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Pedraz: el Ejército de EEUU mató al periodista Couso para que no informara
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PROCESA A TRES MILITARES Y DICE QUE LA INVASIÓN DE IRAQ FUE ILÍCITA

Pedraz: el Ejército de EEUU mató al periodista Couso para que no informara

El juez Santiago Pedraz procesó el martes a tres militares norteamericanos e imputó a dos altos mandos por la muerte del periodista español José Manuel Couso

Foto: Pedraz: el Ejército de EEUU mató al periodista Couso para que no informara
Pedraz: el Ejército de EEUU mató al periodista Couso para que no informara

El juez Santiago Pedraz procesó el martes a tres militares norteamericanos e imputó a dos altos mandos por la muerte del periodista español José Manuel Couso durante la toma de Bagdad el 8 de abril de 2003. El auto contiene graves acusaciones contra el Ejército norteamericano, al que acusa de haber disparado contra el Hotel Palestina, donde se alojaba la prensa internacional por indicación del propio Pentágono, para evitar que informara sobre la entrada de las tropas en la capital iraquí. También acusa a las autoridades militares de EEUU de falsear la investigación sobre lo ocurrido, e incluso sostiene que la ocupación de Iraq fue ilícita porque se justificó con mentiras.

El relato de hechos de lo ocurrido que realiza el magistrado es contundente. Pedraz dice que el día de los hechos, varios carros de combate del Ejército de EE.UU. se situaron en un extremo del puente Al Jumhuriya, que cruza el río Tigris, desde donde realizaron disparos contra edificios gubernamentales y otras posiciones militares iraquíes. Los blindados se encontraban a unos 1.700 metros del hotel Palestina, al que se habían trasladado los periodistas por indicación del Pentágono para garantizar su seguridad.

“Una de las misiones encomendadas a la 3ª División era evitar que los medios de comunicación internacionales informaran sobre las operaciones militares en curso en la toma de Bagdad –dice el auto de procesamiento- (…) A este fin, previamente había bombardeado las sedes de las televisiones árabes (…) para que no pudieran grabar lo que acontecía o fuera a acontecer”. Los ataques causaron la muerte del periodista Tarek Ayyoub y dos heridos en la sede de Al Yazira”.

Para completar el plan el carro estadounidense Abrams M1 de la compañía A disparó un proyectil de 120 mm. contra el hotel Palestina, a la altura de la planta quince. El periodista español José Manuel Couso, de la cadena Telecinco, grababa en ese momento desde la habitación 1403 y fue alcanzado por la metralla y falleció horas después en el hospital Ibn Nafis al que fue trasladado. Otro reportero de la agencia Reuters, Taras Protsyk, resultó también muerto y otros tres periodistas heridos.

El juez Pedraz afirma que el carro de combate que disparó contra los periodistas “contaba con elementos de visión con los cuales se podía apreciar con total claridad a las personas que se encontraban en las ventanas y balcones en el hotel y los objetos que portaban”. La persona que dio la orden de disparar contra el hotel fue el teniente coronel Philip de Camps, al mando del Regimiento de Blindados, quien la transmitió al capitán Philip Wolford, quien autorizó al sargento Thomas Gibson a que abriera fuego. Los tres han sido ahora procesados y el instructor les ha emplazado para que abonen una fianza de un millón de euros en el plazo de 24 horas o se proceda al embargo de sus bienes.

El magistrado cree que hubo “una autoridad superior norteamericana (militar o política) que planeó la operación para evitar que los medios de comunicación informaran, si bien la misma pudo ser dada para su ejecución al jefe del Cuartel General y Comandante de la 3ª División Buford Blount y el coronel David Perkins, ambos imputados ahora por el juez. El juez ha remitido testimonio de la resolución al Departamento de Justicia norteamericano “a fin de que proceda, conforme se responsabilizó, (…) a continuar o reabrir la investigación de los hechos”.

El auto no se limita a pedir responsabilidades por la muerte del periodista, sino que va más allá y afirma que la ocupación de Iraq no fue lícita porque “no existían armas de destrucción masiva, ni el régimen iraquí protegía a terroristas o daba cobertura a miembros de Al Qaeda, ni compró material nuclear a Níger”.

La investigación del “caso Couso” fue sobreseída por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, pero el Tribunal Supremo revocó la decisión en julio del año pasado y devolvió la causa al juez instructor para que retomara la investigación. Pedraz se desplazó a Bagdad para comprobar in situ el lugar de los hechos y completar la misma.

El juez Santiago Pedraz procesó el martes a tres militares norteamericanos e imputó a dos altos mandos por la muerte del periodista español José Manuel Couso durante la toma de Bagdad el 8 de abril de 2003. El auto contiene graves acusaciones contra el Ejército norteamericano, al que acusa de haber disparado contra el Hotel Palestina, donde se alojaba la prensa internacional por indicación del propio Pentágono, para evitar que informara sobre la entrada de las tropas en la capital iraquí. También acusa a las autoridades militares de EEUU de falsear la investigación sobre lo ocurrido, e incluso sostiene que la ocupación de Iraq fue ilícita porque se justificó con mentiras.