¿Primarias en el PP? Rajoy blindó su candidatura en los estatutos de 2008

El Partido Popular no necesita primarias para elegir a su cabeza de cartel para las elecciones generales de 2012. De hecho, designó a su candidato con cuatro años de antelación, en junio de 2008. Mariano Rajoy blindó su nombramiento con un cambio en los estatutos aprobados en el XVI Congreso del partido en Valencia, donde fue reelegido líder de la formación. Desde entonces, el presidente del PP se convierte automáticamente en candidato a la Moncloa.

Rajoy llegó muy cuestionado al cónclave popular tras su segunda derrota en las urnas ante José Luis Rodríguez Zapatero. Una retahíla de dirigentes le dieron la espalda y figuras como Esperanza Aguirre o Juan Costa amagaron con disputarle el cargo. Se abrió el debate sobre la necesidad de que el PP incorporara las primarias en su reglamento o, en su defecto, que se rebajara del 20 al 5% el porcentaje de avales para poder presentar la candidatura a la Presidencia. Pero estas propuestas fueron descartadas por los encargados de redactar los nuevos estatutos: el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, la ex presidenta del PP balear, Rosa Estarás; y Alfonso Fernández Mañueco, candidato a la alcaldía de Salamanca.

En su lugar, estos ponentes incluyeron en el artículo 30 un cuarto punto que establece lo siguiente: “El Presidente Nacional del Partido Popular, elegido por el Congreso, será el candidato del partido a la Presidencia del Gobierno. En los supuestos de dimisión, fallecimiento o incapacidad del Presidente Nacional, la Junta Directiva Nacional, a propuesta del Comité Ejecutivo Nacional, designará el candidato del Partido Popular, cuando no pudiera celebrarse un Congreso Extraordinario”.

De esta forma, el equipo de Rajoy cerró la puerta a una posible bicefalia, pero también amuralló al líder popular ante nuevos intentos del llamado sector crítico para impedirle presentarse por tercera vez a las elecciones. El gallego arrastra además el sambenito de haber sido designado candidato en 2004 por José María Aznar, sin proceso democrático mediante. Así, según desveló Marcelino Iglesias, Zapatero sostuvo ayer en la reunión de la Ejecutiva del PSOE que el hecho de que el candidato socialista sea elegido en unas primarias resulta “determinante para el éxito electoral”.

Al estilo estadounidense

Ante esta ofensiva socialista para remarcar las diferencias entre sus métodos y los del PP, Rajoy replicó ayer desde la Cadena Ser que “ni Zapatero, ni Aznar, ni Felipe González, ni Adolfo Suárez” habían sido elegidos en primarias, y recordó el fracaso de la candidatura de Josep Borrell, quien acabó renunciando solo un años después de vencer a Joaquín Almunia. Asimismo, desde el PP se insiste en que las primarias dividirán al PSOE y derivarán hacia una bicefalia difícil de gestionar.

Pero la presión por una mayor democracia interna está presente entre los populares, y en 2008 obligó a una flexibilización del reglamento para acceder a la Presidencia del PP. Cualquier militantes con “al menos” 100 firmas puede ser pre-candidato una vez convocado el Congreso Nacional del partido. Después, en cada agrupación se eligen los compromisarios al cónclave, quienes se alinean con cada uno de los aspirantes.

Aquellos que reúnen, como mínimo, el 20% de los delegados, son proclamados candidatos en el Congreso, donde, por último, se vota al presidente, a los 35 vocales del Comité Ejecutivo y los 30 integrantes de la Junta Directiva. Un sistema que el equipo de Rajoy definió entonces como similar al de las primarias estadounidenses.