Todo por la caja: los alcaldes tiran de inventiva para crear nuevos impuestos y multas

El horno no está para bollos a la hora de mentar las cuentas públicas y los equipos de Gobierno se devanan cada día los sesos para intentar cuadrar sus números a toda costa. Esta actividad se ha convertido en una auténtica obsesión para unos políticos que se ven obligados a rascar de cualquier sitio, aprobando unas medidas que, en ocasiones, llegan a rozar el absurdo.

La última llegó esta misma semana desde el Ayuntamiento de Madrid. Mientras el alcalde Gallardón cuenta con un 'mayordomo' al que se retribuye más de 37.000 euros brutos anuales, desde el consistorio apuntan a nuevas “víctimas”. Una ordenanza de limpieza “adaptada a tiempos modernos”, según un portavoz del área de Medioambiente, que actualmente dirige Ana Botella, multará con 750 euros a todo aquel que rebusque en los contenedores de basura.

La medida ha recibido numerosas críticas de parte de la opinión pública y la oposición, que no ha dudado en calificar la normativa de “escandalosa, vergonzante e insolidaria”, tal y como apuntan desde Izquierda Unida. Mientras, desde la alcaldía insisten en que era necesario actualizar una ordenanza que data de 1985 y establecía sanciones de entre 30 y 60 euros.

Sin semáforos por la noche en Olot

Cada euro cuenta, y parece que a cualquier precio. Ese es el lema que esgrimen en el municipio de Olot, provincia de Girona, al tomar la decisión de apagar todos los semáforos del pueblo entre las diez de la noche y las seis de la mañana de domingo a jueves. Una decisión temeraria que ya ha recolectado toda clase de críticas entre los vecinos y organismos oficiales.

Poco debe importar la seguridad vial de los 30.000 vecinos al equipo de gobierno local, que estima que la medida provocará un ahorro que ascenderá a 500 euros mensuales. El consistorio, liderado por CiU con apoyo de Reagrupament, insiste en que la medida responde a una de las propuestas anunciadas en el programa electoral que se comprometía a reducir el consumo energético de la ciudad. 

El consistorio ha emitido un comunicado en el que afirma que, “ante la ausencia de semáforos, es necesario extremar la precaución y conducir obedeciendo las señalizaciones verticales, horizontales y de preferencia de paso”. Y por si esto no queda lo suficientemente claro, siempre se puede apelar “a la responsabilidad individual de los ciudadanos”.

Desde pagar por tener perro a multas por sacar fuera de hora la basura

La imaginación es el único límite a la hora de intentar meter mano al bolsillo del ciudadano de a pie. Esta pasada semana se ha conocido que el ayuntamiento de Coslada estudia gravar con 25 euros anuales la posesión de perros. No es el único municipio que apunta a las mascotas ya que en L´Hospitalet de Llobregat se introducirá una tasa de 40 euros para aquellas personas que tengan un perro potencialmente peligroso.

De igual manera, en el municipio barcelonés se pedirá 150 euros a todas las parejas que quieran casarse en el Palauet Can Boixeres con el objeto de mantener el edificio neocentista. En Lleida y Manresa casarse también será entre 100 y 200 euros más caro para todos aquellos que quieran pasar por el Salón de Plenos del Ayuntamiento.

Por su parte, la alcaldía de la localidad gaditana de La Línea, colindante con Gibraltar, también se frota las manos a la espera de aprobar una nueva tasa de “descongestión del tráfico” que consistirá en un impuesto de 5 euros para todos aquellos que quieran pasar la frontera hacia el peñón. Según los cálculos que maneja el consistorio se espera que el nuevo impuesto reporte unos 30 millones de euros anuales a las arcas municipales. 

El número de municipios que han aplicado nuevas medidas recaudatorias es inmenso y cada una de ellas es más pintoresca si cabe que la anterior. Como ejemplo, la que obliga a comprar un buen reloj y a que los vecinos de Medina del Campo estén bien atentos. Si no sacan sus basuras entre las 20 y las 23 horas serán sancionados con una multa de 450 euros.