Cascos subasta las ‘embajadas’ de Asturias en Madrid y Bruselas por 28 millones

El Principado de Asturias, de la mano de Francisco Álvarez-Cascos, está decidido a hacer caja con el patrimonio inmobiliario innecesario. En la última reunión del Consejo de Gobierno ha sacado a la venta dos edificios heredados de la faraónica etapa del socialista Vicente Álvarez Areces, los que albergaban en Bruselas y Madrid las “embajadas” del Principado, y prepara el mismo tipo de operación para otros locales “prescindibles” ocupados por empresas públicas creadas en la misma época.

Sin buscar intermediarios, fórmulas de intercambio con otras administraciones, enajenaciones parciales, o alquileres a largo plazo como suelen hacer las Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y la propia Administración central cuando les sobra una propiedad y se resisten a perder patrimonio inmobiliario, el ejecutivo regional que preside Álvarez-Cascos ha aprobado la venta de sendas delegaciones por el drástico procedimiento de la subasta pública. “Su adjudicación se efectuará al mejor postor, de forma que la persona o entidad que en el acto de subasta ofrezca una cantidad de dinero mayor por cada inmueble resultará adjudicatario del mismo”, dice el acuerdo del Consejo.

El ex vicepresidente del Gobierno, nada más ponerse al frente del Principado, incluyó en su primer paquete de medidas de ahorro el cierre de las dos delegaciones, a su juicio un derroche de dinero público. Después de ahorrar en el mantenimiento y los sueldos del personal de confianza que Álvarez-Areces había colocado en Bruselas y Madrid, llega la hora de hacer caja para dedicar esos fondos al mantenimiento de servicios básicos. Cascos da por hecho que logrará un mínimo de 28.860.737 euros por los edificios, que es la suma del valor pericial.

Sede de diario socialista

El caso de la delegación en la capital belga es el más claro para hacer dinero. Se trata de un local singular, situado en el centro de Bruselas y antigua sede del periódico socialista “Le Peu-ple”, que costó entre la compra del edificio y su posterior remodelación un total de 4,5 millones de euros. Fue inaugurado por Álvarez-Areces en 2004 y ahora sale a subasta con un precio de salida de 17,5 millones de euros.

En Madrid, el Gobierno socialista del Principado adquirió el edificio (1.500 metros en tres plantas más sótano) en uno de los barrios más caros de la capital de España (Glorieta de Ruiz Jiménez) y en el momento en que los precios estaban más altos. La delegación fue inaugurada en 2007 después de gastar 8 millones de euros y ahora Álvarez-Cascos lo saca a subasta por 11 millones. Ambas “embajadas” se amueblaron a lo grande. Según las facturas (pagadas) que aparecieron después del cambio de gobierno, sólo en 14 sofás se gastaron 50.000 euros, con unidades por las que llegaron a pagar hasta 5.700 euros para la delegación de Madrid.

La subasta de los inmuebles de las delegaciones del Principado fuera de Asturias no cierra el capítulo de venta de edificios y locales para hacer caja, según fuentes del ejecutivo autonómico que busca ya salida para otras propiedades inútiles o generadoras de gasto para sacarlas a la venta.

Sistema “dinámico” de contratación como el alemán

El mismo Consejo de Gobierno que aprobó las primeras subastas también implantó un “sistema dinámico de contratación” en la administración autonómica destinado a ahorrar, además de para dotar a las compras públicas de la máxima transparencia. El nuevo modelo de contratación, previsto en las directivas comunitarias, ya se aplica en Alemania y supone terminar con la burocracia de los concursos “de papel” y con plicas en manos de los funcionarios. Se basa en la subasta electrónica como modelo para seleccionar la mejor oferta, permanece siempre abierto y la decisión última se toma “mediante unas fórmulas matemáticas de antemano conocidas por todos los proveedores”, según el Gobierno del Principado.

A partir de ahora la administración realizará sus pedidos a proveedores por Internet; estos, a continuación, presentarán telemáticamente sus ofertas y el “servicio dinámico de contratación”, a la vista de los precios ofertados, determinará automáticamente la mejor oferta para adjudicar el contrato.