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Un catalán con mano dura dirigirá a los gendarmes franceses en el fin de ETA
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MANUEL VALLS, MINISTRO DEL INTERIOR GALO

Un catalán con mano dura dirigirá a los gendarmes franceses en el fin de ETA

La llegada de François Hollande a la Presidencia francesa ha hecho que España y Francia tengan algo más en común: dos ministros del Interior catalanes. El

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Un catalán con mano dura dirigirá a los gendarmes franceses en el fin de ETA

La llegada de François Hollande a la Presidencia francesa ha hecho que España y Francia tengan algo más en común: dos ministros del Interior catalanes. El socialistas Manuel Valls, nacido en Barcelona en 1962, fue elegido ayer como nuevo responsable de este departamento, y será el nuevo interlocutor de su homólogo Jorge Fernández Díaz. Tras años en que la colaboración con París ha sido clave en la lucha contra ETA, Valls puede convertirse en el último ministro francés que tenga que lidiar con la banda terrorista.

La carrera de este ambicioso político, que trató de disputar  a Hollande la candidatura por el Elíseo, comenzó antes incluso de poseer pasaporte francés. Hijo del pintor catalán Xavier Valls y de la suiza Luisangela Galfetti, y sobrino de Manuel Valls i Gorina, compositor del himno del Barça, nació en Barcelona por deseo expreso de sus padres, que se trasladaron en vacaciones a la ciudad condal para dar a luz. Por ello, habla con fluidez español y catalán, y mantiene su afición por el club blaugrana, aunque también conserva sus raíces helvéticas. Ya como estudiante en La Sorbona, Valls se naturalizó francés, y comenzó su ascenso en el Partido Socialista (PS).

Sin embargo, siempre se ha considerado un miembro del partido poco convencional, prefiriendo la tercera vía de Tony Blair o el centrismo de Bill Clinton al alma izquierdista de su formación o, incluso, al mito de Françoise Mitterrand. De hecho, hay quien le apodó el “Sarkozy de la izquierda”, ya que ha hecho bandera de la seguridad y la laicidad frente a la inmigración, arrebatando este relato a los conservadores. De hecho, el propio Nicolas Sarkozy trató de ficharlo infructuosamente para su Gabinete en el marco de su estrategia de nutrir su Gobierno con figuras de la izquierda.

Gracias a este discurso de mano dura ha conseguido una buena valoración de su gestión como alcalde de Evry, localidad próxima a París, donde duplicó la presencia policial e impuso un toque de queda durante los disturbios de 2005 que hicieron arder los suburbios parisinos. Asimismo, se opuso a la instalación de un mercado dedicado exclusivamente a alimentos tratados según las costumbres musulmanas, y es partidario una mayor dureza en el castigo al consumo de drogas blandas.

Un ministerio clave para España

Este currículum le ha valido para llegar al Ministerio del Interior, pero no para conseguir sus verdaderos objetivos. Tras apoyar a Ségolène Royale en la pugna por el control del PS en 2008, una batalla que finalmente vencería Martine Aubry, Valls se propuso ser el candidato electoral de su partido. No obstante, su actitud enérgica y rupturista con la tradición socialista no le granjearon grandes apoyos en las primarias que ganaría el hoy presidente Hollande.

Lejos de desaparecer de la primera línea, el líder socialista lo integró en su equipo, y en los últimos días había sonado como posible primer ministro, cargo que ha ido a parar a Jean-Marc Ayrault, más escorado hacia la izquierda. Finalmente, Valls ejercerá un puesto clave para España, en un contexto en que ETA pretende negociar directamente su final, a través de una delegación, tanto con el Gobierno galo como con el español. 

La llegada de François Hollande a la Presidencia francesa ha hecho que España y Francia tengan algo más en común: dos ministros del Interior catalanes. El socialistas Manuel Valls, nacido en Barcelona en 1962, fue elegido ayer como nuevo responsable de este departamento, y será el nuevo interlocutor de su homólogo Jorge Fernández Díaz. Tras años en que la colaboración con París ha sido clave en la lucha contra ETA, Valls puede convertirse en el último ministro francés que tenga que lidiar con la banda terrorista.