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El PP asume el desgaste. “Estamos para gobernar, no para ganar elecciones”
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RAJOY VUELVE A PEDIR A LA UE QUE INTERVENGA EN APOYO DE LA DEUDA

El PP asume el desgaste. “Estamos para gobernar, no para ganar elecciones”

Defender al Gobierno, cerrar filas, dar imagen de unidad, apelar al patriotismo y sostener la tesis de que no hay margen para hacer otra política que

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El PP asume el desgaste. “Estamos para gobernar, no para ganar elecciones”

Defender al Gobierno, cerrar filas, dar imagen de unidad, apelar al patriotismo y sostener la tesis de que no hay margen para hacer otra política que no sea la de los recortes y las subidas de impuestos y que "es mejor que lo hagamos nosotros a que nos la vengan a imponer desde fuera". Es el guión del Partido Popular después de los decretos del viernes, los que vendrán y las medidas de los próximos Presupuestos. "Aquí ya sabemos que estamos para gobernar, no para ganar elecciones", dicen en la dirección del PP ante el desgaste que sufren ante la opinión pública.

El panorama económico es más que sombrío. Ayer siguió subiendo la prima de riesgo (558 puntos) pese a los acuerdos del Consejo de Ministros y el Gobierno está hoy pendiente de la colocación de deuda pública en los mercados, que toca repetir el jueves. El viernes, el Ejecutivo tiene que aprobar el techo de gasto para iniciar la elaboración del proyecto de ley de los próximos Presupuestos Generales del Estado. Otro recorte, porque avanzará en varios puntos la reducción de lo que gastarán el conjunto de las Administraciones en el próximo ejercicio con la vista puesta en cumplir con el objetivo de déficit admitido por la UE.

El Gobierno, pasado el trago de hacer pública la mayor subida de impuestos indirectos de las últimas décadas, daba el viernes por cumplidas las “recomendaciones” de la UE y esperaba que, a su vez, las instancias de la Unión (principalmente el BCE) tuvieran ya algún detalle para frenar la escalada de la deuda. "Es en lo que está Rajoy", según fuentes del PP, en convencer a Bruselas y Berlín para que salgan en ayuda de la deuda soberana de España; y del propio euro, porque la prima de riesgo de Italia empieza a acercarse a los 500 puntos.

El único acontecimiento puramente económico que esta semana puede romper esa dinámica no llega hasta el próximo viernes, jornada en la que se deben cerrar de una vez por todas las condiciones de la línea de crédito para la banca española en apuros. Sin embargo, antes están las dos subastas citadas y, si sigue subiendo el interés para alcanzar o superar el 8% o, lo que es peor, no se consigue colocar la deuda, se volverá a plantear la posibilidad de la intervención total de la economía española.

El Gobierno, convencido de que no habrá intervención

Pese al dramatismo de la situación -que el Gobierno no disimula y el PP, con su secretaria general, María Dolores de Cospedal al frente, reconoció ayer mismo-, en el Ejecutivo siguen convencidos de que el rescate no se sustanciará simplemente porque es imposible, porque no hay dinero en la UE para intervenir la economía española, como se ha hecho en Grecia.

En el Partido Popular han perdido cualquier perspectiva de cálculo demoscópico o electoral después de las últimas decisiones del Gobierno con las “recomendaciones” (IVA) de la UE incorporadas. Saben que afectan de lleno a sus votantes porque son contrarias al programa, la doctrina y la práctica del PP, pero insisten en que ahora de lo único que se trata es de salvar a España de una intervención 'a la griega'.

El Ejecutivo puede tomarse dos años para reducir las plantillas de empleados públicos en el conjunto de las administraciones, empezar por los interinos, promover la flexibilidad y los traslados, privatizar servicios auxiliares para pasar algunas nóminas del Estado al sector privado o probar a continuar con la prohibición de cubrir plazas vacantes. La alternativa a ese margen de maniobra en manos del Gobierno es, con el modelo griego, que los 'interventores' de la UE dicten la decisión de que 450.000 empleados públicos causen baja inmediata en la nómina del Estado. Esa cifra representa sólo el 15% de los ciudadanos que en España cobran directamente del Estado en el conjunto de sus administraciones, empresas, fundaciones, entes, observatorios o medios de comunicación.

Ese recorte, más el de las prestaciones por desempleo y las pensiones, serían las primeras medidas que traería la intervención completa de la economía española. En el PP inciden en que la principal tarea del Gobierno de Rajoy en los próximos meses es evitar ese rescate, que sería mucho más duro y traumático para la población y el sistema político que su agenda de reformas, subida de impuestos y de reducción de gastos.

Las CCAA españolas, famosas en Europa

Las Autonomías españolas se han hecho famosas en toda la UE como modelo de derroche de dinero público y foco de rechazo a la disciplina fiscal y por eso inciden el Gobierno de Rajoy en someterlas a la disciplina. El PP se muestra casi comprensivo con José Antonio Monago, presidente de Extremadura, por haberse abstenido en la votación sobre los recortes (menos con el Ejecutivo regional de Castilla y León), pero recuerda que ningún gobierno autonómico bajo su control se ha opuesto a cumplir con el objetivo de déficit y asegura que tampoco lo hará en el futuro. El choque será con el PSOE y los nacionalistas, pero sin posibilidad de marcha atrás. Si no recortan como deben se les cerrará el grifo, aseguran. Y algunos no tienen fondos ni para pagar a sus funcionarios este mismo verano.

Defender al Gobierno, cerrar filas, dar imagen de unidad, apelar al patriotismo y sostener la tesis de que no hay margen para hacer otra política que no sea la de los recortes y las subidas de impuestos y que "es mejor que lo hagamos nosotros a que nos la vengan a imponer desde fuera". Es el guión del Partido Popular después de los decretos del viernes, los que vendrán y las medidas de los próximos Presupuestos. "Aquí ya sabemos que estamos para gobernar, no para ganar elecciones", dicen en la dirección del PP ante el desgaste que sufren ante la opinión pública.