El PSOE rompe también en Defensa y se desmarca de la operación en Somalia

Diez horas después de que Alfredo Pérez Rubalcaba ofreciera diálogo al Gobierno, el Grupo Parlamentario del PSOE en el Congreso abrió anoche otro frente de oposición al Ejecutivo al exigir un nuevo permiso parlamentario para que España siga en la Operación Atalanta que la Unión Europea mantiene en Somalia contra la piratería. El portavoz socialista en materia de Defensa, Diego López Garrido, hasta sacó la guerra de Irak como ejemplo de que se debe respetar la ley para anunciar la decisión del PSOE de presentar una iniciativa para que se vuelva a votar en la Cámara.

Oferta de ayuda por la mañana, amenaza de ruptura en política de Defensa (el único consenso que quedaba entre PP y PSOE política antiterrorista aparte) al terminar el día. Al empezar la Operación Atalanta el pasado fin de semana sus anunciadas primeras operaciones en tierra (ataques con helicópteros, que no desembarco) contra los piratas, los socialistas consideran que esas acciones no tienen el aval de Naciones Unidas ni el del Parlamento español.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, que comparecía en la Comisión correspondiente del Congreso para explicar la marcha de las misiones internacionales donde están destacadas tropas españolas, expresó su sorpresa ante la nueva posición del PSOE. Insistió en que ni los países aliados ni los servicios jurídicos del Gobierno habían visto sombra alguna de ilegalidad en la nueva fase en que entra la Operación Atalanta, prevista desde hace meses.

El anterior Ejecutivo, con Carme Chacón de ministra, presumió siempre del papel protagonista que en esa misión de la Unión Europea había tenido España y su Armada. También sostuvo que el origen del problema estaba en tierra (envió instructores del Ejército a la frontera para formar tropas somalíes) y estuvo en la planificación de la fase de perseguir a los piratas hasta sus bases. El PSOE, además de UPyD, opina ahora que sólo se puede perseguir a los piratas en el mar, pero sólo hasta la misma orilla, no en sus puertos y almacenes de la costa y alrededores.

Morenés apeló al sentido común con poca fortuna. "Se entiende que perseguir la piratería en aguas del Índico no se limita al agua", dijo a los portavoces de la oposición, que se reiteraron en lo contrario. Se sumó a la causa de la lógica el portavoz del Grupo Popular, Vicente Ferrer, al recordar que entonces también están fuera de la ley los aviones adscritos a la operación porque violan el espacio aéreo de Somalia cuando no actúan en sus aguas.

López Garrido reiteró que no se puede perseguir a los piratas en sus bases hasta que el Congreso no vote un nuevo permiso más específico y anunció que llevará a la Cámara su idea en forma de reto. Planteará una proposición para que el Congreso se lo exija al Gobierno, con lo que dejará sólo al PP en un asunto de Estado como es una misión internacional en el ámbito de la Defensa. Morenés explicó que está decidido a mantener el consenso en la política de su departamento por ser de Estado, pero que le parecía absurdo pedir un permiso parlamentario para la misión cuando ya lo tiene.

El PSOE se desmarcó también de otra decisión del Ejecutivo de Rajoy en materia de Defensa: la retirada de unos 200 militares de la misión de la ONU en El Líbano. A los socialistas les parece poca reducción y quieren que llegue a un tercio del actual contingente que suma 1.000 hombres y mujeres. Es el porcentaje de retirada anunciado por otros países como Francia y el Grupo Socialista no quiere que España se quede atrás aunque Morenés tenga hablada otra cosa con los aliados. Hace menos de dos semanas, en el trámite de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado, el PSOE propuso retirar un 25 por ciento.