Chacón reivindica su “manifiesto” tras el suspenso del CIS a Rubalcaba

Carme Chacón ha reaparecido tras varios meses hibernando como diputada en el Congreso. Tras su derrota frente a Alfredo Pérez Rubalcaba en la lucha por el liderazgo del PSOE, la exministra de Defensa había optado por un perfil bajo, realizando escuetas declaraciones públicas. No obstante, ayer aprovechó la presentación del nuevo libro del sociólogo Ignacio Sánchez-Cuenca para reivindicar el diagnóstico de “Mucho PSOE por Hacer”, el manifiesto con el que lanzó su carrera interna por la secretaría general del partido.

La intervención de Chacón llega tres días después de que el CIS hiciera público su último barómetro, donde los ciudadanos suspenden la actuación de Rubalcaba y dan al PP una ventaja de 11 puntos sobre los socialistas en intención de voto. Cabe recordar además que la catalana no ha aclarado si su ambición pasa por ser elegida candidata a la Moncloa mediante primarias, y que todavía cuenta con barones favorables a su causa en Valencia, Cataluña, Navarra, Andalucía, Madrid o Galicia.

Por ello, su discurso en la presentación del ensayo Años de cambios, años de crisis. Ocho años de gobiernos socialistas. 2004-2011 congregó la atención de medios de comunicación, pero también de varios de sus aliados en el partido, como el diputado José Andrés Torres Mora o el expresidente del Senado, Javier Rojo. Al acto también acudieron los exministros Miguel Sebastián y José Antonio Alonso, así como colaboradores de José Luis Rodríguez Zapatero como su director de la Oficina Económica, Javier Vallés, o el exsecretario de Comunicación, Fernando Moraleda.

Según informó Europa Press, Chacón habló “en primera persona del plural” de los aciertos y errores de los años de Zapatero, para lo que recurrió a su manifiesto  “Mucho PSOE por hacer”. Así, destacó un párrafo que hace referencia a los aciertos del expresidente del Gobierno: la “revolución en derechos ciudadanos”, la salida de la “guerra ilegal” de Irak, el fin de ETA o la despolitización de RTVE. En cambio, para reseñar los errores del mandato, eligió un párrafo del libro de Sánchez-Cuenca, donde se indica que Zapatero cargó demasiado el ajuste sobre el gasto, que no combatió suficientemente el fraude fiscal y no incrementó como debía la carga fiscal de los poderosos.

No obstante, para no volver a despertar las críticas que provocó su manifiesto, contraatacado por el lado de Rubalcaba con un texto titulado “Yo estuve allí”, Chacón ha recalcado que también estuvo allí, aclarando que no hace balance como “testigo”, sino como protagonista de la acción del Gobierno socialista.  Por otra parte, Chacón recurrió a los datos que aporta el libro para refutar el lugar común de que Zapatero arrinconó a la generación anterior y, entre otras cosas, ha recordado que si jefe de gabinete (José Enrique Serrano), el comisario europeo Joaquín Almunia y su gobernador del Banco de España (Miguel Ángel Fernández Ordóñez) fueron colaboradores de Felipe González. No obstante, consideró que Zapatero no supo rodearse de un grupo de colaboradores que compartieran su proyecto, lo que provocó “incoherencias”.

Contra la gestión de Bankia

Chacón también aprovechó para entrar de lleno en la polémica que rodea a la nacionalización de Bankia, y tachó a la entidad de “el mayor agujero bancario de la historia de España, un auténtico agujero negro”. En cuanto a su rescate, afirmó que los “eventuales errores” del Gobierno anterior han sido “amplificados hasta extremos impensables” por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

En este sentido, reiteró que el dinero que el Estado ha inyectado ya en Bankia es cuatro veces superior a lo que se tuvo que destinar a Banesto en 1994 y que, a la vista de lo que prevé hacer el Gobierno, llegará a ser entre ocho y diez veces superior. Y todo ello, concluyó, “a la luz y con el concurso de responsables públicos”.

Por todo ello, reclamó “transparencia”, ya que los ciudadanos “tienen derecho a saber cómo y por qué se ha llegado hasta aquí”; pidió que se desvele toda la verdad de las responsabilidades políticas y de gestión, pero también sobre la venta de participaciones preferentes, y que el Estado no salga de la entidad hasta que no se haya recuperado “hasta el último céntimo de dinero de los contribuyentes”. Una tesis que comparte con Rubalcaba.