La crisis y los recortes devastan la industria cultural y amenazan el 4% del PIB

Cinco años de crisis económica y los presupuestos generales del Estado más restrictivos han desencadenado un devastador huracán sobre las industrias culturales y creativas. No hay sector que se libre del retroceso, desde la música al cine, pasando por las artes escénicas o el mundo editorial. En conjunto, suponen el 4% del PIB de España, y suman más de medio millón de empleos, por lo que los diferentes gremios siguen suplicando su particular rescate económico al Gobierno.

Los datos de 2009, los últimos disponibles, reflejan que las actividades culturales y vinculadas a la propiedad intelectual representaron, de media, en la primera década de siglo, un 3,9% del PIB, alcanzando los 37.775 millones y los 750.000 empleos. Sin embargo, en los últimos años, el mundo de la cultura ha padecido un fuerte impacto de la crisis. Los presupuestos generales de este año prevén un recorte del 15,1% para las políticas culturales, que recibirán 937,40 millones. Según la Fundación Ideas, el think tank del PSOE, de mantenerse estos ajustes durante los próximos cuatro años, se podrían perder 60.000 puestos de trabajo.

En el sector audiovisual, el incremento del desempleo en 2011 fue de un 9,3%. A 20 de abril de este año, se han notificado 33 rodajes, frente a los 63 del mismo periodo del año anterior; y el número de películas española ha caído de 55 a 35. Mientras, la recaudación por taquilla ha descendido un 16%. Pese a todo, Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), se muestra confiado en la capacidad de la industria.  “En España se hacían demasiadas películas y se utilizaban mal los recursos. Ahora hemos hecho el ajuste para adecuar el número de películas al mercado”, explica.

Pese a la imagen que proyecta el cine como sector excesivamente dependiente de las subvenciones, Pérez recuerda que solo 16 de cada 100 euros que se invierten en películas españoles procede de las arcas públicas. Este año, el Ejecutivo ha cifrado en 49 millones las ayudas al cine, pero está por ver si, como prometió el PP en campaña, cambia el modelo para avanzar hacia el fin de las subvenciones, a cambio de desgravaciones de hasta el 40%. Por otra parte, Pérez está a la espera de que TVE, al dejar de competir en audiencia con las privadas, destine al cine español los recursos que hasta ahora dedicaba a la compra de películas estadounidenses y eventos deportivos.

En la industria musical, hablar de crisis es algo habitual en la última década, incluso en los años de crecimiento y burbuja. “Por cada diez discos que comprábamos en España al comienzo de la década, hoy, incluyendo las ventas digitales, adquirimos solo dos”, señala Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, que representa a los productores de música de España. A su larga batalla contra lo que tacha de “piratería”, este sector suma ahora nuevas amenazas como la caída de la música en vivo por falta de recursos.

Supresión del canon digital

“Nos dijeron que la salvación de la música es el directo, pero lo cierto es que la contratación está hoy casi parada y existen enormes dificultades para que los músicos puedan conseguir mantener un trabajo digno. El término "nómina" casi no existe en este gremio. ¿Queremos seguir ignorando que la cultura se basa en un puñado de emprendedores sin protección alguna?”, se pregunta Guisasola. Desde Promusicae también se lamenta la inexistencia de ayudas públicas, en comparación con “las que han recibido otras áreas de la cultura”, la tardía aplicación de la polémica ley Sinde-Wert o la eliminación del canon digital.

El Gobierno del PP eliminó el canon en su segundo Consejo de Ministros, a cambio de incluir una compensación en los presupuestos generales. Sin embargo, en las cuentas públicas que aprobó el Congreso no había ninguna partida para este fin, y en su paso por el Senado, el Grupo Popular solo ha incluido una enmienda de cinco millones de euros, que contrasta y mucho con los 100 millones que esperaban las entidades de gestión de derechos de autor. “Después de un tiempo en que se había estabilizado la considerable pérdida de puestos de trabajo en el sector, cada día nos llegan noticias de nuevos despidos”, concluye Guisasola.

Caída del 10% en la venta de libros

En el sector editorial, pese a las buenas cifras de público que estos días acude a la Feria del Libro de Madrid, las caídas de ventas en las librerías rondan el 10% anual desde 2010. Ese año, la facturación del sector editorial rondó los 3.100 millones. “Hasta ahora parecía que íbamos capeando el temporal, pero las sensaciones de 2012 es que no se remonta. Todavía no hemos tocado fondo y no se atisba la salida”, sostiene Fernando Valverde, presidente de la Confederación Española de Libreros, quien espera otro descenso el 12% para este año, y que también ha detectado una ralentización del desarrollo del libro electrónico.

El sector público tampoco ayuda a superar el bache, ya que, como explica Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, el Estado ha reducido al mínimo la compra de ejemplares para bibliotecas públicas, universitarias y escolares. Además, las comunidades autónomas han recortado las partidas destinadas a libros de texto y algunas, como la Valenciana, todavía deben 22 millones por este concepto.  

En cuanto a las artes escénicas y musicales, los presupuestos del Estado contemplan para este año 89,7 millones para música y danza; y 45,1, para el teatro. Cabe destacar que la mayoría de las actuaciones tienen lugar en teatros y escenarios públicos, por lo que el Estado sigue siendo clave para este segmento, que en 2009 aportó al PIB nacional 1.782 millones. Sin embargo, habrá que esperar a que pase la tormenta de la crisis para comprobar el estado en que queda este importante sector económico, clave también para la ansiada marca España