Cospedal se reunió en secreto con Rubalcaba para pedirle explicaciones sobre la Operación Gürtel

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunieron el pasado viernes por la tarde en el despacho de éste último. Un encuentro tenso, sin ningún espacio para la floritura, ya que el motivo del mismo no era otro que el sumario abierto por el Juez Baltasar Garzón en la llamada ‘Operación Gürtel’ que afecta a una red de empresas que habían trabajado, y en algunos casos seguían haciéndolo, para el Partido Popular.

 

El encuentro, confirmado por este periódico en fuentes muy solventes, se produjo además días después de que se conociera que el magistrado, el ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo, y el jefe de la Policía Judicial Juan Antonio González -cuyo ‘jefe’ es el ministro Rubalcaba- compartieran un polémico fin de semana de cacería que ha dado la vuelta al caso. Y el mismo día en el que el juez Garzón, sin haberlos leído, desestimó los escritos de personación como acusación particular y de recusación de sí mismo presentados por el PP.

Una desestimación en la que Garzón aprovecha para señalar la posible imputación de delitos a aforados del Partido Popular –se habla del ex consejero Alberto López Viejo y de algún alto cargo de la Comunidad Valenciana-, pero sin llegar a citar nombres, lo que ha exasperado aún más a los dirigentes del PP que ven en todo este asunto “no una trama del PP, sino una trama contra el PP”, como señaló el miércoles el líder de éste partido, Mariano Rajoy. Material suficiente para que el encuentro de Cospedal y Rubalcaba no fuera precisamente amistoso.

Las fuentes de este diario no quisieron desvelar el contenido de la conversación, pero sí aclararon que versó sobre todos estos asuntos. Otras fuentes añadieron que Cospedal habría emplazado a Rubalcaba a darle explicaciones por el papel que está jugando la Policía en todo este asunto, y le habría advertido de que la imputación de aforados -con pruebas que por ahora parecen poco concluyentes- sería considerada por el PP como una acción clara contra este partido, que tendría consecuencias.

De hecho, y según fuentes a las que ha tenido acceso este diario, en el PP analizan qué otras acciones, además de la ruptura de relaciones con el Ministerio de Justicia, pueden llevar a cabo en el caso de que la espiral de ataques al PP por esta trama vaya en aumento. Lo cierto es que una situación de extrema tensión entre las dos fuerzas mayoritarias no se había llegado a producir nunca. Incluso en los momentos de mayor distanciamiento siempre había algún ‘puente’ tendido entre las dos partes.