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Ruptura total: Rajoy y Rubalcaba no hablan ni de la salud del Rey ni de Bankia
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EL PSOE SE SIENTE INCOMUNICADO

Ruptura total: Rajoy y Rubalcaba no hablan ni de la salud del Rey ni de Bankia

Los puentes entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba permanecen rotos, condenando a España a un insólito estado de incomunicación entre el presidente del Gobierno y

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Ruptura total: Rajoy y Rubalcaba no hablan ni de la salud del Rey ni de Bankia

Los puentes entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba permanecen rotos, condenando a España a un insólito estado de incomunicación entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición. Ni siquiera la grave situación que atraviesa el sistema financiero o la crisis en torno a la figura del Rey ha forzado una mera conversación entre ambos. Rajoy se encuentra más cómodo hablando con José Luis Rodríguez Zapatero que con su sucesor en el PSOE, y Rubalcaba no le perdona que desvelara la reunión privada que ambos mantuvieron antes de las autonómicas andaluzas.

Desde entonces, hace ya más de dos meses, ambos líderes no han mantenido ningún contacto. Los socialistas consideran que debe ser el presidente quien, dada su responsabilidad, tome la iniciativa de informar o consultar con el principal partido de la oposición. Sin embargo, desde el PP se apunta que ese canal existe a través de los grupos parlamentarios o de los ministerios, y que ha sido Rubalcaba quien ha demostrado ser poco fiable.

El secretario general socialista perdió el lunes la paciencia ante el ayuno informativo al que le somete el Gobierno y denunció que su partido conozca los grandes asuntos a través de los medios de comunicación. Preguntado por la dimisión de Rodrigo Rato al frente de Bankia, Rubalcaba replicó que “no es infrecuente que el PSOE se entere por la prensa de estas cosas”. “Ya que votamos a favor de la reestructuración del sistema financiero, sería razonable que el Gobierno nos contara qué piensa hacer”, añadió.

En efecto, la reforma bancaria es una de las escasas materias en las que sobrevive cierto consenso entre socialistas y populares. El PSOE votó a favor del último decreto del Ejecutivo por considerar que era la continuación del proceso iniciado por Zapatero, pero advirtió que no planteaba medidas suficientes para solventar la falta de crédito. Ahora, el Gobierno ultima otro decreto que, según anunció Rajoy, se aprobará el viernes. El presidente no descartó una inyección de dinero público, así como medidas que permitan “volver a valorar las viviendas y darles un precio real de venta aunque promotores y bancos pierdan algo de dinero”.

Una vez más, Rubalcaba conoció estos planes escuchando la entrevista que Rajoy concedió a Onda Cero. “El Gobierno no me ha informado sobre el decreto del viernes, pero estoy acostumbrado. Me enteré por una emisora de radio de que al Rey le habían operado”, se quejó, para advertir después a Moncloa: “Allá ellos, es su responsabilidad”. Como consecuencia de esta guerra fría, el PSOE puede sentirse más libre para desmarcarse de la reforma financiera, sobre todo si no está claro que el dinero público invertido en salvar a Bankia u otras entidades vaya a ser recuperado por el Estado. “Debe quedar claro que a los españoles no les va a costar un euro”, concluyó Rubalcaba.

Sin acuse de recibo

La ruptura es total en el resto de cuestiones que conforman la agenda política nacional, desde la estabilidad presupuestaria hasta la renovación de los órganos constitucionales. Precisamente, la decisión del Gobierno de no esperar a pactar con el PSOE el nombre del presidente de RTVE acabó de cortar los vínculos entre Rajoy y Rubalcaba. En febrero, en su aireada reunión privada, ambos decidieron continuar las negociaciones tras la Semana Santa, pero los populares cambiaron de opinión para acelerar el cambio en la televisión pública.

Además, el líder socialista encajó con disgusto que el presidente desvelara su discreta entrevista en Moncloa, por lo que escribió una misiva al presidente donde le recordaba los compromisos alcanzados para preservar el diálogo de cara a las renovaciones. “No hemos tenido ni el acuse de recibo”, indicaron fuentes socialistas, que achacan el cortocircuito al carácter orgulloso de Rajoy. No obstante, la ruptura se ha extendido también al País Vasco, acabando con la colaboración entre populares y socialistas. El PP ha reclamado a Patxi López que convoque elecciones anticipadas, lo que previsiblemente se traduciría en el regreso del nacionalismo al Gobierno autonómico.

Los puentes entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba permanecen rotos, condenando a España a un insólito estado de incomunicación entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición. Ni siquiera la grave situación que atraviesa el sistema financiero o la crisis en torno a la figura del Rey ha forzado una mera conversación entre ambos. Rajoy se encuentra más cómodo hablando con José Luis Rodríguez Zapatero que con su sucesor en el PSOE, y Rubalcaba no le perdona que desvelara la reunión privada que ambos mantuvieron antes de las autonómicas andaluzas.

Mariano Rajoy Alfredo Pérez Rubalcaba