Marchas el 11-M: los sindicatos ven "bastardo" criticarles... y, además, el 18 es puente

Esperanza Aguirre fue ayer la primera en reaccionar al anuncio de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, de tomar la calle dentro de dos domingos, en una fecha de tan infausto recuerdo como el 11 de marzo, aniversario de la matanza de Atocha. La presidenta de la Comunidad de Madrid trasladará el tradicional acto de aniversario a las víctimas al día siguiente, lunes, para evitar que se “manipule” la fecha por parte de las centrales sindicales. Una propuesta que, acto seguido, también fue acordada por el Ayuntamiento de la Capital que dirige la popular Ana Botella. Todas las administraciones madrileñas gobernadas por el PP se lanzaron ayer en tromba a criticar la falta de “sensibilidad” de los sindicatos, que han anunciado que se movilizarán con “respeto” y sin algaradas y que daban otra razón para elegir la fecha: el domingo 18 forma parte del Puente de San José

La tercera gran movilización sindical contra la reforma laboral del Gobierno tendrá lugar tres días después de que la norma sea convalidada por el Congreso de los Diputados. Un domingo que coincide con el octavo aniversario de la mayor tragedia terrorista de la historia de España, un motivo suficiente, según el PP, como para que los sindicatos hubieran considerado la inconveniencia de la fecha. Los sindicatos tomarán la calle ante los reproches de buena parte de los dirigentes conservadores, que ayer lamentaron la actitud de Cándido Méndez (CCOO) y José María Fidalgo (UGT).

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, contactó ayer con las principales asociaciones de víctimas, que se mostraron, en principio, favorables al cambio de fecha de los actos, aunque la mayoría reaccionaron con dureza a la propuesta de los sindicatos. Ángeles Pedraza, de la AVT, lo consideró “una desfachatez”, mientras que Ángeles Domínguez, de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, lo consideró “indignante e incomprensible”. Solo Pilar Manjón, de 11-M Afectados por el terrorismo, se mostró indiferente a la coincidencia: “No queremos ser más protagonistas de lo que lo fuimos en la historia en el año 2004, a partir de entonces se trata de una fecha en el calendario que unos llevan mejor y otros llevamos peor”, explicó.

Respuesta de los sindicatos

Los principales dirigentes del Partido Popular se han sumado a las críticas de los sindicatos que, sin embargo, no tendrán problemas para llevar a cabo su movilización, pues desde la Delegación del Gobierno en Madrid no se va a tratar de hacerles reconsiderar su opinión. Y eso, aunque su titular, Cristina Cifuentes, destacó que existen “muchos días para reivindicaciones” y que, por tanto, el 11-M debería reservarse “íntegramente” a las víctimas. Para la alcaldesa, Ana Botella, la fecha elegida denota “falta de sensibilidad” y le genera “extrañeza y asombro” después de que los sindicatos hayan estado años en silencio y sin apenas protestar contra las cifras del paro. Por su parte, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dijo que esperaba que tanto UGT como CCOO “reconsiderasen” sus intenciones.

Comisiones Obreras, por su parte, salió en defensa propia acusando a la derecha de practicar el todo vale para “difamar” a los sindicatos. En un comunicado señalaron que entienden que es “perfectamente compatible” rendir homenaje a las víctimas y acudir a la manifestación de ese domingo.

“Deben saber, los propagandistas del régimen –añaden-, que varias de las personas fallecidas o heridas en los citados atentados pertenecían a nuestro sindicato, o eran familiares de afiliados a CCOO. Su intolerable acusación ha de interpretarse como un episodio más de la campaña de difamación y calumnias que llevan a cabo contra el movimiento sindical, y un esfuerzo baldío de confundir a la ciudadanía para que se instale en la resignación ante el duro golpe a los derechos de los trabajadores que supone la reforma laboral”.

En declaraciones a EFE, el líder madrileño de CCOO, Javier López, tildaba de "bastardo" el intento de algunos dirigentes políticos de mezclar el recuerdo de las víctimas de los atentados con la movilización convocada en toda España en contra de la reforma laboral. Y añadía otra razón para elegir esa fecha: la fechas posterior presentaba "problemas importantes": el domingo 18 forma parte del puente de San José.