A la lista de Sastre no le basta el apoyo abertzale: necesita a los antisistema de toda España

La izquierda radical abertzale ha puesto sus esperanzas de obtener voz en Europa en las manos de Iniciativa Internacionalista (II), pero a la lista que encabeza Alfonso Sastre no le bastarán los votos de este colectivo, sino que necesitará atraer a un heterogéneo electorado antisistema de toda España. El lema que utilizó Herri Batasuna en 1994, “Vota HB por lo que más les duele”, regresa al panorama político como la mejor definición de la oferta electoral de II.

La lista de Sastre debe ser capaz de movilizar al electorado de las diversas reencarnaciones de Batasuna, así como de convencer a militantes de la izquierda antisistema española, lo mismo procedan de la nostalgia estalinista que de la utopía anarquista. Asimismo, necesitará que la abstención bata el record de 2004 y la participación se sitúe por debajo del 45,15% de las últimas europeas.

Sin embargo, en la búsqueda del voto de izquierdas que ya no confía en partidos tradicionales, como IU, ERC o BNG, la candidatura de II tiene nuevos rivales. En el ámbito nacional destaca el surgimiento de Izquierda Anticapitalista, un partido cercano a los movimientos sociales; mientras que en el País Vasco, Aralar ha sabido ocupar el espacio de Batasuna, a la vez que ha mantenido su rechazo a ETA. Los comicios del 7-J servirán para medir si el electorado que consiguió Aralar en las autonómicas del pasado marzo se mantiene fiel, pese a la campaña de Arnaldo Otegui a favor de II.

De este modo, la posibilidad de que Sastre sea elegido eurodiputado parece más bien remota. En 2004, la coalición Europa de los Pueblos (formada entre otros por ERC, EA, Chunta Aragonesista o Partido Socialista de Andalucía) obtuvo un eurodiputado con 380.709 votos, el 2,45% del total. Al PSOE, el partido ganador con 25 diputados, cada escaño le costó de media 269.644 votos. Por su parte, la fuerza de los batasunos ha ido desvaneciéndose. En las municipales de 2007, ANV logró 73.456 votos; y en las autonómicas de 2005, el Partido Comunista de las Tierras Vascas alcanzó 150.188 votos.

Batasuna consiguió su último eurodiputado en 1999, gracias a la marca EH, que floreció durante la tregua de ETA. Entonces, EH obtuvo 306.923 votos, pero una sorprendente parte de ellos provino de fuera del País Vasco y Navarra. Así, en Cataluña, Batasuna recolectó 17.607 papeletas, 12.595 de ellos en la provincia de Barcelona; en Madrid, EH consiguió 3.569; en la Comunidad Valenciana, 3.850; mientras que en el resto de comunidades su resultado osciló entre el centenar y los 2.000 votos.

En busca de votos por toda España

El éxito de II pasaría por imitar esta tendencia, y lograr un buen puñado de votos en comunidades como Cataluña, además de las papeletas que le preste Batasuna en País Vasco y Navarra. Sin embargo, en 1999 se elegían 64 eurodiputados, dando la oportunidad a una representación más amplia de partidos políticos, y ahora son 50 los candidatos a elegir. Obtener un escaño resultará complicado incluso para Unión Progreso y Democracia (UPyD), que logró uno en las pasadas generales con más de 300.000 votos. De acuerdo con el último barómetro del CIS, sólo PSOE, PP, IU-ICV y las alianzas Europa de los Pueblos y Coalición por Europa lograrán un espacio en Bruselas. El sondeo prevé un empate entre socialistas y populares, y deja en último lugar con representación a IU, con un eurodiputado y un 3,1% de los votos.