Es noticia
Madrid 2020: milagro económico o grave irresponsabilidad financiera
  1. España
'THE WALL STREET JOURNAL' CRITICA LA CANDIDATURA OLÍMPICA ESPAÑOLA

Madrid 2020: milagro económico o grave irresponsabilidad financiera

Los de Madrid "van a ser unos Juegos únicos", anunciaba el jueves Ana Botella prescindiendo del uso del tiempo condicional. Según ella, el proyecto olímpico de Madrid

Foto: Madrid 2020: milagro económico o grave irresponsabilidad financiera
Madrid 2020: milagro económico o grave irresponsabilidad financiera

Los de Madrid "van a ser unos Juegos únicos", anunciaba el jueves Ana Botella prescindiendo del uso del tiempo condicional. Según ella, el proyecto olímpico de Madrid 2020 "generará riqueza para que, sin mucha inversión, llegue mucho dinero a Madrid y España"

La alcaldesa de Madrid hizo estas aventuradas declaraciones arropada por todo el equipo de la candidatura, que esta semana ha viajado a la inauguración de los juegos de Londres para intentar vender, al calor de las pirotecnias, las virtudes de la capital e intentar convencer al COI de que el pebetero olímpico vuelva a España. Madrid 2020, sin embargo, es una candidatura menos robusta que las dos anteriores, para algunos no tan prometedora y para muchos, poco o nada oportuna. La capital encara así la recta final de su tercera intentona –y previsiblemente, la última– más cuestionada que nunca y comprometida por unas flaquezas económicas difíciles de edulcorar con cifras o eufemismos porque son, en suma, las del propio país.

Perdiendo apoyo ciudadano

La candidatura de Madrid 2012 contó con un respaldo popular del 90% y la de Madrid 2016 llegó hasta el 85%. Pese a que la capital perdió en ambas ocasiones contra Londres y Río de Janeiro, el elevado apoyo entre sus habitantes –muy valorado por el COI– siempre ha sido la gran baza de la ciudad, que ha conseguido sistemáticamente reunir una proporción de simpatizantes mayor que la de sus contrincantes. La decidida y continuada campaña de su exalcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y la reiterada escenificación del consenso político al respecto son factores que contribuyeron a que los valores olímpicos –y lo que es más determinante: la posibilidad de rentabilizarlos– conmoviesen en el pasado a los madrileños.

Pero ya no estamos en 2006, cuando se decidieron los juegos de Londres, ni en 2009, cuando se decidieron los de Río. Es 2012 y de momento, Madrid 2020 recaba a duras penas el apoyo de tres de cada cuatro madrileños –asciende al 75,3%–, según las únicas cifras oficiales, del COE. La Villa y Corte tiene hasta 2013, cuando se decidirá en Buenos Aires la localización de los siguientes, para remontar las cifras, aunque la situación no invita al optimismo. Los responsables de la candidatura saben que su proyecto no sólo acusa la erosión de dos fracasos seguidos; también se enfrenta a un monstruo, el de la crisis, particularmente ensañado con nuestro país, y a un pesimismo infeccioso que anima a poco entusiasmo por los proyectos colectivos.

Quizá por esa razón los responsables de la candidatura han decidido poner en práctica el refrán que recomienda unirse al enemigo cuando éste sea imbatible y presentar la crisis no en contra de los Juegos, sino a su favor. "Queremos, deseamos y podemos, y además los necesitamos", declaró convencido el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, durante la presentación este enero del logo de la candidatura. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se arrancó en aquella ocasión con una apelación al inconsciente colectivo. Una sociedad, anunció, "tiene que tener sueños, sobre todo en un momento tan complicado".

Un proyecto cuestionado desde fuera de España

Pero no todo el mundo comparte un concepto tan poético de los Juegos, y no todos los que están en su contra viven dentro de nuestras fronteras.

"España está recortando su presupuesto de forma radical, pero aun así la capital del atribulado país quiere invertir fondos públicos en una apuesta financiera de riesgo: organizar los Juegos Olímpicos". Es la tesis inicial del artículo con el que el periódico financiero The Wall Street Journal critica esta semana el órdago olímpico de Madrid, al que somete a dolorosas comparaciones con las candidaturas de Roma y Londres. De la primera recuerda su retirada de la carrera olímpica, cuando Mario Monti la calificó de "financieramente irresponsable a la luz de la frágil situación económica del país". De la segunda, que su coste se ha triplicado desde el valor inicial –de 3.400 millones de libras, unos 4.300 millones de euros– hasta el final, de casi 11.000 millones de libras –14.000 millones de euros–.

"Los escépticos señalan que Madrid está entre las ciudades más endeudadas de España", explica el autor del artículo sin desmarcarse por un momento de ese mismo escepticismo. Y recuerda seguidamente que "la firma de calificación de crédito Fitch rebajó la nota de la Comunidad de Madrid al pronosticar que su deuda podría más que triplicarse entre 2010 y 2014, a 23.700 millones de euros. La economía del país, mientras tanto, ha sufrido una recaída y el Gobierno central ha anunciado un programa de austeridad de 65.000 millones de euros".

El texto también recela de la condición ahorradora del proyecto madrileño, que asegura tener el 78% de las infraestructuras construidas y que " impulsaría el empleo, en particular entre los jóvenes, cuya tasa de desocupación es de 52%". The Wall Street Journal se permite dudar con sutileza del realismo de las cifras, en particular a través de los testimonios. "Si se afirma que la mayor parte de la infraestructura ya está construida y que no se va a usar mucho dinero público, entonces no se crearán muchos empleos", afirma José  García Montalvo, profesor de economía de la Universitat Pompeu Fabra. Por su parte, Mathew Burbank, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Utah, concluye que "en estos documentos de postulación siempre hay un elemento de fantasía".

Batalla contra las cifras

Pero las fortalezas y puntos flacos de una candidatura olímpica no lo son en términos absolutos, sino respecto a los de sus rivales. Madrid tendrá que batirse en duelo con Japón, la tercera potencia económica del mundo, y Turquía, una poderosa economías emergentes. En total –y después de la retirada de Roma, Doha y Bakú– Madrid tendrá que vencer a Tokio y Estambul.

A diferencia de sus contrincantes, España no puede presumir de finanzas ni jugar la baza de una economía pujante, un factor que los miembros del COI parecen haber tenido en cuenta a la hora de encender la llama en Río de Janeiro, Londres y Pekín. Madrid lo sabe y actúa en consecuencia, invocando en su discurso promocional dos nociones a su favor que, espera, conquisten a los miembros del COI.

La primera de ellas es el capital privado. A principios de esta semana se presentaba oficial –y sobre todo, visualmente– el Plan de Patrocinio de la candidatura, que la alcaldesa vendía como "serio, riguroso y ambicioso, que habla el lenguaje de las empresas y que aportará valor a todas las que se acerquen a él". A las compañías representadas en el Palacio de Cibeles –entre otras, Telefónica, Iberia, BBVA, La Caixa, Danone, Sol Melià y Axa– no se les escapa que Madrid 2020 es un acontecimiento definido como "de excepcional interés público" que reporta beneficios fiscales específicos a las empresas que comprometa. Se trata de un solvente ejemplo de colaboración público-privada "sólida y fructífera", en palabras de Botella.

El otro as en la manga de los defensores del proyecto es la austeridad, garantizada en Madrid 2020 por la existencia de gran parte de las infraestructuras y la continuidad con las actuales políticas del Gobierno central. "España entera se ve identificada con este proyecto, no es sólo una cuestión de Madrid", anunciaba en la rueda de prensa de este jueves Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte. "El Gobierno apoya totalmente el proyecto olímpico y es uno de los grandes objetivos a cubrir por el Gobierno de Mariano Rajoy en los próximos meses. Cien empresas nos respaldan y la aportación económica del Gobierno será mínima. Los Juegos no serán una rémora, sino que ofrecen soluciones económicas". Cardenal también anunció que "no se van a realizar más inversiones" hasta que se sepa en 2013 si Madrid organizará los Juegos.

Los de Madrid "van a ser unos Juegos únicos", anunciaba el jueves Ana Botella prescindiendo del uso del tiempo condicional. Según ella, el proyecto olímpico de Madrid 2020 "generará riqueza para que, sin mucha inversión, llegue mucho dinero a Madrid y España"

Ayuntamiento de Madrid