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Pere Navarro (DGT), el último hombre de Zapatero en el Gobierno de Rajoy
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LAS ESTADÍSTICAS LE AFIANZAN AL FRENTE DE TRÁFICO

Pere Navarro (DGT), el último hombre de Zapatero en el Gobierno de Rajoy

La reducción del número de muertes en la carretera ha sido uno de los éxitos más reconocidos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A pesar

Foto: Pere Navarro (DGT), el último hombre de Zapatero en el Gobierno de Rajoy
Pere Navarro (DGT), el último hombre de Zapatero en el Gobierno de Rajoy

La reducción del número de muertes en la carretera ha sido uno de los éxitos más reconocidos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A pesar de la polémica proliferación de los radares, el carné por puntos o de la rebaja temporal del límite de velocidad a 110 kilómetros por hora, la prevención de los accidentes ha hecho que PSOE y PP coincidan en valorar el trabajo de Pere Navarro al frente de la Dirección General de Tráfico (DGT). De hecho, este alto cargo se perfila como uno de los pocos supervivientes del cambio de color político en Moncloa. El último hombre de Zapatero en el poder.

Navarro fue nombrado director general en 2004, tras ejercer como comisionado de Movilidad, Transportes y Circulación en el socialista Ayuntamiento de Barcelona. Desde entonces ha sobrevivido a dos titulares de Interior del PSOE, José Antonio Alonso y Alfredo Pérez Rubalcaba, y ahora se dispone a convencer al popular Jorge Fernández Díaz. El ministro declaró el lunes que el relevo de Navarro no está entre sus “prioridades”, y que de producirse, no sería por haber realizado “una mala gestión”, sino porque “nadie es indispensable ni imprescindible, empezando por quien está aquí”, subrayó.  “Cada día tiene su afán y entre mis prioridades no está ésa”, insistió.

De confirmarse su continuidad, el responsable de la DGT se convertiría en una rara avis en un país donde cada nuevo Gobierno releva a la gran mayoría de altos cargos y asesores del anterior, incluyendo la designación a dedo de cargos políticos como directores generales, pese a que son plazas reservadas para funcionarios. Según fuentes próximas a Tráfico, Navarro todavía no conoce la decisión final sobre su futuro, pero su dimensión mediática y el peso de las estadísticas satisfactorias parecen apuntalarle en el puesto. Por primera vez en cincuenta años, los muertos en carretera bajaron de 1.500 en 2011, sumando así ocho años consecutivos de caída.

“Mirando objetivamente las cifras de estos años, es evidente que se ha hecho un trabajo excelente, por encima de los objetivos previstos”, señaló Juan Carlos Corcuera, portavoz parlamentario socialista de Seguridad Vial, quien definió a Navarro como “el mejor director general que ha habido y que puede haber”. “Le corresponde al PP decidir, pero nosotros creemos que se trata de un cargo técnico más que político, y el hecho objetivo es que se ha reducido la siniestralidad”, sostuvo.

No obstante, Corcuera advirtió que el éxito de Navarro dependerá del margen de acción y de las directrices que reciba del nuevo ministro del Interior. “Nuestras críticas en el futuro a su gestión estarán condicionadas por las herramientas de que disponga el director general para hacer la mejor gestión posible, como ha tenido hasta ahora”, afirmó. Y es que el portavoz socialista recuerda que, pese al entendimiento general con el PP en esta materia, también se encontraron con cierta oposición a la política de radares y de endurecimiento de las sanciones.

Las asociaciones de víctimas apuestan por la continuidad

Otra de las habilidades que Navarro ha demostrado en los últimos años ha sido su capacidad de entendimiento con las asociaciones de víctimas, que apuestan por la continuidad en las políticas de seguridad vial. “Entendemos perfectamente que pueda producirse un cambio al frente de la DGT, aunque no lo vemos urgente, ni imprescindible de manera inmediata”, aseguró Francisco Canes, presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico DIA.

A su juicio, el trabajo de Navarro ha sido “positivo” en datos de reducción de accidentes, heridos y muertos, pero también en el hecho de hacer “visibles a las víctimas de accidentes, a sus familias y a la grave situación a la que se enfrentan. Eso no había sucedido, habiendo muchas más víctimas en épocas pasadas que ahora”. “Con Pere Navarro y su equipo nos hemos visto escuchados y apoyados”, reiteró Canes, quien calificó al responsable de Tráfico como “un activo importante a nivel nacional e internacional que ha puesto a España en gestión del tráfico y cifras de accidentalidad a nivel de los mejores países desarrollados”.

En esta línea, Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes destacó el talante de Fernández Díaz por considerar la continuidad en la DGT, una decisión que “demostraría preocupación por los problemas reales de la sociedad, y no sobre cuestiones políticas”.  “Se debe valorar el trabajo de Navarro, que se ha volcado en la seguridad vial”, señaló Novella. Aunque tampoco el responsable de Tráfico está libre de pecado: en 2007 fue denunciado por la revista Autofácil después que su coche oficial fuera cazado por unos reporteros de Antena 3 superando el límite de velocidad en varias vías. Un error que no minó su carrera, a la que todavía le quedan puntos políticos.

La reducción del número de muertes en la carretera ha sido uno de los éxitos más reconocidos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A pesar de la polémica proliferación de los radares, el carné por puntos o de la rebaja temporal del límite de velocidad a 110 kilómetros por hora, la prevención de los accidentes ha hecho que PSOE y PP coincidan en valorar el trabajo de Pere Navarro al frente de la Dirección General de Tráfico (DGT). De hecho, este alto cargo se perfila como uno de los pocos supervivientes del cambio de color político en Moncloa. El último hombre de Zapatero en el poder.