Rosa Díez tacha de “farsa” el pacto PP-PSOE para colocar a sus candidatos en el Constitucional

“Enredo, trama o tramoya para aparentar o engañar”. La portavoz de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, se fue ayer al diccionario de la Real Academia Española y a la cuarta acepción de la palabra “farsa” para calificar el trámite parlamentario llevado a cabo ayer en el Congreso para calificar la idoneidad de los cuatro candidatos al Tribunal Constitucional que serán elegidos en breve por la Cámara Baja. En su opinión, una “farsa de examen” para evaluar a cuatro personas, Juan José González Rivas, Andres Ollero, Encarnación Roca y Fernando Valdés, que ya han sido propuestas por el acuerdo entre PP y PSOE para renovar el Alto Tribunal, bloqueado desde noviembre del año 2010.

En opinión de la líder de UPyD, la reunión de la comisión de nombramientos del Congreso carece de sentido y no es más que un “paripé” si los cuatro aspirantes al TC van a ser nombrados, sí o sí, por el acuerdo alcanzado entre los dos grandes partidos y suscrito por CIU para la renovación del Tribunal. Un consenso que, según Díez, solo tiene una razón de ser: el reparto de la “tarta” del Constitucional para que cada partido coloque a sus peones dentro de las mayoría progresistas y conservadoras del citado órgano. El PP, a su ex portavoz de Justicia y militante Andrés Ollero y al magistrado del Supremo, Juan José González Rivas; CIU, por su parte, a la catalana Encarnación Roca y el PSOE a Fernando Valdés. El Senado, a su vez, hará lo mismo esta semana con sus cuatro aspirantes.

“Estamos convocados a representar una especie de farsa, a dar apariencia de elección democrática a un acto de reparto de poder arbitrario entre los dos grandes partidos”, repitió la líder de UPyD en varias ocasiones a lo largo de la tarde, conforme cada candidato fue entrando a la sala donde se reunía la comisión. “Aquí hacemos el paripé de que les examinamos pero ustedes ya han sido nombrados”, añadió.

Las palabras de Díez tuvieron réplica por parte de los portavoces del PSOE, Ramón Jáuregui, y del PP, Pedro Gómez de la Serna, quien fue especialmente crítico con la líder de UPyD a quien acusó de querer “deslegitimar” el proceso situándose “extramuros del sistema constitucional”. Una referencia, esta última, que molestó especialmente a Díez, que acusó a ambos partidos de querer hacer del TC un órgano con la misma mayoría política que la que el Congreso. De la Serna añadió también que las palabras de Díez eran populistas y sobreactuadas.

Jáuregui, por su parte, dijo tomarse muy en serio el trámite de la comisión de nombramientos puesto que, explicó, de encontrar no idóneo a un candidato lo echaría para atrás. “Lo importante es que hemos sido capaces de alcanzar mayorías necesarias para que las personas que pasan este trámite sean nombradas”, añadió.

Ollero y el matrimonio homosexual

Como estaba previsto, los cuatro aspirantes recibieron el visto bueno de la comisión para que el pleno les vote, próximamente, como magistrados del TC. El único que podía presentar un perfil algo más polémico, como es el caso del exdiputado Andrés Ollero, tampoco recibió critica alguna por parte del portavoz socialista, que le cuestionó sobre sus opiniones respecto a los matrimonios homosexuales.

Ollero no entró en el debate político ni se manifestó en contra de dicha ley, que en su día calificó de “inconcebible” jurídicamente. Explicó, eso sí, que el Tribunal Constitucional no está “para hacer una prórroga del debate político” que se hace en el Congreso. “Lo que determinará el Constitucional es si para que haya una ley del matrimonio homosexual hay que cambiar la Constitución o no”, dijo.