complicidad con su secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, sentada en primera fila durante la intervención. Una mirada de sorpresa del estilo: vaya pregunta incómoda.

El presidente del Gobierno español eludió como pudo la cuestión de la petición de ayuda (“creo que he dejado clara mi postura”, dijo para estupefacción de la sala), pero la pregunta, aunque no fue formulada en su caso por ningún periodista, pues solo hubo tiempo para tres cuestiones a ambos presidentes, sigue en el aire.  ¿Un rescate supondría también un final apresurado para el Gobierno del PP?

Como reconocían a finales de mayo a El Confidencial fuentes de La Moncloa, un rescate “amortizaría al actual Gobierno, no es seguro que mejorase la prima de riesgo y restaría todavía más soberanía al Ejecutivo y al propio Parlamento”. Un escenario apocalíptico que el Ejecutivo de Rajoy trata de postergar hasta que sea inevitable atajando de forma inflexible el déficit y la deuda pública y, sobre todo, tomando decisiones incómodas para la mayoría y que le conducen, también antes o después, hacia un harakiri electoral parecido al que terminó por hundir la figura de José Luis Rodríguez Zapatero. En este sentido, Rajoy reiteró que seguirá adelante con las reformas estructurales, aunque sean “muy difíciles y no agradables” y aunque “no gustan a la inmensa mayoría de los españoles”. Es lo que hay y lo que toca, como se ha encargado también de recordar el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, a las comunidades autónomas, a las que podría llegar a suspender la autonomía si se ponen rebeldes.

Otros mecanismos de ayuda

Rajoy y Monti destacaron, en cambio, como positivas otras posibles intervenciones, aún por concretar, que pueda tomar en el futuro el Banco Central Europeo en el mercado secundario y del tamaño necesario para cumplir sus objetivos. Monti , que dijo que tenía que “analizar” y estudiar esas posibles medidas, se declaró abierto a poder recurrir a ellas si Italia lo necesita. Rajoy, por su parte, se limitó a decir que esta opción era “muy positiva”.

El presidente del PP lo tendrá hoy más complicado, sin embargo, para desviar una respuesta concreta sobre el camino apuntado ayer por Draghi y también para esquivar posibles cuestiones sobre la continuidad de su Gobierno o de algunos de sus ministros más quemados por la crisis. Rajoy comparecerá hoy, en uno de los momentos más críticos de su mandato, en la tradicional rueda de prensa de verano en la que el presidente hará balance del curso político, repasará la situación económica del país y, explicará las medidas del Ejecutivo. Dos ruedas de prensa consecutivas tras ocho meses sin comparecer ante la prensa en Moncloa. Todo un reto.

Enrocado en su tradicional mutismo, no era de esperar una declaración contundente por parte del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que despejase las dudas planteadas por el responsable del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en torno a una posible petición al fondo de rescate por parte del Ejecutivo español. Rajoy y su colega italiano, Mario Monti, hicieron ayer, en su comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, de la necesidad virtud para destacar los “aspectos positivos” de las palabras de Dragui en defensa del euro y de posibles intervenciones en el mercado secundario. Pero en el caso del líder español, su reticencia a pedir la compra de deuda por parte del BCE volvió a hundir el Ibex y a disparar la prima.

Mariano Rajoy