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Gibraltar sella la Verja con alambre de espino en vísperas de la llegada del hijo de Isabel II
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ESPAÑA CONSIDERA "PROFUNDAMENTE DESAFORTUNADA" LA VISITA AL PEÑÓN DEL PRÍNCIPE EDUARDO

Gibraltar sella la Verja con alambre de espino en vísperas de la llegada del hijo de Isabel II

La espiral de tensión en Gibraltar parece no tener fin. A los graves incidentes pesqueros de las últimas semanas, con el telón de fondo de las

Foto: Gibraltar sella la Verja con alambre de espino en vísperas de la llegada del hijo de Isabel II
Gibraltar sella la Verja con alambre de espino en vísperas de la llegada del hijo de Isabel II

La espiral de tensión en Gibraltar parece no tener fin. A los graves incidentes pesqueros de las últimas semanas, con el telón de fondo de las disputadas aguas territoriales del Peñón y el conflicto diplomático por la suspensión de la visita de la reina Doña Sofía a Londres, se suma ahora la decisión de las autoridades gibraltareñas de sellar con alambre de espino la Verja fronteriza. Y todo ello en vísperas del viaje a la colonia británica del príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel II, que el Gobierno español rechaza por "desafortunado".

El príncipe Eduardo y su mujer, Sophye Rhys-Jones, tienen previsto llegar mañana a la Roca para celebrar durante tres días el 60º aniversario del reinado de Isabel II, una visita que para el Gobierno equivale poco menos que a un casus belli diplomático. El Ministerio de Asuntos Exteriores ya trasladó al embajador británico en Madrid, Giles Paxman, el "disgusto y malestar" del Ejecutivo por ese viaje, y el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, reiteró este viernes que la visita es "profundamente desafortunada".

Para añadir más sal a la herida, Eduardo y Sophie, condes de Wessex, inaugurarán durante su estancia en Gibraltar la nueva terminal del aeropuerto del Peñón, cuyas pistas se adentran parcialmente y de forma ilegal en aguas de la bahía de Algeciras. El Reino Unido se apoderó de la franja de terreno sobre la que se levanta el actual aeródromo en 1938, en plena Guerra Civil española, y Madrid jamás ha reconocido la soberanía británica sobre ese territorio, que había quedado excluido del Tratado de Utrecht por el que España cedió el Peñón a Gran Bretaña en 1713.

La visita real podría volver a sacudir la tensa calma de las dos últimas semanas, después de los graves enfrentamientos protagonizados a finales de mayo en las aguas que rodean al Peñón por pescadores andaluces y policías gibraltareños, con la Royal Navy británica y la Guardia Civil como testigos. La frágil tregua sellada por las autoridades de Gibraltar con los armadores de Algeciras y La Línea podría saltar por los aires en cualquier momento, porque éstos están dispuestos a echarse de nuevo a la mar y aquéllas mantienen su prohibición sobre el uso de determinadas artes de pesca.

Incursiones de contrabandistas

En ese escenario marcado por las continuas tiranteces diplomáticas, la decisión del Gobierno gibraltareño de Fabian Picardo de sembrar de alambre de espino una segunda valla fronteriza, que discurre paralela a la Verja -en una zona del istmo que España considera usurpada por Londres-, no contribuye precisamente a rebajar la crispación. Los trabajos de instalación de la alambrada de púas comenzaron la semana pasada, y ayer prácticamente habían concluido.

Picardo justifica la medida con el argumento de que es necesario frenar las continuas incursiones de contrabandistas de tabaco a través del paso fronterizo. Gibraltar trataría así, además, de evitar nuevos incidentes entre matuteros -como se conoce a los estraperlistas- y agentes de aduanas, como el ocurrido hace 10 días, cuando un policía gibraltareño resultó herido a pedradas al tratar de detener a 15 españoles que se habían colado a través de la Verja. Sin embargo, fuentes diplomáticas españolas consultadas por El Confidencial no descartan que la colocación de la alambrada sea una nueva demostración de fuerza de Picardo.

Por si faltara algún ingrediente, un derrame de fuel en el puerto de Gibraltar forzó ayer al Gobierno del Peñón a poner en marcha un plan de emergencia que ha obligado a suspender todas las entradas y salidas de buques. El accidente se produjo cuando un barco estaba suministrando combustible a otro. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, del PP, señaló que las autoridades de la colonia advirtieron a España del escape, pero no solicitaron su colaboración "pese a que se le ha ofrecido". Landaluce, en declaraciones a Efe, alertó del "peligro" que supone el almacenamiento de fuel en buques, y añadió que vigilará que el combustible no llegue a las playas algecireñas.

La espiral de tensión en Gibraltar parece no tener fin. A los graves incidentes pesqueros de las últimas semanas, con el telón de fondo de las disputadas aguas territoriales del Peñón y el conflicto diplomático por la suspensión de la visita de la reina Doña Sofía a Londres, se suma ahora la decisión de las autoridades gibraltareñas de sellar con alambre de espino la Verja fronteriza. Y todo ello en vísperas del viaje a la colonia británica del príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel II, que el Gobierno español rechaza por "desafortunado".