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El PP vincula a los "chorizos" de la trama de corrupción con la etapa de Aznar
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El PP vincula a los "chorizos" de la trama de corrupción con la etapa de Aznar

La cúpula del PP está convencida -o al menos así lo asegura- de que la investigación de Baltasar Garzón sobre la trama de corrupción en municipios gobernados

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de corrupción con la etapa de Aznar
El PP vincula a los "chorizos" de la trama de corrupción con la etapa de Aznar

La cúpula del PP está convencida -o al menos así lo asegura- de que la investigación de Baltasar Garzón sobre la trama de corrupción en municipios gobernados por los populares ha sido instigada por el Gobierno, que quiere "lanzar basura" sobre el partido en plena precampaña electoral.

Pero, ante el temor de que nuevas revelaciones neutralicen esa estrategia de defensa, la principal preocupación ahora de la dirección del PP es que el escándalo no salpique a Mariano Rajoy. De ahí que desde Génova y sus aledaños se recuerde que todos los detenidos por el juez de la Audiencia Nacional -a los que el portavoz del partido, Esteban González Pons, calificó ayer de "chorizos"- sólo tuvieron relación con el PP durante la etapa de José María Aznar.

Los pesos pesados de Génova -con la única excepción del propio Rajoy- salieron ayer en tromba, escocidos por las últimas sospechas de corrupción que se ciernen sobre el partido, para defender la honestidad de los populares y lanzar un mensaje unívoco: que el Gobierno y el PSOE han orquestado una campaña de "acoso y difamación" contra el principal partido de la oposición para dañar sus expectativas electorales ante las inminentes citas con las urnas en Galicia y el País Vasco.

La más contundente fue, sin duda, María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP llegó a acusar a los socialistas de azuzar "de manera escandalosa" al Ministerio del Interior y la Fiscalía General del Estado contra el partido y de "utilizar las instituciones en beneficio propio", lo que, a su juicio, "va en contra de los mínimos fundamentos de un Estado de Derecho".

La número dos de Rajoy, que no aportó ninguna prueba en la que sustentar sus imputaciones, no dudó, incluso, en desenterrar los casos de corrupción que mancharon gravemente la reputación del PSOE a comienzos de la década de los 90: "No vamos a aceptar que un partido condenado por la trama de los GAL y por financiación ilegal en el caso Filesa nos dé lecciones de honestidad", afirmó una De Cospedal visiblemente irritada durante la rueda de prensa ad hoc que convocó ayer en la sede de la calle Génova.

De Cospedal no citó en ningún momento al predecesor de Rajoy en la cúpula del partido, pero sus palabras parecían apuntar claramente en dirección a Aznar cuando afirmó que "es una difamación el que uno esté vinculado a una empresa de por vida", en alusión a Special Events, la firma del supuesto cabecilla de la trama, Francisco Correa, que organizó todos los grandes eventos del PP durante la etapa de Aznar antes de perder el favor del equipo de Rajoy.

Contratos cancelados

Las fuentes consultadas por El Confidencial en la dirección del PP avalan las insinuaciones de la secretaria general, al apuntar que los principales implicados en la trama que investiga Garzón tuvieron relación con el partido "en otra época", en clara referencia al periodo en el que Aznar ocupó la Presidencia de la formación, durante el que mantuvo estrechos lazos con Correa. "Va a ser imposible vincular a Rajoy con estos hechos", sostienen esas fuentes, "porque desde que llegó tuvo la habilidad de cancelar todos los contratos con esa empresa", informa Federico Quevedo.

Casi tan categórico como De Cospedal, pero sin duda mucho más expresivo, se mostró el vicesecretario de Comunicación. González Pons afirmó, en referencia a los detenidos por Garzón, que "cuatro chorizos no son el PP", y lamentó que los socialistas estén "arrojando mucha basura, y no por casualidad" sobre el partido. "Todos los resortes que controla el PSOE están destinados a que al PP le sobrevenga una sombra de duda cuando hay una campaña electoral en el País Vasco y Galicia", insistió.

Parecidos argumentos empleó el vicesecretario de Política Autonómica y líder del PP andaluz, Javier Arenas, que denunció la "persecución" que sufre su partido. Según Arenas, los socialistas quieren "desviar la atención" para evitar que se hable de la crisis económica o del "despilfarro" supuestamente cometido por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez-Touriño, en vísperas de las elecciones gallegas.

A todas estas acusaciones respondió el número dos del PSOE, José Blanco, que negó la campaña de desprestigio que denuncian los populares y culpó a Rajoy de "esconder debajo de la alfombra toda la porquería que le está cayendo al PP". Blanco calificó de "sorprendente" que el principal partido de la oposición "señale" a jueces, fiscales y policías por descubir lo que ya era un "secreto a voces", en alusión a la trama destapada por Garzón.

La cúpula del PP está convencida -o al menos así lo asegura- de que la investigación de Baltasar Garzón sobre la trama de corrupción en municipios gobernados por los populares ha sido instigada por el Gobierno, que quiere "lanzar basura" sobre el partido en plena precampaña electoral.