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Profesores y alumnos, unidos contra el ‘tijeretazo’: “El próximo curso no debe comenzar”
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LAS CARAS QUE HAY DETRÁS DE LOS AJUSTES (IV): EDUCACIÓN

Profesores y alumnos, unidos contra el ‘tijeretazo’: “El próximo curso no debe comenzar”

La subida de las tasas universitarias y del precio de las escuelas infantiles, el aumento del ratio de alumnos y las horas lectivas de los profesores

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Profesores y alumnos, unidos contra el ‘tijeretazo’: “El próximo curso no debe comenzar”

María es profesora de inglés en un instituto del Sur de Madrid. Por primera vez en los dieciséis años que lleva ejerciendo, el pasado curso se encargó de las clases de Lengua, aunque no es su especialidad. También es la primera vez que se encargó de tutelar un grupo de alumnos con problemas de atención y aprendizaje. “Cuando tengamos a más alumnos por clase y se reduzca el número de profesores no voy a poder atender a estos niños, cuyo único destino es el fracaso escolar”, se resigna.

El Real Decreto para reducir el gasto en el sector de la educación aprobado por el Gobierno central en abril permite aumentar las ratios de alumnos por aula un 20%. En primaria, se puede pasar de 25 a 30 alumnos; en secundaria, de 30 a 36 y en bachillerato, de 35 a 42. “Están jugando con nuestro futuro. Menos inyecciones a los bancos y más dinero para la escuela pública”. Habla Álvaro, de 16 años, que el año que viene cursará bachillerato para dentro de dos años estudiar Ingeniería. “Si puedo estudiar”, porque encima de incrementar las tasas universitarias, su padre, constructor, solo ingresa el subsidio del desempleo. “Los estudiantes no tenemos la culpa de la crisis, y mi padre ya me ha advertido de que si quiero estudiar, tendré que trabajar. Si es que encuentro trabajo, claro”. Los idiomas tampoco puede perfeccionarlos. Matricularse en las escuelas oficiales de la Comunidad de Madrid pasa de costar 100 euros a 200. Para los repetidores, la matrícula costará 220. “Así que me quedo con el nivel medio de inglés. Esos 200 euros los guardamos para la matrícula”, añade.

Aspirar a que una beca universitaria le “costee” el curso universitario tampoco es una opción “viable” desde que el ministerio de Educación, el encargado de otorgar las becas, ha endurecido las condiciones para obtenerla. A partir del próximo curso será necesario tener un 5,5 de media para conseguir una y aprobar un porcentaje mayor al actual para mantenerla. Quien no supere el 50% de las asignaturas matriculadas tendrá que devolver el dinero recibido. Además, para el curso 2013-2014 será necesario tener un 6,5 de media para acceder a una de estas ayudas y aprobar el 100% si se quiere mantener. “Y encima mi hermano ya no puede acceder al cheque-libro”, añade. Esperanza Aguirre sustituye el próximo curso el famoso cheque que llegaba a más de 300.000 familias por un sistema de préstamo que solo está garantizado para los niños con poco recursos.

"Sin educación no se sale de la crisis"

Los mensajes de profesores y alumnos coinciden. “El recorte va a hundir la educación pública, que desde hace tiempo quieren desprestigiar con una estrategia privatizadora que acabará con la igualdad de oportunidades”, asegura Pilar, una maestra de primaria de un colegio público madrileño con más de veinte años de experiencia. “El Gobierno tiene que apostar por la educación, el conocimiento y la investigación. Así no se sale de la crisis”, critica.

Para esta misma mañana, representantes del profesorado no permanente de todas las universidades públicas españolas planean movilizarse ante los despidos, la precarización de sus condiciones de trabajo y la falta de futuro a la que se ven abocados por los últimos recortes presupuestarios de la Comunidad de Madrid. Los estudiantes están con ellos. Incluso han protestado contra los recortes 'enterrando' simbólicamente” la educación pública en la Ciudad Universitaria de Madrid, donde han paseado lápidas de cartón con eslóganes escritos a bolígrafo en las que se podía leer “DEP Educación Pública. La Sanidad y el Bienestar social te recordarán”. “Educación pública, asesinada en 2012” o “Becas RIP”. En la Universidad Complutense de Madrid, un grupo de estudiantes de Periodismo lo tiene claro: “Ahora hay que estar con los profesores más que nunca. Muchos de ellos se van a quedar en la calle y muchas de nuestras familias no van a poder costear el elevado precio de las matrículas”.

María es profesora de inglés en un instituto del Sur de Madrid. Por primera vez en los dieciséis años que lleva ejerciendo, el pasado curso se encargó de las clases de Lengua, aunque no es su especialidad. También es la primera vez que se encargó de tutelar un grupo de alumnos con problemas de atención y aprendizaje. “Cuando tengamos a más alumnos por clase y se reduzca el número de profesores no voy a poder atender a estos niños, cuyo único destino es el fracaso escolar”, se resigna.