El juez devuelve el pasaporte a Montserrat Corulla pese a la oposición del fiscal

Montserrat Corulla podrá abandonar el país cuando se le antoje y sin autorización judicial tras la devolución de su pasaporte decretada por el juzgado número 5 de Marbella. De nada han servido los argumentos que esgrime la Fiscalía Anticorrupción sobre la “gravedad” de los delitos que se le imputan, así como del “riesgo de fuga”, para que el juez Oscar Pérez permita a la testaferro de Roca salir del país.  

 

Esta no es la primera vez que la abogada mas codiciada del Caso Malaya obtiene medidas de favor. Pocos meses después de abandonar la prisión preventiva en el centro penitenciario de Alahurín, la dama del velo blanco conseguía el favor del magistrado Miguel Ángel Torres para poder viajar en Navidad a la finca de su novio en Sudáfrica junto a su familia. A muchos sorprendió que el juez dejara viajar al extranjero a Corulla, dada su situación de libertad condicional, pero la letrada aseguró que volvería, que sólo era “una reunión familiar para pasar las fiestas navideñas”. Y cumplió.

Corulla, una de las piezas claves de Malaya, siempre ha “sido la niña mimada del caso”, según afirma una imputada en la misma trama de corrupción a la que aún no le han devuelto la fianza. De acuerdo con los documentos que figuran en el sumario que instruyó el juez Miguel Ángel Torres, Montserrat no sólo se encargaba de buscar edificios emblemáticos en Madrid para las inversiones de Roca, sino que también gestionaba otras propiedades de este último repartidas por la geografía española.

El 29 de marzo de 2006, cuando Corulla fue detenida en la primera fase de la Operación Malaya, el mundo se le vino encima. Tras negarse durante cinco meses a confesar sus actividades presuntamente ilícitas, el 28 de agosto compareció a petición propia ante el juez Torres. Y allí contó todo lo que debía contar. Esta declaración, en la que pactó una serie de condiciones, le permitió, una semana después, el 4 de septiembre, salir de la prisión de Alhaurín de la Torre tras depositar una fianza de 60.000 euros.

Entre esas medidas de favor que se pactaron el día de la confesión, estaban “la de archivar ciertas conversaciones telefónicas privadas de Corulla para proteger su intimidad”. Parte del contenido de estas conversaciones luego vieron la luz porque, paralelamente a las escuchas policiales de Malaya, Montserrat Corulla tenía pinchado el teléfono por detectives que su ex novio, Gonzalo Muñoz, con el que proyectaba casarse, le había puesto sospechando ya de su infidelidad.

Gigi Román también tiene pasaporte

Otra de las beneficiadas por las medidas de flexibilidad que está adoptando el juez del caso Malaya es Pilar Román, hija de Pedro Román e imputada por supuesto blanqueo y cohecho. La hija del ex primer teniente de alcalde de Marbella fue detenida junto a su padre hace dos años cuando pesaba sobre ellos una orden de busca y captura internacional. En el sumario aparece una sociedad de la que es administradora María del Pilar Román Marín.

El instructor del caso Malaya, Óscar Pérez, ha considerado ahora oportuno que se le devuelva también el pasaporte. Tanto en el caso de Gigi como en el de Montserrat, el letrado de la Junta de Andalucía personado en la causa, ha subrayado que a estas medidas adoptadas por el juez Óscar Pérez se deben añadir ciertas restricciones como que “las imputadas deberán informar previamente los días de salida y regreso de España, estar localizadas, aportar los billetes y comparecer a su vuelta el primer día hábil”.

Junto a estas medidas de tolerancia que el juez está adoptando, se ha autorizado la liquidación de la ganadería brava de Juan Antonio Roca de la finca La Morisca para hacer frente a las cuantiosas deudas que acumula con la Hacienda Pública.